El aumento de delitos de abuso y narcomenudeo en la mira de los jueces del Tribunal de Casación Penal
Los magistrados provinciales Mancini, Kohan y Maidana visitaron el distrito con la intención de dar a conocer su trabajo. Encontraron en Tandil un alto nivel académico en los profesionales que dio espacio a un debate enriquecedor. Dentro de sus preocupaciones, la persistencia de la venta de estupefacientes a menor escala y los delitos de connotación sexual. A nivel país, hablaron de una justicia “a punto de explotar”.
El Colegio de Magistrados y Funcionarios del departamento judicial de Azul junto con la Asociación de Abogados de Tandil y el Instituto de Estudios judiciales de la Suprema Corte organizaron una jornada de jurisprudencia y actualidad, que tuvo como disertantes protagonistas a los jueces del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires Fernando Luis María Mancini, Mario Kohan y Ricardo Maidana.
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La jornada tuvo lugar en el salón del Consejo Superior del Rectorado de la Unicen y en conversación con El Eco de Tandil tanto Pablo Gabriel Quaranta y Luis Surget, presidente y vice respectivamente del Colegio de Magistrados y Funcionarios de Azul, como el consejero representante local Diego Araujo, remarcaron la importancia de haber contado con la presencia de estos expertos. En el encuentro, además de aclarar lo que realmente significa “cazar” una sentencia dieron origen a un debate muy calificado, del que participaron abogados, defensores, fiscales y jueces. “Fue tan enriquecedor que no importaba el reloj, sino los conocimientos que se transmitían”, aseguró Quaranta.
Con respecto a lo que significa la posibilidad de contar con este tipo de intercambio, Araujo sostuvo que la ciudad está ávida de eventos académicos, más allá de contar con una Universidad de primera línea. “En materia de conocimiento jurídico, e independientemente de que el Poder Judicial se encuentra creciendo día a día, quizás nuestra dependencia con el departamento judicial de Azul ha hecho que muchas veces no se generen eventos de estas características, entonces esta oportunidad representó mucho para nosotros y es el puntapié inicial para que jornadas de este tipo se sigan haciendo”, estimó.
A nivel departamental manifestaron la intención de que vuelvan pronto y ampliar la convocatoria a otros jueces colegas también muy respetados, ya que realmente consideraron importante la difusión de sus tareas. “Vimos un auditorio que no tenía ganas de levantarse y eso es muy bueno”, celebraron.
El juez, un ciudadano más
Tal como explicaron los jueces Mancini, Kohan y Maidana a este Diario, el Tribunal de Casación Penal controla todas las sentencias criminales en toda la provincia, en este aspecto destacaron que Buenos Aires es una de las áreas más conflictivas del país no solamente en volumen sino en la gravedad y trascendencia de los casos que llegan.
“Para nosotros es una oportunidad muy buena, porque nos permite dar a conocer nuestro trabajo”, indicaron, comprendiendo que es clave en estos tiempos la comunicación, principalmente para hacer saber que hoy el Juez no se queda solamente detrás de un escritorio sino que es un ciudadano más que tiene que dar respuesta todos los días trabajando.
Explicaron entonces que, simplemente convirtieron algunas doctrinas, que es lo que van decidiendo sobre los diferentes temas que resultan centrales para la sociedad, con la intención de que se sepa que no todo es tal como aparece en los medios, sino que están siempre tratando de hacer las cosas mejor.
Por otro lado, informaron que este Tribunal tiene una particularidad que solo es compartida por la Suprema Corte de Justicia y es que tienen competencia en la totalidad del territorio bonaerense, con lo cual les llegan sentencias de todos los distritos. Por lo tanto, resaltaron la importancia de tener contacto con los operadores judiciales de la provincia y poder intercambiar opiniones y visiones, para interiorizarse sobre cuáles son las necesidades y perspectivas de la gente que trabaja en el departamento judicial de Tandil, en este caso. Este conocimiento les permitirá ofrecer un panorama sobre su propia actividad y en qué pueden contribuir y colaborar, entendiendo la idiosincrasia de cada una de las regiones.
Delitos de connotación sexual
Semanas atrás, datos de la Procuración de la Corte revelaron que el Departamento Judicial de Azul, del que depende Tandil y otras diez localidades vecinas, lidera el podio por tener la mayor cantidad de denuncias de abusos sexuales agravados. Si bien tres de cada cuatro denuncias por delitos se concentran en el Conurbano, donde se producen, si se tiene en cuenta la densidad poblacional, la ecuación cambia completamente, resultando el interior de la provincia como mayor generador de ilícitos per cápita.
Al ser consultados por este incremento, los jueces que conforman el Tribunal de Casación Penal coincidieron en que notan un crecimiento generalizado de las cantidades de causas con connotación sexual, siendo justamente uno de los temas que abordaron durante la jornada.
