A pocos días de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, la referente de la asociación civil Mascotandil, Mariana Jara, reiteró el pedido de no utilizar pirotecnia sonora y llamó a reforzar la conciencia social sobre las consecuencias que este tipo de prácticas genera tanto en personas como en animales.

Según explicó Jara a El Eco de Tandil, el impacto va mucho más allá de una molestia ocasional y puede desencadenar situaciones de alto riesgo, especialmente en los perros.

“La pirotecnia afecta a las personas con autismo, con hipersensibilidad auditiva, a adultos mayores, a epilépticos; en todas esas personas genera estrés agudo, ansiedad, ataque de pánico; en definitiva, lo pasan muy mal”, advirtió Jara.