Con algunas ventas, abrieron las ferias con la expectativa de poder funcionar los domingos
El debut fue el jueves. Los feriantes registraron pocas ventas pero destacaron la posibilidad de volver a la actividad. Con el turismo prohibido, observaron que los tandilenses recorren los espacios. Ahora esperan poder extender el permiso hasta los domingos, “el día más fuerte”.
En el marco de la apertura gradual de actividades durante la Fase 5 de distanciamiento social preventivo y obligatorio, el Municipio permitió el funcionamiento de las ferias dependientes de la Subsecretaría de Cultura y Educación y de las llevadas adelante de manera articulada con la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat.
Recibí las noticias en tu email
Con el decreto que firmó el Intendente, el jueves volvieron a funcionar el Mercado Artesanal, la Feria de Artesanos de la Plaza Independencia, la de Emprendedores de La Movediza, el Mercado de Pulgas, la de Mujeres Emprendedoras, la Feria Verde y el Mercado en tu Barrio.
Para ello, debieron implementar un protocolo específico de funcionamiento elaborado por el Sistema Integrado de Salud Pública.
Luego de pasar cien días inactivos, restricción que los obligó a poner en marcha distintos canales virtuales para mantener las ventas, los feriantes celebraron la posibilidad para retomar el ritmo, estar vigentes y con presencia en la comunidad hasta tanto se obtenga un panorama más alentador.
En el debut, que coincidió con el feriado del 9 de Julio, hubo movimiento de personas pero pocas ventas.
El Mercado de Pulgas volvió con sus puestos sobre la plaza de la avenida Monseñor de Andrea. Con menos feriantes, la propuesta que se desarrolla al aire libre mantuvo actividad el jueves y ayer, dado que el viernes las condiciones climáticas limitaron la presencia en el lugar.
Allí, los vecinos que salieron a realizar alguna actividad recreativa o llevan a los niños a la plaza se convierten en potenciales clientes, que se detienen a mirar algunas de las propuestas, entre las que se destacan las antigüedades.
El Mercado Artesanal propició un espacio cálido, con estacionamiento propio y ofreció una variedad de artículos, desde juguetería, cerámica y cuchillería hasta mates, cueros, joyería, artículos regionales, cosmética natural y más.
Expectativas y concurrencia
Mientras aprovechaba el último sol de la tarde para hacerle frente a la fría jornada de sábado, uno de los puesteros de la feria de Monseñor de Andrea, Carlos Ussai, compartió su percepción sobre la reapertura y sumó su reclamo para que se pueda extender el calendario de funcionamiento, aunque reconoció que esa misma limitación también es igual para otras actividades.
“Empezamos con muchas expectativas pero con poca concurrencia”, definió en diálogo con El Eco de Tandil y explicó que confluyen diversos factores como el climático, los cuidados por la pandemia y la ausencia de turismo, que “es nuestro fuerte”.
Sin embargo, reconoció que “vamos a seguir”, y más aún luego de haber superado los meses de aislamiento. Por eso, en su caso, decidió montar el puesto, ordenar todos sus artículos y estar presente a la espera de alguna buena venta.
Dijo que cumplen con las medidas recomendadas y que las autoridades municipales estuvieron el jueves y ayer temprano para supervisar la reanudación de la actividad.
En el puesto contiguo, Marcos Espelet y Yamila Loguercio exhibieron una importante cantidad de libros usados, una propuesta que por estos días generó interés en los vecinos, además del retorno de los clientes. “Tuvimos un buen comienzo”, contaron a este Diario y dijeron que el jueves observaron mayor presencia en el paseo y que ayer el movimiento disminuyó.
“Estábamos esperando que nos habilitaran para volver; para nosotros es un hobby pero también un ingreso extra”, indicaron, y por esa razón pidieron funcionar también los domingos, “que es el día que la mayoría de las personas tiene libre”.
“Un volver a empezar”
En el Mercado Artesanal del paseo del Lago del Fuerte la jornada sabatina estuvo tranquila. Con un feriante cada dos puestos, una modalidad implementada para limitar la presencia de personas en el interior del predio, el movimiento de vecinos se mantuvo a lo largo de la tarde con intermitencias.
Algunos pudieron intercambiar diálogos con los potenciales clientes sobre los detalles de las producciones y generar alguna venta. Otros, enfocaron su tarea en acomodar los productos con la alegría de poder “volver al ruedo”.
Luciano “Lucho” Ferraris observó que “hay mucha menos gente pero hay. Tenemos baches de horas que no anda nadie y que después activa”. En esta instancia, consideró que se produjo una “reapertura simbólica”, que implicó “romper el hielo después de tanto tiempo; es un volver a empezar”.
Desde su opinión, sería bueno abrir el domingo “porque es el día que más personas andan”, circunstancia que los obligaría a reforzar la organización para evitar la concentración de gente en una tarea que “hacemos entre nosotros”.
En ese sentido, destacó el buen compañerismo entre los feriantes, que se turnaron en las distintas jornadas para atender los puestos ante las limitaciones por el espacio.