Con más de mil usuarios en Tandil, el cannabis medicinal se convirtió en una demanda social

Son cada vez más las personas que recurren a la Organización No Gubernamental Cannabis Medicinal Tandil para compartir su problemática y encontrar una alternativa medicinal a su dolencia, asimismo también ha aumentado la cantidad de médicos comprometidos con profundizar sus conocimientos sobre esta opción con el fin de ayudar a quienes utilizan este aceite esencial. Así es que Ana María Fasecas, con fibriomialgia, Gustavo Ojeda y Agustina Capristo, por afecciones de su madre e hijo respectivamente, confluyeron en un mismo camino y fin: informar, conectar y acompañar a quienes elijan la alternativa complementaria que posibilita este cultivo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAl formar este proyecto, a fines de 2016, su principal objetivo estaba claro: “Visibilizarnos”, sostuvo Ana María. Abrieron las puertas a un tema que urgía en la sociedad y recurrieron a la Universidad Nacional del Centro (Unicén) para hacerlo sonar más fuerte y darle la importancia que se merecía el asunto. Esa conexión dio lugar a la primera jornada de debate de cannabis medicinal en esta ciudad, realizada el primero de abril de 2017, inicio que desencadenó un camino siempre ascendente en todo sentido. De hecho ese mismo día se acercaron desde el Círculo Médico, de la Asociación de Abogados, profesionales particulares y otras personas e instituciones interesadas en el tema.
Por esa fecha a nivel nacional se promulgaba la Ley 27.350, permitiendo el uso medicinal de la planta de marihuana y sus derivados, aunque sin incluir explícitamente el autocultivo. Si bien se reguló mucho después, permitió que el tema trascienda y empiece a formar parte de la agenda.
Tal como cuentan Fasecas y Ojeda, este año y medio que llevan trabajando, si bien es corto en tiempo, resulta sumamente intenso y fructífero. “Para nosotros que trabajamos para la enfermedad, desde la enfermedad, sabemos que el dolor no espera”. Se trata de aunarse en una cuestión solidaria y cooperativa donde todos juntos exigen la presencia del Estado, “pero tiene que ser ya, no dentro de diez años”.
“La demanda existe porque se sabe que el extracto de cannabis funciona”, enfatizaron, contando que en esta ciudad ya son más de mil las personas que recurren al uso del aceite esencial como tratamiento complementario. “Jóvenes y adultos interactuamos en esta angustia que es el dolor y la calidad de vida, para los afectados y sus familiares”.
Con el autocultivo como único camino seguro para tratar las enfermedades, ya que el cultivo sigue estando prohibido y el derivado de cannabis no existe en nuestro país, Fasecas, Ojeda y Capristo proponen un modelo para que la gente no caiga en el narcotráfico, en el mercado negro ni en cosas inseguras ni costosas.
“Siempre aclamando la presencia del Estado, lo que hacemos es crear legitimidad justificando la desobediencia obligatoria al no ser representados por la ley, y así nos visibilizamos”. El resultado es el apoyo total de la comunidad e instituciones, recordando que son más de mil los usuarios que logran sostener su tratamiento y ya cerca de 70 profesionales médicos los comprometidos a acompañar en los aspectos terapéuticos.
“Nuestro trabajo consiste en conectar al paciente con su doctor, tratando de que funcionen juntos en esta elección”, distinguieron. Por esto mismo es que la propuesta para este año se enfoca en la capacitación de médicos. “El paradigma se rompió, es ahora el paciente el que le plantea al profesional el tratamiento que sigue y le explica de que se trata, en ese sentido es que deben ahondar conocimientos”. Cabe destacar que en Bahía Blanca quieren incluirlo como taller dentro de la carrera de Medicina.
Ejemplo para el Mercosur
Del 24 al 27 de abril se llevarán a cabo las VI Jornadas de Extensión del Mercosur (JEM), además se dictará en I Coloquio Regional del Centenario de la Reforma y del Pre Congreso Nacional de Extensión Universitaria de Argentina.
El fin es buscar aumentar la masa crítica de actores vinculados a la extensión universitaria como sinónimo de compromiso académico con la sociedad, estimulando el trabajo conjunto y coordinado con los distintos actores gubernamentales, sociales, productivos, educativos, científicos y culturales, de los países hermanos del Sur.
En este marco habrán dos foros de discusión centrales, uno vinculado a las mujeres en los distintos ámbitos de la sociedad civil, y otro al cannabis medicinal con sus aportes y desafíos del trabajo colaborativo.
Desde la ONG de esta ciudad y la misma de Bahía Blanca, proponen dar a conocer distintas experiencias de articulación, en Argentina y el resto de América Latina, que permitan seguir avanzando en la resolución de una problemática común: el acceso legal a un cannabis medicinal de calidad, gratuito y con acompañamiento médico.
