Vecinos dijeron “no a la reforma judicial” y aseguraron que es un traje a medida de la impunidad
Un grupo de tandilenses se acercó a la Plaza Independencia para manifestar su repudio al proyecto presentado por el Presidente. Pacíficamente, con banderas y pancartas indicaron que no quieren ni más jueces ni tampoco traidores a la Patria. Con preocupación e intranquilidad buscan generar conciencia en construir un país sin odio.
Replicando la manifestación que se dio en el Obelisco de la Capital Federal y en otras ciudades, un grupo de tandilenses se acercó ayer a las 16 a la Plaza del centro para decir “No a la reforma judicial”.
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El pasado miércoles el presidente de la Nación, Alberto Fernández, presentó el proyecto de modificación del sistema judicial y los repudios no tardaron en llegar. En distintos puntos del país las personas se nuclearon y en algunos casos hasta realizaron “cacerolazos”, aquí se llevó a cabo un encuentro pacífico, donde el grupo de ciudadanos buscó visibilizar su intranquilidad y generar “conciencia” con lo que significaría la aprobación de dicha propuesta.
Admitieron que este cambio es algo que se viene planteando a través de los diferentes gobiernos hace tiempo, sin embargo el hecho de hacerlo en este contexto de ”la crisis económica más grande del país sumada a la pandemia”, daría la pauta de que lo prioritario no es la salud ni la economía.
Con banderas argentinas y mensajes escritos en carteles los presentes se expresaron a través de la voz de la exconcejal Carolina Gutiérrez, quien aseguró que el proyecto de Fernández es “un traje a medida para cubrir y declamar definitivamente la impunidad”. De hecho, a su entender el mismo no contempla ningún aspecto que sea favorable para el común de la población. También estuvieron allí otros referentes políticos, como Claudio Ersinger y Marcos Nicolini, además del médico infectólogo Jorge Gentile.
Lo que sí y lo que no
“Hoy todos sabemos que la Justicia desde marzo no está funcionando, entonces, lo que más debería preocuparnos es que esté inactiva”, señaló Gutiérrez.
En este sentido, mencionó que en otros países donde tuvieron más casos de coronavirus sí pusieron en marcha todo, sin embargo en Argentina los bancos estatales fueron los primeros en cortar el “clearing”, así como AFIP y Rentas. Lamentó que la mayoría de las oficinas estatales estén trabajando “a un cuarto de máquina” y “perjudicando a los ciudadanos y básicamente al sector privado que es el que tributa y sigue sosteniendo”.
A raíz de todo esto surgió la necesidad de sumarse a la convocatoria y así poder “concientizar”, y ante esto advirtió que no importa si son 20, 40 o 60. “A veces es muy fácil figurar cuando el viento está a favor, lo difícil es poner la cara en estas situaciones”, consignó, agregando que le gustaría haber visto a varios representantes que los allí agrupados han votado y estuvieron ausentes. “Eso duele”, sumó.
Mientras tanto, en los carteles expusieron dos columnas comparativas donde claramente distinguieron que sí quieren educación y salud pública de calidad, seguridad, reforma laboral y gremial, baja de impuestos, funcionarios decentes, paz, tranquilidad, orden, respeto, amor a la Patria y honestidad.
Por el contrario, lo que no quieren es precisamente una reforma judicial “que asegura impunidad”, ni aumento de jueces de la Corte, inseguridad, ignorancia, más pobreza, corruptos, tampoco traidores a la Patria y al sufrido pueblo argentino, ni jueces corruptos que defienden delincuentes, desorden y caos.
“No es la vida ni la muerte”
Buscando dejar de lado el concepto de grieta, consideró que lo que está en juego es la democracia republicana. “Yo tenía 21 años en 1983 y me enamoré de un proyecto de país no de un partido ni de un presidente, de futuro e integración al mundo, de modernidad y educación realmente inclusiva, donde el privado y el estado realmente trabajaran codo a codo”, explicó.
Por lo tanto, el mensaje para el resto de los conciudadanos fue buscar entre todos la construcción de un proyecto de país, que “no es construir odio, ni sentirse los únicos representantes del pueblo”. “Me siento dolida porque son más de 30 años perdidos”, lamentó.
Finalmente, manifestó su total convicción de que se está haciendo un mal uso de la pandemia, destacando que los países que vieron el problema sanitario y a la vez advirtieron la gravedad de lo económico se pusieron a trabajar sobre las dos cosas. “Acá se negó totalmente”, remarcó.
“Que un presidente diga que no quiere perder la vida de un argentino y que prefiere perder cinco PBI, es una irresponsabilidad”, acusó. Señaló, entonces, que al día de hoy hay menos muertos por Covid-19 que lo que había a esta altura del año pasado por accidentes de tránsito, infartos o enfermedades respiratorias.
“No es la vida ni la muerte”, aseveró, garantizando que son los ciudadanos mismos los primeros en cuidarse, tomar los recaudos necesarios y defender la vida.
El proyecto de reforma
El pasado miércoles 29, Fernández presentó el proyecto de ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal, más conocido como reforma judicial, una iniciativa que propone, entre otros puntos, la creación de la Justicia Federal Penal con asiento en la Ciudad de Buenos Aires, mediante la consolidación de los fueros Criminal y Correccional Federal y Penal Económico.
También contempla la unificación de las cámaras de apelaciones y la creación de tribunales orales, de fiscalías y defensorías y completar la transferencia de competencias penales a la Capital Federal.
Al encabezar el acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, acompañado por la ministra de Justicia, Marcela Losardo; el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; la vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco; y el futuro consejo asesor de las reformas judiciales, el Presidente aseguró: “Ninguna sociedad avanza sin un servicio de justicia que solo responda a la necesidad de imponer la ley allí donde se ha quebrantado”.