Desde la Cámara de Transporte se afirmó que el aumento del boleto no cubre los costos y objetó el recorte de subsidios
El pasado 28 de marzo el Concejo Deliberante, con el voto de la mayoría oficialista, aprobó el nuevo cuadro tarifario del transporte urbano de pasajeros que planteó un incremento escalonado en tres tramos. Así, desde ese entonces, el boleto plano pasó de 16,29 (valor previo al aumento) a 18,29 pesos; a 20,29 desde el 2 de mayo; y a 22,29 pesos desde este lunes.
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Daniel Albanese, titular de la Cámara de Transporte, evaluó que el aumento no va a afectar el uso del servicio porque “la gente está acostumbrada y ya sabía que esto iba a pasar, sigue siendo el transporte más barato y eficiente de la ciudad”.
Sin embargo, aseguró que las más golpeadas son las empresas de transporte debido a que los cálculos de la tarifa fueron hechos en base a otro nivel de costos, escenario que se modificó luego de que María Eugenia Vidal recortara los fondos destinados a subsidiar el transporte en la Provincia.
“Cobramos los tres primeros meses, pero la Gobernadora firmó el decreto 399 y la resolución 116 que recorta montos para los municipios del interior de la Provincia. En Tandil alcanzó el 22,6 por ciento”, expuso el empresario.
Vale recordar que el traspaso del subsidio del transporte de pasajeros de Nación al área de incumbencia provincial le cuesta al Estado bonaerense 25.000 millones de pesos. La provincia cubrirá el 100 por ciento del subsidio que corresponde a las líneas interurbanas. Pero las comunas locales del interior recibirán un monto fijo, similar al que pagó el gobierno nacional en 2018.
Sector desfinanciado
Como los costos están deducidos a partir de diferentes cifras, consignó que este esquema los deja muy mal posicionados financieramente y remarcó que las compañías deben abonar sueldos y medio aguinaldos en esta época. Además, hay en el medio una paritaria en conflicto porque los privados no puede dar respuesta a los reclamos legítimos del gremio. Todo este panorama se despliega frente a un contexto de congelamiento y reducción subsidiaria, y la escalada inflacionaria que avanza sobre el poder adquisitivo.
Pese a lo insostenible de la situación, ratificó que no desean más aumentos de la tarifa para los ciudadanos y precisó que deben respetarse los subsidios nominales anunciados previamente. Para las autoridades provinciales, el escollo radica en una cuestión presupuestaria, cuyos fondos resultan insuficientes para afrontar tal magnitud de gastos.
Albanese informó que el intendente Lunghi prometió a las compañías nucleadas en la Cámara el armado de una comisión con el secretario de Gobierno y el presidente de la Comisión de Transporte del Legislativo para solicitarle a la Provincia explicaciones sobre la disminución de los montos fijados para los subsidios.
Por su parte, valoró que estas acciones deberían implementarse en el menor tiempo posible debido al desfinanciamiento que padecen las empresas.
También se refirió al próximo debate que se generará a partir del vencimiento de la concesión del transporte público en noviembre de este año y aseveró que, aunque hay que actualizar y ajustar aquello que debe mejorarse, “el transporte funciona muy bien”.
“Hay incertidumbre en el sector, estamos complicados, tras la caída del 10 por ciento interanual que registró el boleto plano en abril la inflación no cede, tenemos los mismos subsidios y encima recortados”, finalizó.