El miércoles 25 a las 19 y con más de mil invitados de todos lados, quedará demostrada la importancia de la temática. “La idea es que sigan surgiendo estos modelos de actores que, mientras se espera el apoyo del Estado, como institución puedan acompañar a los que necesiten ser guiados en este camino”, destacó Gustavo Ojeda. “Presentaremos nuestro trabajo, contaremos nuestra historia con la extensión universitaria de acá, expondremos sobre el éxito de este modelo que desarrollamos, proponiéndolo como ejemplo a seguir para el resto de Latinoamérica”.
Como el encuentro organizado por Unicén podrá ser presenciado por quienes abonen una inscripción previa, desde Cannabis Medicinal Tandil prepararon una jornada informativa para el día siguiente. Será abierta al público en general, con cita en el Teatro de la Confraternidad a las 18. Cabe destacar que el evento fue declarado “De Interés Social; Cultural y Educativo” por el Honorable Consejo Deliberante. “Vamos a compartir con la sociedad las conclusiones que sacamos en el Foro, además de poder abordar de manera más general todo lo que refiere a esta alternativa”, contaron.
El dolor urge
La regulación de la ley que aprobó el uso del cannabis para medicina “se quedó muy corta, porque convirtió al espíritu de la ordenanza en un protocolo de investigación”.
Tal es así que, dos años después de esa promulgación, se dio a conocer la Resolución 258/2018 firmada por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, mediante la cual se aprobaron las condiciones de habilitación para los predios de siembra y cultivo de cannabis con fines de investigación médica y/o científica. Según dijo Fasecas esto dejó afuera a los cultivadores y alargó en el tiempo la necesidad urgente de respuesta a tantas patologías que no están en condiciones de aguardar esos protocolos de estudio.
Lo que dice la resolución es que los predios e instalaciones cumplimentarán los requisitos que exige la ley y serán sometidos a la correspondiente inspección y estudio de seguridad. El Ministerio de Seguridad de la Nación dispondrá de personal capacitado para tales efectos y elaborará un informe que contenga un sistema de seguridad apto para la utilización eficiente de los recursos. Para ello, se contemplarán, según cada caso, condiciones como la situación medio-ambiental y poblacional de las zonas linderas; las vías de aproximación y escape; el sistema de guardia y la estructura edilicia, entre otros aspectos.
“Es un adelanto muy grande, pero por ejemplo, yo que tengo fibromialgia y 62 años no puedo esperar los tiempos científicos”, dijo Ana María. “Es una buena ley”, admitieron los fundadores, pero imposible a la hora de implementarla, ya que el solo hecho de tener una planta es ilegal, lo que imposibilita el estudio de la misma, en consecuencia su extracción de aceite y posterior uso.
En muchísimos países ya están las experiencias avaladas, sin ir muy lejos en Chile y Uruguay el autocultivo y consumo están permitidos. En este sentido, para los fundadores de esta ONG tandilense “ya no se puede seguir con ratoncitos de laboratorio, porque se pierde tiempo y es necesaria una respuesta urgente para la demanda que es cada vez más grande”.
Mientras tanto, desde Cannabis Medicinal Tandil asumen el rol social de invitar a la gente a este camino de autorregulación, para visibilizar su necesidad y hacerse cargo de su propio tratamiento.
LA HISTORIA DEL CAÑAMO Y MANUEL BELGRANO
Las de abogado, militar y periodista son tres de las caras más conocidas de Manuel Belgrano. Sin embargo, el prócer tenía una mentalidad revolucionaria y avanzada. Como parte de ese espíritu, no sólo fue instrumental a la independencia argentina sino que también –entre otras cosas– militó el cultivo de cannabis.
Durante sus años de educación en España, el joven Manuel se puso en contacto con la marihuana, que allí poseía usos medicinales, se fumaba en forma de uno de sus derivados, –el hashish– y era clave en la economía textil de la mano de la fibra del cáñamo. Lejos estaba de conocer su uso recreativo.
El plan para implementar la plantación de cannabis fue desarrollado en 1797, antes de crear la Bandera. Lo hizo pensando en explotar su utilidad industrial, ya que además sostenía que la planta era un “exterminador de la miseria” porque podía servir como fuente laboral ideal para mujeres pobres. Según cuentan los historiadores, él escribió sobre los beneficios que podría tener para la colonia su cultivo para fabricar telas, cuerdas y sobre todo lonas, insumos que venían muy bien para la industria naval.
“Se los veía a French y Beruti muy elegantes repartiendo escarapelas, pero había una realidad de la que Belgrano se hacía cargo, e intentó traer el proyecto de plantar marihuana en Argentina para hacer las velas de los barcos con la intención de construir grandes flotas y poder colonizar”, relató Ana María Fasecas, haciendo repaso de la historia.
El plan no solamente quedó trunco, sino que además 221 años después, conociendo los incontables beneficios de esa planta su cultivo está prohibido.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios