Con pleno empleo, el gremio de la sanidad vuelca el esfuerzo en regularizar el trabajo en geriátricos
Desde ATSA, Adriana Jones señaló que de los 120 geriátricos que hay en la ciudad, menos de 60 están registrados. Ante esta situación, trabaja con los organismos estatales para defender los derechos de los trabajadores. Por otro lado, destacó la importancia de la capacitación, teniendo en cuenta que el sector genera fuentes de empleo.
Desde el año pasado, la delegación Tandil de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina) aumentó la cantidad de afiliados -ronda el millar- en línea con las fuentes de empleo que generaron los establecimientos de salud, pero además por la regularización del trabajo “registrado en gris” en los geriátricos. Adriana Jones, referente de la entidad, indicó que el sector tiene pleno empleo para los enfermeros, mucamas y asistentes de geriátricos que cuentan con formación y son responsables.
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Tandil, con su sede ubicada en Rodríguez 145, es una de las 48 delegaciones de ATSA La Plata, que conduce el secretario general Pedro Borgini, quien además es secretario general de la Fatsa y concejal de la capital provincial. A cargo de la delegación local está Adriana Jones, que también es secretaria de actas de la comisión de la capital provincial, quien elogió al conductor de la central por haber construido un “gremio de puertas abiertas”.
El sector más conflictivo
Al analizar la situación del sector, la referente de la delegación Tandil explicó que los conflictos emergen principalmente en un rubro. “Los geriátricos registrados no llegan a 60 y, en realidad, los que hay superan los 120. La mitad está en la ilegalidad y lamentablemente, esos empleados están perdiendo la posibilidad de un sueldo digno, no gozan de vacaciones, no tienen aguinaldo, no tienen un sueldo completo ni ART”, describió.
Los establecimientos que están en regla se encuentran inscriptos en el Ministerio de Salud de la Provincia y en Inspección General del Municipio. Sin embargo, en los más de sesenta que operan en Tandil de manera irregular, ante cualquier inconveniente los empleados piden asesoramiento en ATSA.
Al dar ejemplos sobre el empleo irregular, Adriana Jones contó que “tenemos en este momento una trabajadora de un geriátrico que está registrado, que está embarazada y no tiene ningún tipo de derecho. Vino al gremio, como cualquiera, con ese temor de perder lo poco que le pagan, entonces estamos haciendo el trámite con el abogado” para que logre los beneficios que le corresponden.
“Tenemos audiencias en el Ministerio de Trabajo de la Provincia, que le hemos pedido la colaboración y nos ha brindado absolutamente todo, entre inspecciones y audiencias a las que concurre el empleador. Nos cuesta que nos entreguen la documentación de los afiliados registrados, ya que nos presentan cuatro horas y si declaran dos o tres trabajadores, sabemos perfectamente que hay un faltante”, aseveró y argumentó que aunque tengan un solo paciente, no le dan los turnos para cubrir las 24 horas.
Las inspecciones
En la minuciosa tarea de buscar los geriátricos que no están habilitados, la referente del sindicato mantuvo una reunión con la delegación del Ministerio de Trabajo de la Nación y a partir de ahora van a trabajar en conjunto para detectarlos. Pero además, en aquellos lugares donde no los dejen ingresar, van a recurrir a la fuerza pública.
En ese sentido, dijo que muchas veces los establecimientos se hacen pasar por otro tipo de locales. Por ejemplo, hallaron encubierto en una casa de familia que tenía una trabajadora registrada como personal doméstico, donde atendían a adultos mayores.
Entonces, la representante gremial puso el foco en la sociedad y destacó que es la propia familia la que lleva a los abuelos a los establecimientos sin habilitación. Al mismo tiempo, reconoció que “los adultos mayores que están en situación de calle o de riesgo, que de ellos se ocupa la Municipalidad, tenemos la tranquilidad y la seguridad de que están en los lugares habilitados”.
La realidad marca que la sociedad enfrenta una problemática en relación a la tercera edad, ya que muchas veces la familia no puede contener al adulto mayor en su casa. Entre los motivos, las patologías que padecen, como Alzheimer, que no permite dejarlos solo y los tienen que acompañar de manera permanente porque se pueden escapar de la casa o sufrir algún accidente.
La regularización
Adriana Jones afirmó que los geriátricos deberían representar para el gremio el mayor porcentaje de los puestos de empleo de la ciudad porque son muchos. “Tenemos que lograr que todos se regularicen. Hacer los operativos, que ahora los vamos a hacer en conjunto con Nación”, ratificó.
“Nuestro objetivo, porque cada vez se abren más hogares -como se llaman ahora-, es que esos establecimientos puedan tener al personal como corresponde, como al menos ocurre con los que sí están registrados a través del Municipio”.
Reseñó que las audiencias y charlas con los empleadores les han dado buenos resultados, porque “hemos logrado que este famoso trabajo de cuatro horas, muchos lo regularicen mes por mes y vayan poniendo a sus trabajadores realmente en el horario en que trabajan”.
