El lunes 8 de diciembre se apagó la vida de Ricardo Berlari, un hombre que pese a no haber nacido en Tandil, desarrolló en nuestra ciudad varias actividades que resultaron trascendentes.

Una cruel enfermedad fue minando su salud en los últimos años, desafío que afrontó con la misma tenacidad que aplicó a cada uno de sus proyectos. A pesar del incesante avance de su dolencia, mantuvo una admirable actividad hasta los últimos días, dejando su sello en la reciente edición de Expotan, testimonio de su irrenunciable pasión por la gestión y el desarrollo local.

Ricardo Berlari fue un hombre de iniciativas, cuya trayectoria profesional se expandió por diversas aristas del quehacer tandilense. Sus primeros pasos lo encontraron en el vertiginoso mundo de la publicidad, donde fundó y dirigió la agencia Big Bang, convirtiéndola en un referente para numerosas empresas y emprendimientos locales. Desde allí, consolidó una reputación de creatividad y eficacia, elementos que luego trasladaría a otros campos.

Su espíritu inquieto lo llevó a incursionar con fuerza en el ámbito de los medios de comunicación, consciente del rol fundamental que juegan en la construcción de la identidad de una comunidad. Berlari fue propietario de la reconocida Radio 104.1, una emisora que bajo su dirección se afirmó como un espacio de información, entretenimiento y compañía para miles de tandilenses. No contento con ello, también se embarcó en la aventura del periodismo gráfico al fundar "El Diario de Tandil", un proyecto que buscaba - a través de la web - ofrecer una perspectiva local y detallada de los acontecimientos, enriqueciendo el panorama informativo de la ciudad.

Pero quizás una de sus contribuciones más recordadas sea su rol fundamental en la reactivación de Expotan, la tradicional feria anual que constituye una verdadera postal de la producción y el desarrollo regional. Bajo su liderazgo y visión organizadora, las últimas ediciones de Expotan recuperaron el brillo y la convocatoria de antaño, consolidándose nuevamente como un punto de encuentro esencial para el sector agropecuario, industrial y comercial de Tandil y la región. Su habilidad para gestionar, coordinar y proyectar eventos de gran envergadura quedó patente en cada detalle de la exposición, que supo mantener viva hasta sus últimos momentos.

Más allá de los medios y la organización de eventos, el espíritu emprendedor de Berlari lo llevó a explorar nuevas facetas del comercio. De este modo, también fue el motor detrás de un par de conocidas vinerías que rápidamente se ganaron un lugar de preferencia.

El legado de Ricardo Berlari  trasciende la suma de sus múltiples emprendimientos; deja el recuerdo de un hombre que, con su visión y su trabajo incansable, contribuyó de manera significativa al desarrollo y la vitalidad de Tandil. Su ausencia se sentirá en cada rincón donde supo dejar una huella.

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El Eco de Tandil

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