Cerraron tres hoteles y lamentaron que otras tantas pymes podrían seguir el mismo camino
El operador turístico Bruno Cerone dialogó con este medio sobre la situación que está atravesando el sector y lamentó que hay muchas empresas que podrían cerrar sus puertas definitivamente, ya que los gastos aún se mantienen pero los ingresos se redujeron a cero desde hace seis meses.
La situación para muchos sectores se ha agravado desde que se registró el brote de coronavirus en la ciudad, ya que se debió reforzar una medida restrictiva que ya lleva seis meses y hace que los ingresos de varias familias se vean notablemente reducidos.
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Uno de los rubros más afectados, lógicamente, ha sido el turismo, debido a que tanto en el sistema nacional y provincial como en el local no está habilitado en ninguna de las fases o de los estadios.
En el caso del esquema empleado en la provincia de Buenos Aires, es una de las actividades que no está autorizada para funcionar en la Fase 5, la más permisiva, junto al transporte interjurisdiccional, el dictado de clases presenciales y los cines, teatros, boliches y espectáculos deportivos, entre otras. En tanto, en el sistema de semáforo acuñado en Tandil, los establecimientos sólo pueden hospedar a trabajadores de rubros considerados como esenciales.
Meses atrás, cuando la situación era marcadamente distinta, desde la Dirección de Turismo se barajó la posibilidad de abrir los hoteles y cabañas para los ciudadanos locales –lo cual efectivamente se implementó- y para los residentes de localidades vecinas que no tuvieran casos de Covid-19.
Sin embargo, la diseminación del virus por el territorio bonaerense y por el resto de la Argentina hizo que los alojamientos debieran volver a cerrar sus puertas.
La imposibilidad de generar ingresos mientras los egresos se mantenían en alza generó que para muchas empresas la situación se tornara insostenible. De hecho, ya fueron tres los hoteles que decidieron ponerle un fin definitivo a la actividad y no descartan desde el sector que otros establecimientos sigan el mismo camino.
“En Tandil ya hay tres hoteles que cerraron y que no van a abrir más. Y si seguimos así, en el corto plazo muchos más van a tomar la misma decisión o directamente no van a poder ponerse en condiciones para poder abrir”, se lamentó el operador turístico y director ejecutivo del Hotel Libertador, Bruno Cerone, en comunicación con El Eco Multimedios.
Una cambiante situación
Refirió que semanas atrás el panorama era otro y que se podía hablar de corredores seguros, porque había muchas ciudades de la provincia que no tenían casos.
“Pero si ahora se analiza el mapa y se observa los territorios que tienen positivos, prácticamente son todos. Casi no hay ciudades que no tengan casos, sólo algunos pueblos muy chicos, muy aislados”, señaló Cerone.
Por ello, indicó que cada vez es más complicado hablar de temporada o turismo de proximidad, como se planteó en la ciudad en su momento, y consideró que la situación se está agravando cada vez más dentro de los establecimientos.
“Ya hace más de seis meses que tenemos las empresas cerradas. Y cualquier hotel o restaurante cerrado es un cúmulo de gastos porque tenés que estar conectado a la luz, tenés que tener personal de mantenimiento que concurra diariamente, vigilancia, gente que airee los ambientes para que no se llene de humedad. Y a los trabajadores también hay que pagarles. Pero hay una realidad: el que no va a trabajar tiene suspendido al 75 por ciento su salario; el que va, cobra el ciento por ciento”, refirió y agregó: “Y más allá de eso, mantenés los impuestos y muchísimos gastos que no tenés en cuenta pero que siguen aumentando”.
“Estirar la agonía”
Manifestó Cerone que el acceso a los créditos se torna cada vez más complicado, ya que lo primero que les piden en las entidades bancarias privadas es una muestra de los ingresos y en la última mitad de año, al estar cerrados, no tuvieron ninguno.
“Y en los bancos públicos podés sacar créditos, pero ya tenés que empezar a pagar la primera cuota y no hay forma. Entonces es estirar la agonía, porque no sabés cómo afrontarlos”, expresó.
Bajo su punto de vista, lo que deberían empezar a hacer es retomar con las presiones a las autoridades para ver qué se puede hacer, teniendo en cuenta que “necesitamos mantener las empresas vivas, porque eso es lo que mantiene las fuentes de trabajo y lo que genera recursos”.
Relató que en muchísimos casos los hoteles o las cabañas son manejados por familias que, desde hace seis meses, vieron reducidos sus ingresos a cero. “Y nadie imaginaba que esto iba a durar tanto, entonces no hubo tiempo para reorganizar las cuentas”, completó.
“Ya estamos en septiembre con una situación roja, entonces creo que esto va a terminar en muchas más empresas cerradas, tanto hoteleras como gastronómicas. Porque los recursos de las empresas ya están agotados. Ahora lo que se empieza a hacer es acumular deuda”, finalizó.