Comerciantes reeditaron el reclamo y exigieron una mejora en la ganancia por cargar la SUMO
La problemática sigue vigente. Si bien a partir de marzo habrá un ajuste en la comisión, los kiosqueros consideraron que resulta insuficiente. En duros términos, difundieron una nota para solicitar un porcentaje “no menor” al cinco por ciento y la implementación de la SUBE. Adelantaron que podrían pedir la intervención del Concejo Deliberante.
A un mes de quedar en evidencia la problemática, comerciantes del microcentro volvieron a exponer su malestar y disconformidad por la gestión de la SUMO a través de los puntos de recarga y difundieron un duro comunicado en el que expusieron las dificultades que afrontan y plantearon sus demandas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailBajo el título “el SUMO que no suma”, que replica las declaraciones del director del SUMO, Sergio Lunghi, los kiosqueros que tienen punto de recarga exigieron una mejora en el porcentaje que perciben e insistieron con la urgencia de implementar la SUBE en la ciudad.
En la ciudad, quienes optaron por contar con ese recurso en su local acordaron, en 2016, recibir un 1,5 por ciento del monto mensual de recargas, pero ese convenio no se actualizó.
Ante la necesidad de ajustar el porcentaje a raíz del desfasaje por la inflación, reeditaron el reclamo y días atrás mantuvieron un encuentro con el responsable de la Dirección de SUMO, Sergio Lunghi, en las oficinas de 9 de Julio y pasaje Fournier.
El intercambio se concretó con el fin de plantear la problemática a partir de la decisión que adoptaron algunos de cobrar un adicional por cada carga. En ese marco, en medio de acusaciones, el compromiso es incrementar el porcentaje por cada carga que realicen, que pasará del 1,5 al 2,25 a partir de marzo.
Sin embargo, los comerciantes consideraron que esa suba “después de cinco años”, no alcanza a cubrir los incrementos por la inflación, por lo que consideraron que “seguimos desfasados”.
Este esquema amenaza con la reducción de los puntos de recarga de la tarjeta SUMO, ocasionando un inconveniente a los usuarios que utilizan el servicio para estacionar en el radio céntrico o utilizar el transporte de pasajeros.
“Nosotros seguimos cargando, pero estamos disconformes con lo que nos pagan y con lo que nos quieren pagar. Hay descontento y bronca”, describió uno de los comerciantes, que adelantó que buscarán canalizar el reclamo a través del Conejo Deliberante.
“El SUMO que no suma”
“No nos suma”, ya que los kiosqueros que tienen puestos de carga reciben “sólo el 1,5 por ciento de ganancia”; “sólo suma a las autoridades”, dado que el sistema anterior “nos dejaba diez por ciento de ganancia y el actual ocho veces menos”.
Además, alertaron que “resta eficiencia y beneficios” a los usuarios “porque no se consiguen fácilmente puestos operativos activos disponibles con saldos suficientes y tarjetas” debido a la “bajísima rentabilidad”.
Y agregaron que “suma a otros” al indicar que “se otorgó el negocio a una empresa foránea (Bahía Blanca) que recibe un monto fijo mensual de 1,5 millones de pesos, más un adicional por corte de boleto”, en lugar de “alentar a desarrolladores locales apoyando a nuestra industria y economía local”.
En otro párrafo, señalaron que “el ingreso total de la recaudación del sistema se logra por medio de los comercios que cargan SUMO, sin que el Municipio invierta un peso por ello ni asuma ningún riesgo”. En definitiva, “todo para ellos, miseria para nosotros”, objetaron.
Propuestas
Para corregir el “mal manejo, ineficiente, injusto y no viable de las autoridades, que deberían ser competentes y no lo son”, los comerciantes exigieron dos cuestiones centrales “para el bien del usuario y de los comercios, que somos los que lo hacemos funcionar”.
En primer lugar, pidieron una ganancia inmediata y no menor al cinco por ciento para gestionar la carga de las tarjetas que utilizan los usuarios para estacionar o andar en colectivo. Un porcentaje inferior sería “insuficiente y no alcanzaría para solucionar el problema latente de descontento y desgano por un incentivo que no es digno”, argumentaron.
Y, en segundo término, reclamaron la implementación de la SUBE para el transporte público de pasajeros “a la mayor brevedad posible”. Entre las razones citaron los beneficios del sistema nacional para los usuarios y la gestión de los subsidios para las empresas que brindan el servicio.
“Queremos una ganancia digna y justa en función del trabajo indispensable que realizamos para el sistema. Basta de explotarnos; sean justos en el reparto", concluyeron.
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