Se mostró conforme con la paulatina regularización de los establecimientos registrados y confió que muchos dueños piden plazos porque no pueden blanquear a todos al mismo tiempo. También dijo que entiende que es un esfuerzo, pero es lo que corresponde para la protección de los trabajadores, por ejemplo, frente a los riesgos por accidente o agresiones.
El acuerdo salarial
Además del personal de geriátricos, ATSA representa a los trabajadores de los centros de internación, de laboratorios de análisis clínicos, de internación domiciliaria, emergencias y consultorios médicos.
En cantidad de fuentes de empleo en Tandil, en segundo lugar están los centros de internación (clínica y sanatorio). La situación laboral de estos grandes establecimientos es buena y el sindicato se encuentra a la expectativa por el pago de los salarios, con el bono por el Día de la Sanidad y el incremento.
“Hemos roto el techo de paritarias con el 27,5 y el 30 por ciento y además hay un bono extra que se va a dar por el 21 de septiembre Día de la Sanidad, que se tiene que otorgar antes de esa fecha a los empleados, que rondará los 1500 pesos”, informó la encargada de ATSA Tandil.
Por otra parte, los laboratorios funcionan muy bien, en tanto que surgen algunos inconvenientes con los consultorios médicos, donde los secretarios deben cobrar el sueldo más un monto por manejo de computadora y el seguro de fidelidad por el manejo de la caja. “Eso es muy difícil que lo cumplan”, dijo y agregó que son unos 7 mil pesos.
La salud de los afiliados
En la delegación también funciona la obra social, por lo cual reciben a gran cantidad de afiliados que asisten a autorizar las órdenes del Círculo Médico. Pero además, entregan ciertos medicamentos, como los de HIV, para resguardar la intimidad y asisten a los pacientes con internación domiciliaria.
En cuanto a los riesgos que genera el trabajo, Adriana Jones sostuvo que hay conciencia, entonces los empleados se cuidan de las infecciones graves con el HIV y los centros de prácticas e internación cuentan con todos los elementos para la prevención. Sin embargo, surgen casos por accidentes.
Por otra parte, confirmó como un problema recurrente las lumbalgias en enfermeros, quienes deben levantar pesos al movilizar a los pacientes. En ese aspecto, indicó que los deben atender por la ART, lo que permite que puedan contar con el tiempo prudente de recuperación.
Los cursos
En cuanto a los beneficios, además de la obra social y la ART, los trabajadores registrados tienen la posibilidad de la capacitación que “es una puerta abierta en cualquier lugar”.
Adriana Jones informó que ATSA dictó el curso de cuidador de adulto mayor, en conjunto con la Fundación Docencia e Investigación de la Salud, Fatsa y el Ministerio de Empleo y Trabajo de la Nación, que se extendió por 380 horas, fue abierto a la comunidad y con un cupo de 30 participantes.
La propuesta fue un éxito, ya que entregaron 26 diplomas y todos los alumnos ya habían conseguido trabajo al finalizar el primer cuatrimestre. En tanto, otros ya contaban con empleo en un geriátrico y en una empresa de internación domiciliaria.
La historia de ATSA
En los orígenes del gremio, alrededor de 1949, se comenzó a gestar la idea de que los trabajadores de la salud privada debían agruparse para defender intereses mutuos, en pleno apogeo de las sociedades de socorros mutuos y beneficencia, formadas por grandes grupos de inmigrantes.
Por entonces se desarrollaron reuniones de los trabajadores, sobre todo de la rama de enfermería del hoy Hospital Italiano, primero en la Sociedad Protectora y luego frente a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y Beneficencia. Desde allí surgió, el 19 de enero de 1949, el primer consejo directivo de ATSA La Plata que luego, con el transcurrir de los años, fue avanzando a 48 distritos de la provincia de Buenos Aires. Hoy abarca, trazando una línea al extremo oeste, hasta la localidad de Trenque Lauquen, y en su extremo sur, hasta Tres Arroyos.
Su historia tuvo un rol preponderante dentro de los períodos de lucha del movimiento obrero, fue sede de la CGT de los Argentinos y lugar de confluencia de todos los gremios de la zona. Sus dirigentes llegaron a estar en los más altos niveles de la Fatsa (Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina).
En 1954, ATSA compró una casa ubicada en calle 5 número 375, en donde está la sede en la actualidad, y en 1957, cuando terminó la intervención que se había iniciado tras el derrocamiento de Perón, arrancó un proceso de reconstrucción y recuperación de los derechos de los afiliados.
En 1965 ATSA La Plata consiguió la personería gremial, dándole un ámbito de actuación. Se pactaron así los primeros convenios colectivos.
En 1970 se amplió la jurisdicción de ATSA y se incorporaron los partidos de Tandil, Benito Juárez, Gonzales Chaves, Tres Arroyos, Las Flores y Monte.
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