Alquileres estudiantiles de marzo a diciembre, una estrategia que cobra fuerza en Tandil
Al igual que en Mar del Plata, algunas inmobiliarias empezaron a ofrecer alquileres durante el ciclo lectivo, para absorber la demanda estudiantil pero liberarlas en el verano para fines turísticos. La ley vigente no regulariza esta práctica aunque tampoco la restringe.

La crisis habitacional instalada en la ciudad presenta un panorama inédito en materia de alquileres. Consecuentemente, surgen diferentes estrategias para solucionar el problema.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMientras se llenan páginas periodísticas y minutos radiales y televisivos con debates sobre el tema, según pudo saber este Diario, varias inmobiliarias locales empezaron a ofrecer propiedades en alquiler para estudiantes solamente durante el ciclo lectivo, es decir, de marzo a diciembre. Esta práctica es habitual desde hace décadas en Mar del Plata, por ejemplo, que a su perfil turístico se le suma el universitario.
Y si bien la legislación de alquileres vigente no encuadra este tipo de contratos, tampoco los prohíbe expresamente, situación que abrió un hueco de posibilidades en el sistema inmobiliario.
Al respecto, el presidente del Colegio de Martilleros de Tandil, Gustavo Favre, explicó que “en la práctica se hace en muchas partes del país pero tengo que decir que la ley no lo contempla, se estipula un alquiler temporario por un máximo de tres meses para un fin determinado”.
No obstante, detalló que las partes incluyen cláusulas en el contrato que avalan la relación contractual en estos términos, en tanto que se especifica que el inquilino es alumno de la universidad nacional o de alguna casa de estudios y que va a residir en ese lugar por el ciclo lectivo.
“Si ambos están de acuerdo, el locador y el locatario, no sé qué contras jurídicas podría tener si ambas partes establecen un contrato privado en esos términos”, indicó.
Una crisis y varios frentes
El embudo generado por la pandemia, la falta de créditos hipotecarios y de acceso a viviendas, la nueva Ley de Alquileres y la especulación que se da en torno a los arrendamientos turísticos, que redundan en extraordinarios beneficios económicos, retiraron del mercado un gran número de propiedades.
La eclosión del turismo y la falta de regulación de los alquileres temporarios con fines turísticos perjudicó también a los inquilinos.
Desde hace años, varios sectores han advertido sobre esta práctica, que coloca departamentos y casas al servicio de los visitantes para obtener en una semana o menos el rédito que ganarían en un mes de arrendamiento común. Tampoco han proliferado nuevas construcciones que absorban la totalidad de la demanda.
Así, el segmento que necesita alquilar una casa o departamento es heterogéneo y está conformado tanto por personas o familias que arriban a Tandil, por quienes ya residen pero tienen dificultades para comprar o construir una casa por los siderales costos que implica, y por el estudiantado de la zona que cursa sus carreras en la Unicen u otras instituciones educativas.
“Hay muchísimos llamados de toda la zona, empiezan los cursos de ingreso y hay una gran inquietud y demanda. Por este motivo, nos reunimos la semana pasada con las autoridades de la Universidad Nacional del Centro y del Municipio para hacer frente a la problemática”, desarrolló Favre.
Atraer propietarios
Por otra parte, el martillero sostuvo que en este último tiempo se han acomodado los valores del mercado de alquileres para hacerle frente a la inflación y lograr atraer a los dueños, con la promesa de que también van a obtener beneficios económicos si deciden arrendar su propiedad a largo plazo.
En este sentido, conminó a quienes tienen viviendas ociosas a acercarlas a las inmobiliarias porque “van a saber insertarlas en el mercado y los valores se han acomodado a la inflación, por eso pasa a ser redituable un alquiler permanente”.
“Está la preocupación de las autoridades de la Unicen. El problema está para todos y se agrava con los estudiantes. Aunque ellos estuvieron siempre, muchos se fueron con la pandemia a sus ciudades y esas propiedades fueron ocupadas por otra parte de la población. Ahora que se requiere de nuevo la presencialidad, todo ese estudiantado tiene que volcarse al alquiler y se formó un cuello de botella. Apelamos a la buena voluntad de los propietarios y creemos que se va a poder canalizar la demanda”, concluyó.