Comenzaron las obras en la Escuela 56 y la comunidad espera que la solución sea definitiva
“Es muy difícil para la comunidad volver a ver que la escuela se llueve”, confió Carmen Ruiz, la directora de la institución en la que el problema del techo es algo “histórico”. Después de la clausura de parte del edificio, ahora siguen con lo que llamó un constante “ensayo y error” para ir reparando a medida que vayan detectando las filtraciones.
Con tristeza, la directora de la Escuela 56, situada en Movediza y Lavalle, expresó que “es muy difícil para la comunidad volver a ver que la escuela se llueve”. La institución, que tiene una larga historia con techos en malas condiciones, volvió a padecer el mismo trastorno semanas atrás, y el lunes pasado comenzaron las obras para intentar solucionar el inconveniente. La comunidad aguarda con expectativa que por fin haya una solución y dejen de inundarse cada dos por tres.
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Lo llamativo es que la Unidad Ejecutora se creó luego de innumerable cantidad de inconvenientes con el fin de controlar que las obras se realicen de forma correcta pero los problemas siguen presentándose.
La directora de la Escuela 56, Carmen Ruiz, contó que “el problema se desencadenó en la última lluvia grande que tuvimos hace dos semanas cuando se desató una importante caída de agua y llovió en toda la escuela”.
Detalló que “en varios salones entró agua, en el comedor, en el SUM, y la parte más afectada fue la dirección, portería y secretaría. Después hubo que clausurar ese sector porque se derrumbó parte de la mampostería”.
Recordó que en la escuela se cambiaron todas las chapas del techo justamente porque se llovía, así que se hizo todo nuevo.
Sin embargo, “es como si fueran varios techos por zonas, entonces en las distintas zonas hay distintas causas. Algunas se llueve por lo que es filtración de lo que es unión de la chapa y la pared, otras porque se filtra el agua que cae del otro techo sobre el techo de las aulas. El techo del SUM descarga sobre el de las aulas, y a raíz de eso se filtra en el techo de las aulas”.
“El arquitecto Martín Gandolfo que es del Municipio, vino y evaluó donde se filtraba y el señor Cambronera, que es el techista último que trabajó en la escuela, vino y reparó algunas zonas”, indicó.
“En este momento hay todo un sector clausurado que se divide en secretaría dirección, sala de maestros y portería, es donde más filtración hubo, que el yeso se estropeó todo, cayó parte de la mampostería, eso es lo que causó que ahora estemos en un aula donde proyectábamos películas, se tuvo que rehacer el lugar como para poder funcionar dirección y sala de maestros”, señaló.
Más de 14 años bajo el agua
Indicó que en este contexto, están “esperando que llueva” para ver qué sucede porque “en otros momentos se ha probado con manguera pero no es el mismo resultado, la filtración no es la misma, el caudal de agua, el sector por donde se llueve, entonces las distintas pruebas que han hecho los techistas con la manguera no han dado los mismos resultados de ese día que llovió tanto”.
“El techista mismo vino a ver esa noche que llovió y dijo que no podía creer la cantidad de agua que entraba, porque él había solucionado ciertos lugares pero se llovió y se filtró enormemente por otros”, sostuvo.
Carmen Nuñez aseguró que hace 14 años que trabaja en la escuela y el tema del techo es “algo histórico”.
Recordó que hace tres años después de que terminaron toda la obra del techo, se seguía lloviendo y debieron funcionar por un tiempo en el salón San Pacífico mientras se reparaba el problema.
No obstante, aclaró que ese fue solamente uno de los techos que se cambió pero que anteriormente se habían “cambiado dos más, a cargo de otro equipo directivo y de otro Consejo Escolar”.
“Por lo cuentan también, desde el momento en que el techo sufrió la voladura en el año 1993, que fue la primera vez que un tornado voló todo el techo nunca quedó bien hecho, entonces siempre hubo problemas”, indicó.
Sin embargo, aseguró que pensaron que con la última obra grande de arreglo del techo en 2016, todo se iba a solucionar pero los problemas nunca se solucionaron por completo.
“Siguieron habiendo inconvenientes. Se notificó, se filmó, se sacaron fotos. Filtraciones hubo siempre, aunque no al punto de las últimas, se iban resolviendo a medida que se los iba llamando”, sostuvo.
Pero consideró que “ahora lo último que pasó fue terrible. Un salón de punta a punta era caída de agua sobre los tubos fluorescentes. Un peligro, por eso además se suspendieron las clases, porque había filtraciones que daban sobre la corriente eléctrica”.
Ensayo y error
El día siguiente se presentaron en el establecimiento el presidente del Consejo Escolar Cristian Cisneros, la jefa distrital de Educación Carola Figueroa y el arquitecto Martín Gandolfo, y resolvieron que se habilitaran las aulas y el comedor.
