Bajó drásticamente el uso de preservativos y las enfermedades como la sífilis aumentan cada vez más
Se trata de una enfermedad que existe hace dos mil años y desde entonces es imposible de erradicar. Es permanente. Y no solamente eso, sino que viene en aumento. En Tandil, en Argentina y en el mundo entero.
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Producida por la bacteria Treponema Pallidum, la sífilis se transmite por relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales y orales, sin preservativo o bien de madre a hijo durante la gestación. Con una sola dosis inyectable de penicilina basta para frenar la transmisión, aunque el tratamiento suele constar de tres.
Desde 2011 al 2017 los casos aumentaron escandalosamente y los especialistas aseguran que es porque cada vez se usa menos el preservativo. El Ministerio de Salud de la Nación señaló que se pasó de 3.875 casos a 11.709 y el número en este año sigue creciendo. La mayoría, jóvenes de entre 17 y 30 años. Según datos relevados por AHF Argentina (Aids Healthcare Foundation) sólo el 14,5 por ciento de las personas “utiliza siempre el preservativo”, mientras que el 65 por ciento lo usa “en algunas oportunidades” y el 20,5 por ciento “no lo usa nunca”.
Es muy alto el número de personas que no se cuida, teniendo en cuenta que otros datos indican que hay un recambio de 20 a 30 parejas por persona en muy pocos meses. En este sentido el médico infectólogo Jorge Gentile contó que en esta ciudad hay desde edades tempranas, como jóvenes de 15 años, hasta mayores de edad entre 70 y 80 años dado el alargamiento de la vida sexual.
De acuerdo a las palabras del especialista, esta enfermedad de transmisión sexual se está acentuando por falta de protección e incremento del número de contactos diferentes (parejas). Es de notar que es mucho más transmisible que el SIDA (casi 200 veces, más aclaró el especialista), y se puede adquirir por un contacto oral, sin necesidad de un vínculo más profundo.
Una vez contraída favorece el contagio de otras infecciones de transmisión sexual, por ejemplo el HIV. Además puede transmitirse por vía vertical, es decir de la madre infectada al hijo y existen formas graves, con manifestaciones neurológicas, cutáneas o cardiovasculares, que afortunadamente son poco frecuentes. Lo que preocupa es el incremento de la población afectada, lo que conduciría de seguir esa tendencia, a que se presencien formas más severas. “El tratamiento es sencillo, dado que con una o tres inyecciones de penicilina de depósito se curan casi el ciento por ciento de los casos”, advirtió Gentile, y como toda enfermedad contagiosa, es necesario tratar a los contactos del paciente atendido, a fin de cortar la cadena de transmisión.
Esta plaga no deja inmunidad, uno puede curarse y volverse a infectar, si vuelve a tener relaciones con una persona infectada. “No existe vacuna”, determinó.
Como se remarcó anteriormente, esta bacteria se transmite y contagia además de madre a hijo y la sífilis congénita es otra preocupación de la comunidad médica. Por tal motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como meta “alcanzar menos de 50 casos de sífilis congénita por 100 mil nacidos vivos para 2030”.
Los síntomas aparecen 20 días después de que el virus entra al organismo y ocurren en tres etapas: al comienzo se perciben unas pequeñas llagas en la vagina, pene, ano o boca; seis meses después puede aparecer una erupción en el cuerpo, acompañada de fiebre y caída del cabello. Finamente, la bacteria queda oculta en ciertos tejidos, y con el tiempo podría llegar a derivar en demencia, ceguera, sordera, parálisis u otras manifestaciones invalidantes.
Como todas las dolencias infecciosas, Gentile aseveró que hay muchas personas contagiadas que no tienen síntomas, aunque se trata de una afección “bastante manifestadora”. Los casos más comunes traen úlceras en la boca o genitales, y raras veces puede llegar a producir problemas neurológicos. Sin embargo, enfatizó que los casos que requieren más atención son los relacionados con embarazadas, ya que el bebé puede nacer con malformaciones o alguna otra consecuencia de gravedad.
