Artesanos y manualistas independientes llevan más de 100 días sin trabajar y reclaman asistencia del estado
Frente a la Municipalidad desplegaron sus paños y realizaron una intervención artística visibilizando su realidad. Sin las ferias, paseos y otras formas de organización de trabajo indicaron que enfrentan una situación de emergencia económica y social inesperada. Pidieron urgente respaldo del Estado, ya que no fueron alcanzados por ningún tipo de asistencia económica.
Trabajadores nucleados en el grupo Artesanos y Manualistas Independientes de Tandil (AMIT) se manifestó ayer frente a la Municipalidad con la intención de dar a conocer la crítica situación económica y laboral que están atravesando desde que comenzó la pandemia.
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Este sector de la cultura ya lleva más de 100 días sin poder trabajar porque los paseos y ferias, que son sus principales puntos de venta, continúan inhabilitados. Desde el inicio de la cuarentena tampoco han podido acceder a beneficios y medidas paliativas, por lo que pidieron respuesta del estado y que actúe con urgencia para poder asistirlos.
Con carteles y una puesta en escena que buscó reflejar lo que están atravesando, los actores mostraron cómo el sector ejecutivo de la cultura ignora su reclamo, mientras en las calles los artesanos, manualistas, pintores y otros oficios luchan por salir adelante. “Cultura también es trabajo”, escribió en rojo sangre una de las participantes. Otro de esos artistas callejeros acercó un petitorio a dos personas elegantemente vestidas de oficina que, apenas el solicitante se retiró, metieron ese pedido en un cajón con tono casi burlón y siguieron conversando, mirando lejos como si nada pasara.
Según refirió Valeska Garaz, en representación de los más de 50 nucleados en AMIT, se trata de una situación de “desocupación obligatoria” que resulta devastadoras para las familias. Ante esto el 18 de mayo habían presentado una nota al Ejecutivo, que hasta el momento no fue respondida. Tampoco durante la manifestación lograron el acercamiento de algún funcionario.
Aislamiento y crisis
“Acompañamos las medidas de aislamiento decretadas por los gobiernos a nivel nacional, provincial y municipal, es por eso que necesitamos de modo urgente el respaldo del municipio”, resaltó la vocera en sintonía con el comunicado que emitieron, mientras el resto de sus colegas tendían en la vereda de la calle Belgrano los paños con sus artesanías y carteles de reclamo.
En ese sentido, también aclaró que muchos de ellos no fueron incluidos dentro de las medidas paliativas e incentivos de asistencia tomadas en el marco de la pandemia Covid-19 adoptadas por el poder ejecutivo, ni otros beneficios y/o planes sociales. “Aquellos que sí tuvieron acceso a alguna ayuda, les resulta insuficiente ante la gravedad de la crisis”, advirtió.
Por otro lado, manifestó que algunos grupos organizados fueron invitados por el Municipio a ser parte de la plataforma de venta online, sin embargo se trata de un sistema que no es factible para todos, ya que varios no cuentan con tecnología para poder resolverlo. “Algunos no tenemos ni un celular como para gestionarlo”, reveló.
Asimismo, se mostró muy agradecida ya que desde la Cooperativa de productores artesanales “Nave” los invitaron a sumar sus productos al espacio que tienen sobre Yrigoyen 1178, lo cual están evaluando. Más allá de que eso sería una buena opción y sumaría, recalcó que es necesaria una solución más integral y que permita pensar en el largo plazo, al no saber cómo continuará el avance del coronavirus.
“Apoyamos y somos trabajadores de la vía pública junto con AMIT”, expresaron desde Nave, admitiendo que tienen no solo el desafío de cualquier persona en estos tiempos de llegar a fin de mes, sino además de demostrar que son trabajadores que cumplen un rol en la ciudad, que aportan a la “construcción identitaria y a su oferta cultural y turística”.
“Nos hacemos parte del reclamo de ser incluidos en un plan de contingencia para el sector cultural”, se unieron, bogando por la apertura de una mesa de trabajo que los incluya para pensar una agenda de trabajo anual que los contenga, hacia un desarrollo cultural y turístico.
Una comunidad dañada
Si bien contó que han tenido reuniones con autoridades del ámbito cultural de la ciudad, consideraron de vital importancia seguir trabajando en esos vínculos y fortalecer su demanda debido a la gravedad de la situación.
Explicó que los ingresos de las ventas de sus productos son el único sustento económico y para poder obtenerlos dependen de la circulación del público fluido, cómo también de los talleres de movimiento productivo y compra de materiales para poder lograrlo. Tal como expuso Valeska, ya no le quedan más restos para poder transitar el día a día y ni hablar de poder invertir en materiales para reforzar la producción.
“Entendemos y acompañamos que de acuerdo a las medidas sanitarias los sectores de esparcimiento público, incluidos ferias artesanales y paseos turísticos, serán los últimos en volver a funcionar con normalidad”, comprendió y, en función de esto, indicó que varios de los compañeros no tiene participación en esos espacios lo que lo vuelve “mucho más grave aún”. “Nuestro medio de subsistencia ya mencionado quedó anulado sin saber hasta cuándo”, lamentó con incertidumbre.
Finalmente, aseguró que esto daña muy fuerte a la comunidad artesanal y a gran parte de la cultura que habita en distinto tipo de exposiciones. “En esta línea, viendo que pasada la cuarentena nuestra actividad no verá mejoras sustanciales en el corto y mediano plazo, y dado el grado de crítico de nuestra situación económica, solicitamos ser contemplados e incluidos en un plan de contingencia local para el sector cultural”, determinaron los artesanos y manualistas del AMIT a través de Valeska.
“Somos cultura viva”
Por su parte, Claudia Álvarez que pertenece a la Feria de Movediza, acercó el reclamo de que todo este tiempo han tenido solamente una reunión con el sector de Cultura del Municipio, quien les pidió que realicen un protocolo. Esto sucedió hace más de un mes, el reglamento fue diagramado pero no tuvieron respuesta de ningún tipo. “Cierta vez, alguno ha recibido un bolsón de comida”, distinguió, pero no alcanzó a todos.
Según expresó, su necesidad apunta básicamente a poder acceder a algún subsidio o crédito blando. Aclaró que por lo general los artesanos no están registrados o inscriptos, porque justamente su ley así lo considera, pero esto los perjudica a la hora de poder ser alcanzados por determinados beneficios sociales y económicos.
“Nos impide a tener el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por tener otra pequeña actividad”, dijo y compartió que en su caso, su compañero cuenta con una pequeña pensión contributiva que lo imposibilita a contar con otra ayuda.
Claudia reveló que le dolió y sintió mucha tristeza cuando se habló de desastre turístico, pero solo se refirieron a hoteles y gastronómicos. “Nosotros somos la cultura viva, los que representamos a Tandil y los turistas se llevan el recuerdo hecho por nuestras manos, pretendemos ser reconocidos”, enfatizó.