“Estábamos escribiendo que no había más inconvenientes en la escuela cuando de repente se derrumbó parte de la mampostería de donde estábamos, que era en la dirección. Entonces se determinó que todo el sector quedara clausurado y el resto se habilitara”, sostuvo.
Y explicó que “ahora estamos esperando una lluvia fuerte. Continuamos en ensayo y error. Es lamentable pero es así. Para nosotros fue no sólo una decepción, sino que todo esto nos tiró abajo. Estábamos en una reunión de personal cuando llovió, así que ver cómo llovía dentro de las aulas y en la dirección, fue terrible”.
“La Escuela tuvo mucha inversión, han venido diferentes empresas a trabajar pero las filtraciones siguen estando, parece ser que se tendrá que solucionar con ensayo y error”, manifestó.
“Otra vez la escuela está en boca de todos, considerando que está hermosa para venir a trabajar, porque está limpia, brillante, pintada, todo se ha hecho también con el esfuerzo de cooperadora que son los papás mismos”, remarcó.
Y concluyó que “es una decepción para los papás también porque ellos nos dieron mucho apoyo siempre. Es muy difícil para la comunidad volver a ver que la escuela se llueve, eso es lo que más lamentamos”.
Un problema “histórico”
Carmen Ruiz reseñó que todo el problema del techo habría comenzado con la voladura del techo durante el tornado en el año 1993. Después de eso, a pesar de que se reparó, siempre hubo inconvenientes.
En noviembre del 2015 culminó un trabajo integral de recambio del techo que tenía como fin solucionar de forma definitiva la problemática de las filtraciones e inundaciones de las distintas aulas del establecimiento escolar.
Pero sucedió que luego de tanto tiempo de esperar la ansiada obra del techo nuevo que impediría que el agua ingresara dentro de la escuela, la comunidad educativa se encontró con que el edificio se llovía más que antes.
Por tal motivo debieron suspender las clases y por algunos meses todo el alumnado fue trasladado al Salón San Pacífico, porque era imposible desarrollar las actividades en ese lugar debido a la cantidad de agua que ingresaba y que saltaba el disyuntor, lo cual era un peligro para todos.
“Lo que sucedió con la Escuela 56 nos pone en alerta”, dijo la concejal Poumé
Por su parte, la concejal de Unidad Ciudadana María Eugenia Poumé se refirió a lo sucedido con el techo de la Escuela 56 y advirtió que “lo que sucedió con la Escuela 56 nos pone a todos en alerta de cómo se hacen las obras que están solventadas por el Fondo de Financiamiento Educativo”.
“Esto demuestra que cuando desde la oposición requerimos que se creara la unidad ejecutora, que fue una idea de nuestros consejeros escolares, si bien en primera instancia se aceptó, luego se distorsionó, se la creó con un formato totalmente distinto que es un espacio donde la oposición no tiene ningún tipo de control, como tampoco ningún actor vinculado a la educación”, cuestionó.
“La empresa que tuvo inconvenientes en la Escuela 56 también tuvo problemas con otras escuelas e igualmente se la volvió a contratar. Al Gobierno de Lunghi no le gusta el control de la oposición y cada vez se solicita o se pide un organismo que sea democrático Lunghi y sus funcionarios se niegan”, manifestó.
El informe de las obras que se realizarán
para intentar solucionar los inconvenientes
De acuerdo al informe presentado por el arquitecto Martín Gandolfo, de la Dirección de Infraestructura Escolar, al Consejo Escolar durante 2017 y 2018 realizó diversas intervenciones en la institución, lo que demandó una inversión de más de 1 millón de pesos, aunque muchas de ellas no estuvieron relacionadas con el problema del techo.
Entre los trabajos, se realizaron obras para “resolver tema de desagües pluviales y filtraciones de agua en techos”.
En tanto, el informe indica que durante el año 2019 “se relevaron y encontraron otros problemas en la parte vieja del establecimiento”.
“En el comedor se encontraron filtraciones sobre las cargas, las cuales fueron reparadas con proveedores del Consejo Escolar, se hicieron reparaciones de zinguería y muros de carga”, se detalla.
A su vez, se señala que durante las últimas tormentas se relevó la secretaría y dirección las cuales “nunca habían sido intervenidas porque no habían tenido problemas, y se verificó que, por tener el techo escondido sin caída libre, se filtró agua en cielo raso existente de yeso”.
En ese marco, se decidió “romper muros de carga formando gárgolas con caída libre, realizar la extracción total del cielo raso, y reemplazo de uno nuevo con placas de durlock y pintura total interior”.
La obra comprende 48 metros cuadrados y “se aconsejó mudar temporariamente esas instalaciones a otros espacios del establecimiento hasta su reparación”.
La obra, que comenzó el lunes, demandará alrededor de los 100 mil pesos con lapso de obra de unos 30 días aproximadamente.