JUZGADO DE FAMILIA
Convocan y capacitan a personas o familias de Tandil para ser parte del programa de Cuidadores Familiares
La jueza Silvia Monserrat explicó cómo funciona esta experiencia piloto de la SCBA
El Juzgado de Familia N° 1 de Tandil forma parte de la experiencia piloto del Programa de Cuidadores Familiares, que nació a partir de la propuesta de un juez de familia de San Miguel y que luego la SCBA (Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires) extendió a otros organismos judiciales afines, sumando hasta hoy 8 juzgados en el territorio bonaerense.
El objetivo del Programa es convocar y capacitar a personas y/o familias que quieran ofrecerse como cuidadores familiares para el acompañamiento –convivencial o no- de niños, niñas y adolescentes entre 10 y 17 años en situación de abrigo, es decir, carecen de cuidados parentales -porque se los ha sacado de su grupo familiar de origen- y han sido institucionalizados o se encuentran transitoriamente al cuidado de una familia. “Cuando se desvincula de su familia de origen a un niño, niña o adolescente se evalúa si luego de un tiempo puede retornar a ella, a una familia ampliada o a un referente afectivo. Pero si eso no es posible permanece institucionalizado, sin cuidados parentales", señalaron.
Por otra parte, en toda la Provincia, la postpandemia reveló una baja notoria en la cantidad de inscriptos en el registro de adoptantes. Actualmente, tenemos la menor cantidad de inscriptos que he visto en los últimos 14 años, desde que me desempeño en el Poder Judicial y un enorme porcentaje de inscriptos –alrededor de un 80%- busca chicos por debajo de los 5 años. Por esa razón, quienes tienen entre 10 y 17 años son los chicos con mayores dificultades para encontrar adoptantes”, amplió la doctora Silvia Monserrat, titular del Juzgado de Familia N° 1, el único del Departamento Judicial de Azul que participa de esta experiencia de la SCBA.
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El Registro
Para la puesta en marcha de este Programa se pensó en la creación de un Registro de Cuidadores Familiares, es decir, se busca generar una nómina de personas que tengan voluntad de acompañar y asistir solidariamente pero que no necesariamente quieran adoptar. No siempre la figura de adopción resulta viable porque no se han encontrado postulantes, aquellos chicos no dan su consentimiento subjetivo para ser adoptados o la adopción no resulta ser la figura adecuada para ellos. “Esta tarea es casuística: cada caso se da en función de los requerimientos de aquel niño, niña o adolescente y de lo que el cuidador ofrezca. Como cualquier vínculo, se construye en función del compromiso que se asume, de las posibilidades y proyectos de ambas partes”, agregó la Jueza.
Requisitos
Deben ser mayores de edad, solos o en relación de pareja: no importa la situación legal en la que se encuentren pero es importante que si están en pareja ambos tengan la voluntad de ser cuidadores, aunque el rol lo ejerza solo uno. Lo mismo sucede con las adopciones: tenemos solicitudes monomaternales, monoparentales, homosexuales y heterosexuales. El tipo de familia es indiferente siempre que el niño, niña o adolescente lo acepte.
El cuidador va a asumir un compromiso que puede ir variando, siempre que pueda brindar todo el apoyo que pueda y que el otro necesite. Ese apoyo no se entiende solo en términos económicos porque el Estado debe seguir garantizando ese respaldo hasta los 18 años. La obligación del sistema de protección y promoción es recuperar los derechos vulnerados de esos chicos en todos los aspectos: social, económico, psicológico, psiquiátrico, es decir, en la salud integral en los niveles que se necesite según el caso. Por lo tanto, no se busca primordialmente apoyo económico sino apego familiar, un lugar donde el chico pueda vivir o compartir un fin de semana, contar con una persona que sea un modelo a seguir, que lo va a respetar, acompañar y ayudar en los conflictos e inquietudes. La intención de este Programa es contribuir en la reparación de los derechos vulnerados de aquellos chicos que se encuentran en esa situación.
Pueden participar de este programa las personas que están inscriptas en el registro de adopción. Automáticamente se los consigna en el registro de adoptantes como transitoriamente no disponible, es decir, no van a ser llamado para ningún proceso hasta el momento de efectuar la reinscripción, donde se readecuará ese proyecto adoptivo.
Inscripción
Los interesados en ser parte de la nómina deberán completar el formulario on line que se encuentra en la página web https://adopciones.scba.gov.ar/AltaFormularioCuidador.aspx , consignando todos los datos que se solicitan. Luego deberán realizar los talleres de capacitación e información profesional y finalmente serán evaluados para ponderar su inclusión en el Registro.
Quienes se inscriban en el Registro de Cuidadores Familiares podrán ser convocados para asumir las responsabilidades de cuidado, autorizándoselos por medio de figuras jurídicas tales como las de referentes afectivos, tutores, guardadores u otras dispuestas por el juez o jueza que entienda en la causa.
Sin inscripción, no se puede participar de los talleres. Aquellos que tengan alguna duda o dificultad para realizar el trámite on line pueden acercarse al Juzgado de Familia N° 1 (Yrigoyen 857) donde recibirán la asistencia que necesite.
“En Tandil estamos abriendo este Registro que permanecerá abierto a todos los interesados y que en abril brindará los primeros talleres de capacitación para quienes ya se hayan postulado. Es condición excluyente inscribirse para tomar los talleres obligatorios y virtuales, donde se brinda información y se mostrarán otras experiencias para que la gente pueda conocer diferentes casos. Luego de la capacitación los interesados resolverán si desean seguir adelante y asumir el compromiso. En tal caso, posteriormente serán evaluados por un equipo técnico. Nosotros tenemos la obligación de saber si una persona cumple con los requisitos legales necesarios y está preparada para la frustración. Muchas de estas vinculaciones suelen ser frustrantes, por lo tanto debe estar preparada para el nivel de dificultades que conlleva y no siempre cuenta con la resiliencia necesaria para este tipo de procesos. No se trata de un acto de caridad, sino de conocer las fortalezas propias para poder brindar a esos chicos lo que necesitan, sin expectativas”, concluyó Monserrat.