De Tandil a Lituania: el viaje soñado de los Czop para unir raíces y afectos
Gustavo y Claudia Czop compartieron en "Tandil Despierta" la emotiva experiencia de su reciente viaje a Europa, una aventura de 45 días que combinó la alegría de reencontrarse con su hijo en Barcelona, un recorrido por Francia, Bélgica y los Países Bajos, y un profundo regreso a los orígenes familiares en Lituania.
"Ya les compré los pasajes, no queda otra". Con esa frase de su hijo Facundo, radicado en Barcelona, comenzó a materializarse un viaje que Gustavo y Claudia Czop describen como "soñado". Lo que siguió fue una travesía de 45 días meticulosamente organizada por Facundo, que los llevó a recorrer no solo España, sino también el sur de Francia, Bélgica y los Países Bajos, en una experiencia que mezcló turismo, reencuentros y una profunda conexión con sus ancestros.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDurante su participación en el desayuno del programa "Tandil Despierta", emitido por Eco TV y Tandil FM 104.1, la pareja relató con emoción los detalles de una aventura que tuvo como principal motor la visita a su hijo, quien vive en Barcelona desde hace más de cuatro años. "Estar 45 días con Facu, las 24 horas del día después de tanto tiempo, fue lo más lindo", confesaron.
Sabor a reencuentro: de la paella a las anécdotas del rugby francés
El viaje estuvo plagado de momentos memorables, desde disfrutar de una auténtica paella y fideuá frente al mar Mediterráneo en Barcelona, hasta deleitarse con las "bocatas de calamares" en la Plaza Mayor de Madrid. Pero los afectos tandilenses también se hicieron presentes en Europa.
En el sur de Francia, visitaron al reconocido rugbier tandilense Ignacio Calles, gran amigo de su hijo. "Estuvimos en los festejos de su despedida en el club Section Paloise, viendo el partido desde el palco de los familiares", contó Gustavo, quien fue entrenador de "Nacho" en sus inicios. La visita también incluyó un momento de profunda espiritualidad en el Santuario de Lourdes. "Estar ahí en la gruta es una sensación que no se puede contar. Me cayó una gota de agua, yo digo que eso fue una bendición", relató Claudia.
Un regreso a las raíces: 88 años después
Uno de los capítulos más conmovedores del viaje fue la visita a Lituania, la tierra natal de los abuelos de Gustavo. "Cuando llegamos, mi prima me dijo: '¿Tenés conciencia de que después de 88 años sos el primero que vuelve?'", compartió.
El regreso fue un viaje en el tiempo. Pudo visitar la aldea y la casa donde vivió su abuela, reconociendo paisajes y lugares que solo conocía a través de sus relatos. "Lo que me contaba mi abuela de cómo era el lugar, lo vivencié. Íbamos en el auto y yo le iba cantando los lugares. 'Pero vos ya estuviste', me decían. No, es lo que me contaba mi abuela", narró.
El encuentro con su familia lituana fue igualmente emotivo, al descubrir fotos que su abuela había enviado desde Argentina a Lituania y otras de su juventud, con los trajes típicos, antes de emigrar. Que su hijo Facundo lo acompañara en este regreso a los orígenes cerró un círculo perfecto. "Fue hermoso", definió.
El viaje, según contaron, no solo les permitió conocer nuevas culturas y paisajes, sino que, fundamentalmente, les "abrió la cabeza" y fortaleció los lazos familiares, uniendo el pasado de sus ancestros con el presente de sus descendientes en un continente que, por 45 días, se convirtió en su hogar.