A 36 años, la Fuerza Aérea conmemoró su bautismo de fuego en la Guerra de Malvinas
Bajo la consigna “Por siempre Malvinas”, autoridades militares, políticas, representantes institucionales y vecinos se congregaron ayer en la Sexta Brigada Aérea para honrar a los 55 héroes que dieron su vida por la patria en la Guerra de Malvinas, al conmemorarse el trigésimo sexto aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina.
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En la ceremonia se hicieron presentes el intendente Miguel Lunghi; el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik; y demás funcionarios locales; el jefe de la guarnición aérea militar Tandil y la Sexta Brigada Aérea, comodoro José María Greissing; y por la Primera Brigada Blindada, coronel Angel Roque Del Ríos; y el jefe del Arsenal Naval Azopardo, capitán de fragata, Jesús Noel Sánchez.
Participaron además autoridades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, educacionales, empresariales, y de entidades de bien público y fomento histórico, concejales, veteranos de la Guerra de Malvinas, personal militar -en actividad y en situación de retiro-, representantes de asociaciones y colectividades extranjeras en Tandil, familiares del personal caído en combate, invitados especiales y público en general.
El acto comenzó a las 11 con la presentación de los efectivos formados de la Guarnición Aérea Militar “Tandil” al titular de la unidad, comodoro José María Greissing, y el posterior saludo al jefe comunal.
Seguidamente, la banda del Comando de la Primera Brigada Blindada ejecutó las estrofas del Himno Nacional Argentino y el padre Horacio Gómez realizó una invocación religiosa en conmemoración de los héroes de Malvinas.
Acto seguido, se dio lectura a la nómina de los caídos y se efectuó un toque de silencio en su memoria. Luego, se transmitió el mensaje del jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general, veterano de la Guerra de Malvinas, Enrique Víctor Amrein.
Por último, se entonó la marcha Malvinas Argentinas y se realizó el tradicional desfile terrestre.
La unión hizo
la diferencia
En el 36to. aniversario del bautismo del fuego, el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina recalcó el esfuerzo que realizó por aquel entonces el personal en el empleo de los recursos disponibles, tanto materiales como humanos.
“Debíamos enfrentar a una primera potencia mundial y éramos concientes del gran desafío que nos esperaba. La guerra era inminente y la Fuerza Aérea no estaba preparada para enfrentar objetivos navales. Oficiales, suboficiales, soldados y civiles demostraron que por amor a la patria valía la pena tomar valor, coraje y determinación para enfrentar un teatro de operaciones con nuestras fuerzas claramente dispares”, reconoció.
Recordó que “el 1 de mayo de 1982 nuestros pilotos volaron para defender la soberanía sobre el territorio y la más joven de las Fuerzas Armadas de la Nación demostró al mundo entero que la unión hacía la diferencia y que era el primer eslabón de una cadena de sucesos que tiempo después marcaría un paradigma indiscutible”.
Por lo tanto, el brigadier general Enrique Víctor Amrein afirmó que todo el pueblo argentino tiene “la obligación moral de honrar a estos hombres que lucharon por la patria con el objetivo de recuperar nuestras islas Malvinas. Ellos son nuestro ejemplo a seguir y quienes nos llenan de orgullo y compromiso diario en cada una de nuestras acciones”.
Aviadores
de combate
Admitió luego que “por esos años no éramos la Fuerza Aérea más potente de Latinoamérica”, pero recalcó que “debido al adiestramiento adquirido durante la formación militar, nuestros pilotos demostraron que la Fuerza Aérea Argentina era el semillero de los aviadores de combate. Hombres que se convirtieron en el norte de todo joven que aspira a ser aviador militar”.
Seguidamente, el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina brindó su “más sincero respeto, no solo a nuestro personal, sino también a las reservas militares, la Red de Observadores del Aire, el Escuadrón Fénix y quienes integraron las tripulaciones de líneas aéreas participando en las operaciones militares, quienes jamás dudaron en aunar fuerzas y representar al pueblo argentino”.
Luego, recalcó la presencia de los veteranos de guerra, a quienes calificó como “el eje central de esta conmemoración porque ellos son el testimonio vivo y en primera persona del sentir durante la gesta”.
El recuerdo
eterno
“A los familiares de los 55 héroes de nuestra institución caídos en combate mi agradecimiento. Sepan que ellos tienen un lugar muy importante en nuestra memoria y que su recuerdo eterno está marcado a fuego por el compromiso que tuvieron al defender a la patria. La Fuerza Aérea Argentina hoy goza del prestigio que ellos supieron construir con sus acciones demostrando en plenitud la vocación que los acompañó desde el primer día de su carrera militar”, manifestó.
Seguidamente, rogó a “la Virgen de Loreto para que sea la custodia divina de la gloria eterna de nuestros héroes caídos, que continúe iluminando el porvenir de nuestra institución y que en las nuevas generaciones se arraiguen los valores que ellos nos legaron”.
Para cerrar, el brigadier general Enrique Víctor Amrein expresó: “Señoras y señores, hace 36 años demostramos que nuestra actitud en el conflicto por las islas Malvinas ha sido única y nos valió el reconocimiento mundial. Los valores de nuestros héroes nos comprometen a sostener con más fuerza que nunca el sentimiento por esta causa. Y que hoy y siempre resuene en cada rincón donde flamee la bandera argentina: `Por siempre Malvinas´”.
Un hecho
histórico
El 30 de abril de 1982, el grueso de la fuerza de tareas inglesa se había reunido a unos 400 kilómetros al noreste de puerto argentino. El comandante de la fuerza de tareas británicas, vicealmirante Sandy Woodward -ubicado en el buque insignia de la flota, el HMS Hermes-, tenía órdenes de iniciar el ataque al día siguiente con el fin de cumplir la operación Corporate, que consistía en la recuperación de las islas.
Así, el 1 de mayo, las fuerzas británicas tenían la intención de desembarcar en las islas Malvinas y presionar la rendición de las tropas argentinas.
Para lograr este objetivo, a las 4.40 de ese día comenzaron a bombardear con aviones Vulcan y Sea Harrier los dos aeródromos militares establecidos por la Fuerza Aérea Argentina en Puerto Argentino y Puerto Darwin, respectivamente.
Decididas a intentar su desembarco, las fuerzas británicas enviaron buques del grupo de asalto anfibio a las costas malvinenses; la reacción de la Fuerza Aérea Argentina fue inmediata.
A las 16 de aquel día iba a comenzar la Batalla Aérea de las Malvinas. Los aviones argentinos totalizaron durante ese día 57 salidas aéreas en misiones de cobertura y ataque a blancos navales británicos, lanzando sólo contra la flota 20 toneladas de bombas. Esta es la primera batalla librada por la Fuerza Aérea Argentina en su historia, lo que significó su bautismo de fuego.
Aquel 1 de mayo de 1982 murieron en combate los siguientes efectivos de la Fuerza Aérea: capitán Gustavo García Cuerva; primer teniente Mario González; primer teniente José Leónidas Ardiles; teniente Daniel Jukic; teniente Eduardo De Ibáñez; cabo principal Mario Duarte; cabo principal Juan Antonio Rodríguez; cabo primero Miguel Angel Carrizo; cabo primero José Maldonado; cabo primero José Luis Peralta; cabo primero Agustín Montaño; cabo primero Andrés Brasich; y los soldados Guillermo García y Héctor Bordón.
La Fuerza Aérea perdió en total 55 hombres durante el conflicto bélico del Atlántico Sur y en su mayoría fueron pilotos.
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