A 20 kilómetros de Barcelona, en el pueblo de Mollet del Vallès, la música se vive en la calle. Allí creció Roger Bas, músico percusionista que desde hace seis años vive en Tandil, con una historia marcada por la cultura popular, el jazz, el teatro callejero y una filosofía de vida que combina música y comunidad.

“Cada pueblo tenía su semana de fiesta, con escenarios en la calle, bandas y competencias lúdicas”, recordó Roger en diálogo con El Eco de Tandil. 

Desde niño se sintió atraído por el detrás de escena. Su padre, artista plástico, le inculcó el amor por los talleres, las máscaras, la escenografía. Todo en su entorno vibraba con creatividad y la mística de su pueblo y las comunidades aledañas le contagiaron también su vocación.