Cerraron los talleres de adultos mayores con importantes lazos afectivos y ganas del reencuentro
En el Club Ferro se hizo el cierre de los talleres de estimulación cognitiva y crochet. Las docentes destacaron el compromiso de las personas que concurrieron y las ganas que tienen de retomar las actividades el año próximo. “Lo que está de fondo es la sociabilidad, la creación, la gran mayoría viene a encontrarse con otro, a salir de su casa, de la soledad, poder construir lazos afectivos”, destacó.
Ayer por la tarde se llevó adelante el cierre de los talleres de estimulación cognitiva (memoria) y crochet de adultos mayores de la Unicen en el Club Ferro. Las profesoras destacaron el compromiso de los alumnos y la función que tienen los talleres en la sociabilización.
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Ana Paula Donadío, la profesora del taller de estimulación cognitiva (memoria) explicó que todos los talleres de adultos mayores cierran en noviembre y la última semana cada tallerista elige como hacer su cierre. Hace 3 años que viene realizándolo junto a Florencia Turchetti de crochet.
“Yo tengo cuatro talleres de entre 15 y 20 personas dependiendo el horario y el turno. Tanto el taller de crochet como el de memoria son propuestas que tiene el programa de adultos mayores como talleres gratuitos, al igual que yoga y gimnasia son gratuitos, los otros tienen un valor mínimo”, sostuvo.
Balance positivo
Expresó que el balance de lo trabajado durante el año es “muy positivo”, ya que en su caso tiene cuatro talleres con concurrencia de entre 15 y 20 personas cada uno que se sostuvieron en el año.
“Que se comprometan a venir, que ellos mismos tengan ganas de producir algo para mostrar, para lucir, para compartir es muy bueno. Además, se van generando lazos afectivos, tienen ganas de volverse a encontrar, y ya están pensando el año que viene, preguntan cuándo se tienen que inscribir, si los horarios van a ser los mismos, así que eso da cuenta de que realmente están entusiasmados y que les gusta la propuesta”, afirmó.
En cuanto al taller que dicta, sostuvo que “desde la medicina hubo muchos casos de mal de alzheimer, demencia senil, entonces había un gran temor de la población adulto mayor de ‘voy a llegar a viejo y qué va a pasar con mi estado cognitivo’. Lo que terminan descubriendo es que en realidad no hay problemas en el cerebro, no hay un problema cognitivo, sino una falta de atención y como envejece nuestro cuerpo físico envejece el cerebro. Se van dando cuenta de que no hay una patología. El taller desmiente una enfermedad, les da tranquilidad y les permite divertirse”.
Sociabilidad
Por su lado, la profesora de tejido a crochet, Florencia Turchetti, dicta tres cursos de entre 20 y 30 alumnos cada uno. Estimó que entre todos los talleres de adultos mayores debe haber alrededor de 2 mil alumnos.
“Todos los años va creciendo la cantidad de alumnos que se acercan al programa, por eso se hacen las muestras también para que la gente se acerque a ver lo que hacemos”, indicó.
Y añadió que “ya están pensando qué van a hacer en el verano porque no tienen los talleres. Lo que está de fondo es la sociabilidad, la creación, la gran mayoría viene a encontrarse con otro, a salir de su casa, de la soledad, poder construir lazos afectivos, el grupo de whatssapp que se sigue hablando cuando no está el taller”.