Son justamente las mujeres que se encuentran gestando un hijo las que logran detectar más rápidamente, si hay control médico durante el embarazo, ya que es un test que está incluido dentro de los estudios habituales de la gestación. Es muy frecuente el diagnóstico en una persona asintomática a partir de análisis específicos, realizados para controles como el preocupacional, prenupcial, embarazo o para transfusión de sangre (donación). Sin embargo, no es una prueba de costumbre ni obligatoria, ni siquiera está dentro de las preocupaciones de la ciudadanía realizarla habitualmente.
“Los análisis para detección de Hepatitis de Virus B, C y HIV y Sífilis tendrían que ser de rutina”, advirtió el infectólogo.
Las campañas no perduran
El doctor Sergio Maulen, quien está al frente de la División de Sida y ETS del Ministerio de Salud de la Nación, reconoció hace un tiempo que la sífilis históricamente es un marcador del no uso del preservativo. Asimismo remarcó la importancia de admitir que cada vez hay más dificultades para que las personas los utilicen, más allá de cuestiones históricas que no logran erradicar del todo, asociada a “prejuicios sobre su uso, al machismo y a contextos de violencia”.
Con respecto a las decisiones de las personas informadas que deciden tener relaciones sin profiláctico, hipotetizó que “las generaciones jóvenes perdieron en parte el miedo al VIH con las medicaciones más eficaces y menos tóxicas, en comparación con el temor que existía en la década de 1990”, lo que hace que las enfermedades de transmisión sexual estén en aumento y que los casos de SIDA no disminuyan.
Hoy por hoy es difícil encontrar explicaciones públicas sobre el tema. No hay movimientos, ni acciones directas de sensibilización. Aunque a nivel nacional Maulen dijo que las campañas sirven para instalar el tema, pero no alcanzan para que una persona cambie sus hábitos, por lo que hay que complementar con un trabajo más directo, cara a cara. “Todas las campañas son buenas, pero la información médica tiene una vida media a corta, es necesario repetirla”, afirmó el infectólogo Gentile.
El país y el mundo
Tiempo atrás en el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación se publicaron datos que resultaron alarmantes. Los profesionales del área advirtieron sobre la disminución del uso de preservativos en las relaciones sexuales, y como consecuencia aumentaron los casos de sífilis. Así la Ciudad de Buenos Aires pasó de 1.898 casos en 2015 a 1.967 en 2016 (aumento de 4,6 por ciento); mientras en la provincia de Buenos Aires la suba fue de 28 por ciento (de 2.739 a 3.769); en Córdoba de 19% (981 a 1.210), en Santa Fe de 15% (937 a 1095); Mendoza de 55% (142 a 315); Chubut de 58% (57 a 135) y La Pampa de 80% (24 a 117).
Algunas provincias registraron bajas anuales, tal como Entre Ríos, que pasó de 263 casos a 259; Corrientes de 292 a 122; Chaco de 684 a 450 o Misiones de 553 a 361.
En tanto que a nivel mundial, los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta agosto del año pasado reportaron que cada año 5,6 millones de personas contraen sífilis y se estima que anualmente unos 357 millones contraen alguna de las cuatro infecciones de transmisión sexual (ITS) que son clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis.
¿Qué es la sífilis?
Es producida por una bacteria llamada Treponema Pallidum que afecta tanto a varones como a mujeres.
¿Cuáles son los síntomas?
En la primera etapa aparece una pequeña llaga o úlcera en la boca, ano, vagina o pene. No duele y desaparece sola sin ningún tipo de tratamiento después de 15 días. En la segunda puede presentarse erupción o ronchitas en la piel, sobre todo en el tronco, palmas y plantas, lesiones en la boca, fiebre y aumento generalizado del tamaño de los ganglios, caída del cabello.
¿Cómo se transmite?
Por relaciones sexuales, vaginales, anales u orales, sin preservativo con una persona infectada a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas.
¿Cómo se trata?
Se trata y se cura con un antibiótico llamado penicilina.
¿Cómo se previene?
Usando preservativo en todas tus relaciones sexuales.
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