Desde el sector industrial sostienen que ya no resisten más aumentos de servicios
A raíz de los importantes aumentos en la tarifa de gas que se anunciaron para el comercio y la industria, sumado a la suba de los intereses de financiación de cualquier tipo, desde la venta de valores hasta un crédito de largo plazo y la inflación en general, desde el sector industrial aseguran que están “sumamente complicados”.
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“Lo que más nos repercute es el aumento de los insumos, por la sencilla razón de que no hay mercado que absorba el incremento de los precios que necesitaríamos como consecuencia de los costos, tanto en los servicios como de los insumos”, analizó Omar Farah, contador vinculado a las empresas Talleres Tandil y Fundalum, y referente de la industria a nivel local. La variación constante y permanente, tanto en la materia prima como los traslados que se van dando de las tarifas, que tienen que ver con los servicios públicos, afectan duramente a las empresas. “Cuando se escucha que la inflación supera el 10, 11 o 12% ya es imposible de sostener, porque impacta directamente en cualquier economía familiar o empresarial”, comparó, siendo el porcentaje actual evaluado mucho mayor.
“Si hablamos de inflación tenemos que tener en cuenta el aumento de combustible que genera el aumento del transporte, que a su vez influye en los insumos de materia prima y mercadería. Más el aumento tarifario de cualquier servicio que genera un impacto en los costos y no hay forma de evitarlo, entonces lo única salida es tratar de trasladarlo a los precios, pero lleva mucho tiempo hasta convencer al cliente”, analizó.
Si bien la industria sufrió un proceso distinto con respecto al gas, porque según recordó, ya hace cinco años que han salido de la red domiciliaria, y a partir de ahí vienen pagando con aumento. “A cambio de un mayor costo, te garantizaban la provisión, que por aquellos años era el gran problema. En Tandil exclusivamente las empresas de mayor consumo fueron las que primero hicieron los contratos y después se generalizó”, memoró.
Contó que en esta etapa, de los últimos dos años, han tenido un incremento que prácticamente se duplicó, y en algunos casos triplicó, el monto de la factura que se venía abonando. “A esta incidencia nosotros no la hemos podido trasladar, ni siquiera al mercado externo a través de un mejoramiento sustancial en el tipo de cambio”, adjudicando que esto va repercutiendo exclusivamente en lo que son las finanzas de las empresas.
Trasladar los aumentos
Cuando los recursos son escasos hay que priorizarlos, en este sentido aclaró que lo que buscan en primera instancia es no reducir jornadas de trabajo, no suspender personal y cancelar la quincena o el mes de cada empleado. “En segundo lugar lo que hacemos es volver a reunirnos con nuestros clientes para ver si pueden lograr el incremento”.
Por otra parte, con respecto a las pequeñas empresas, determinó que “esto ya es un desastre en sus finanzas y pone en riego su continuidad si no logran trasladarlo a los precios, porque hay mercados que los absorben y otros que no”.
Acá hay muchas firmas que están vinculadas al comercio exterior y, según contó, son las que más están trabajando. “Eso es muy difícil de trasladar, porque es complicado que en el mercado externo entiendan que pueda haber un aumento de tarifa de más del 40%”. El mercado interno, por su lado, “ya no absorbe más aumento de precios sin provocar una caída enorme en la demanda”.
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