En un gesto de honestidad, Mancini adelantó ante los presentes que no contaba con una réplica certera para hablar sobre el incremento tremendo de delitos contra la integridad sexual. “Se me ocurre que es porque somos más gente que antes, pero claramente no alcanza esa respuesta”, confesó, planteando la dualidad entre si es que hay más denuncias o realmente hay más hechos de este tipo.
Por su parte, sus pares Kohan y Maidana sostuvieron que la sociedad ha cambiado en el buen sentido, entonces una situación de sometimiento que antes podría haber parecido normal hoy ya no lo es porque se tiene más conciencia sobre los derechos de cada persona. Además, con optimismo indicaron que no solamente hay mejor información, sino que el servicio justicia probablemente da mayor contención; entonces esos casos que antes terminaban en la nada y manoseados por el sistema, muchos de ellos actualmente terminan en sentencia, lo que termina siendo un dato claramente alentador.
El kiosquito de la droga
Otra de las cuestiones, dentro de la competencia provincial, que está llamando la atención y preocupando a los jueces es la venta de drogas en el narcomenudeo o comercio de estupefacientes en menor escala.
“Notamos que persiste, pese a las políticas públicas que se implementan y al trabajo de las fuerzas de seguridad sigue habiendo una gran cantidad y advertimos que hay un fenómeno social relacionado con la situación económica que incide directamente en este delito”, fundamentaron.
A modo de problema, denotaron que cuando no se logra desbaratar a la organización grande, “el kiosco” es lo más fungible del sistema, porque si detienen al que vende en un punto en particular probablemente al día siguiente el de al lado comience a cubrir la demanda. Así es que se refirieron a un deterioro que va más allá de lo que solía ser el tráfico de estupefacientes.
Para el caso, insistieron en remarcar que las fuerzas de seguridad libran a “brazo partido” una batalla todos los días y aunque reconocen ese trabajo, la realidad alerta que el delito no disminuye. “Vemos que hay más número de causas, lo que implica mayor cantidad de procedimientos, que a su vez significa más detenidos, y quiere decir que a nivel seguridad se va en el camino correcto”, aseguraron, advirtiendo que “si esa labor alcanza o no” lo determinará el tiempo.
Para considerar, la causa de una persona implicada en el narcomenudeo termina en una condena con una pena mínima de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, o sea que no tiene modo de quedar en suspenso no condicional. Además, se le libra una multa, que explicaron que en este caso justamente no es lo importante.
Dentro de este mismo delito, revelaron que hay un notable incremento en el número de mujeres que se dedican a la actividad del narcomenudeo, generando como consecuencia un problema mucho mayor alrededor que tiene que ver con lo social. En este aspecto, empieza a influir su rol de madre, en el caso de las que son, por ende la justicia debe ocuparse de resolver dónde quedan los chicos, en qué condiciones y con quién, generando toda una cadena de arrastre.
A nivel de esta región puntualmente, lo que ven muchas veces es la contracara de lo que pasa cuando hay alguien afectado por las drogas y delinque. Indicaron los especialistas que obviamente la instrucción del delito debe hacerse así se continúa con el proceso penal y se resuelve, pero muchas veces el daño personal, social y familiar que se genera sigue subsistiendo, lo que se traduce en una problemática que no siempre se puede canalizar porque los centros asistenciales son escasos o con pocos recursos.
Alto nivel académico local
Aunque están al tanto de las carencias estructurales, que advirtieron son comunes a todo el Poder Judicial, hicieron foco en las necesidades académicas que pudieron percibir a raíz del debate con la sociedad judicial local. En este marco de intercambio subrayaron que se encontraron con colegas con un alto nivel de preparación y con inquietudes interesantes, muchas vinculadas a los juicios por jurado en lo que Buenos Aires es pionera en implementarlo. “En definitiva somos todos abogados cumpliendo diferentes roles dentro de lo que es el proceso penal”, consignaron.
Según contaron, fundamentalmente lo que se dejó ver en la charla fue un claro compromiso por parte de los tandilenses, “amor por la camiseta” y mucha dedicación relacionada con la problemática delictiva local.
El presidente del Tribunal, Fernando Luis María Mancini, distinguió un alto grado de conocimiento en la jurisdicción. “Tandil, tan importante histórica y turísticamente me despertaba cierta curiosidad, y quedé hiper satisfecho con el nivel académico y de compromiso”, enfatizó. Al respecto, aseguró que esto viene muy bien, porque en general la justicia argentina está “un poquito desprestigiada” y aquí encontraron un foco de honestidad y sabiduría jurídica. “Parece puesta al servicio del ciudadano”, determinó.
A punto de explotar
En un breve repaso sobre lo que está pasando con la justicia a nivel país, con sus necesidades y urgencias, Mancini advirtió que todos los que se están promocionando en este comienzo de campaña la han puesto en un lugar en el que está a punto de explotar y tendrá que arrancar de cero.
“Lo cierto es que no sé cómo va a ocurrir ni tengo ideas fundacionales, igual me parece que los jueces tenemos mucho que ver en su deterioro. Si pensáramos a la justicia desde el servicio más que desde el poder, estaríamos por un buen camino”, reflexionó.