El Colegio de Arquitectos detecta una pronunciada caída de la construcción que es anterior a la pandemia
Entre el 1 de enero y el 20 de marzo de este año, visó la mitad de los proyectos que en igual período de 2015. Las autoridades distritales y locales marcaron que la crisis de la industria de la construcción es previa al coronavirus. Mientras aguardan medidas de reactivación, discuten el rol profesional para los próximos años. Apostaron a mejorar el diálogo con el Municipio y plantearon herramientas para asesorar a la comunidad. Además, pusieron en valor su rol de urbanistas y desmitificaron que sus servicios sean más costosos comparados con técnicos e ingenieros civiles.
En ocasión de la celebración del Día del Arquitecto, autoridades del Distrito VIII y de la delegación local dialogaron con El Eco de Tandil sobre los desafíos que enfrenta la profesión, la actualidad y el ineludible contexto del coronavirus. Superados ampliamente los tres meses de aislamiento social, la digitalización de los trámites permitió retomar las actividades y la mayoría de las obras que estaba en ejecución retomó la construcción. Pese al contexto, con una marcada caída de la actividad y un aumento de la matrícula, plantearon los debates que se vienen después de la pandemia.
Recibí las noticias en tu email
En la sede de Arana 1016, los arquitectos Claudio Colletta, presidente del Distrito VIII; Marcos Barrionuevo, vocal titular del Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires; Diego Solavaggione, tesorero del Distrito VIII; y Manuel Aguerre y Micaela Rocco, delegados de Tandil, describieron la actualidad de la profesión y compartieron sus visiones sobre el trabajo diario.
-En Tandil, el Colegio de Arquitectos tiene participación en la vida pública, los convocan…
Claudio Colletta: -Tenemos una relación, que siempre es mejorable pero bastante correcta, con las autoridades de la Municipalidad. Igual hay que profundizarla un poco. Tenemos representación en comisiones; hemos presentado proyectos de ordenanza que se han aprobado, que se han tratado; propuestas en cuestiones urbanas que las han escuchado; pero también tuvimos como una especie de paréntesis, porque los últimos tres años de gestión del colegio fueron del otro sector. Si bien las autoridades de la delegación pertenecían a nuestro espacio, fue un poco más acotado lo que podíamos gestionar en la localidad.
-¿Se detuvo esa relación?
Claudio Colletta: -No se detuvo, pero es más difícil hablar en nombre del colegio cuando las autoridades distritales por ahí no te apoyan lo suficiente o cuando la gestión la hacen sin darle intervención a la delegación o a los matriculados de la localidad. Ahora es mejor. No se abandonó la representación, pero ahora queremos intensificarla, inclusive a lo que era antes de la gestión anterior.
Más que nada, tenemos en el colegio el Instituto de Estudios Urbanos, a nivel provincial y con sus grupos en los distritos, que por lo general, emite opinión por algún tema urbano en el que se requiera y hace trabajos concretos sobre determinados sectores de la ciudad. Esos trabajos no terminan solamente al presentarlos, sino que después hace falta gestionarlos ante los gobiernos. En eso queremos concentrarnos también, no sólo en Tandil sino en otras localidades; trabajos que se han hecho de determinados sectores urbanos, gestionarlos en la administración pública.
-¿Se sienten escuchados en esa propuesta?
Claudio Colletta: -En algunos aspectos sí y en la mayoría no. La administración también es difícil, llega una propuesta pero bueno…
-A veces lo urgente tapa lo importante…
Claudio Colletta: -Casi siempre. En el urbanismo más todavía, porque uno toma medidas hoy que cuyos resultados negativos o positivos se ven dentro de 20 años, con suerte. Con lo cual, no está en la agenda inmediata de ningún gobierno, salvo que haya algún problema de resolución muy urgente. Los procesos de planificación son lentos y exceden cualquier gobierno.
-Después tenemos casos como Villa del Lago, donde ahora se votó la declaración de utilidad pública para resolver una falta de planificación del pasado.
Claudio Colletta: -Por ejemplo, ese problema tiene 30 años y se coloca primero en la agenda cuando hay urgencias. Más allá de ese caso en particular, cuando se toman decisiones con urgencia, por ahí se cometen errores.
Menos proyectos y más matriculados
-¿Cómo encuentra a los arquitectos la cuarentena, con la suspención de la construcción y el reinicio?
Claudio Colletta: -Si bien la pandemia existe, es innegable, no queremos atribuir la crisis del sector de la construcción solamente a la pandemia. Hace unos días sacamos un estado de la situación previo a la pandemia y comparamos trimestres de 2015 a 2020, del 1 de enero al 20 de marzo, que fue cuando comenzó la cuarentena.
-¿Qué parámetros tuvieron en cuenta?
Claudio Colletta: -La cantidad de expedientes visados en todo el distrito. Todas las tareas profesionales que se desarrollan requieren un visado colegial, con lo cual da un pantallazo de la cantidad de trabajo en bruto. De 2015 a 2020, de 1190 expedientes, estamos en 650.
-Casi la mitad.
Claudio Colletta: -Casi la mitad, con un crecimiento de matriculados de 330, que éramos en ese momento, a los 434 que somos ahora. Un 25 por ciento más de matriculados, con el 50 por ciento de encomiendas profesionales.
-Esos números comparan 2015 y 2020, ¿en el medio fue gradual la merma?
Claudio Colletta: -Sí, salvo una recuperación mínima. Hubo 1195 en 2015; 1054 en 2016; 819 en 2017; 1027 en 2018; 660 en 2019 y 651 en 2020. Por eso, no es lo mismo enfrentar la pandemia con una realidad parecida a la que teníamos en 2015 que con esta realidad, ya con ese deterioro, y nos parece interesante cortar el análisis acá, porque la pandemia es mundial, no podemos hacer mucho más que quedarnos adentro y se supone que va a pasar. La caída de la industria de la construcción que se dio en estos últimos años tiene que ver con políticas, con decisiones políticas, ahí sí hay para actuar y para opinar.
-Cuando hablan de decisiones políticas, sobre todo con respecto a la economía. ¿Qué observan en ese aspecto? ¿Qué factores influyeron?
Claudio Colletta: -Hay parte de la industria de la construcción que se mueve con ahorros, con inversión, por excedentes de otras actividades. Por ejemplo acá, el excedente de la actividad agropecuaria se vuelca a la construcción. Y después está la necesidad de arquitectura que tenga la gente, que eso muy difícil hacerlo con ahorro propio en el mejor de los casos. Eso sin financiamiento oficial es imposible para algunos sectores, porque no acceden al mercado de capitales privados y en ese sentido, las políticas públicas son las que motorizan.
-¿Apuntan a que finalizó el Procrear y no hubo más herramientas similares?
Claudio Colletta: -El Procrear es medio el emblema de eso. Hay otro proceso que se da, esto es un análisis muy global de cantidad de trabajo, pero en nuestro sistema de expedientes está diferenciado lo que eran expedientes del Procrear. En ese número, que en algún momento lo vamos a sacar, se ve la incidencia del Procrear que no es solamente en la cantidad de expedientes sino también en cómo se democratiza la encomienda de trabajo. En épocas de crisis, en nuestra profesión, se concentra el trabajo en estudios más grandes que subcontratan estudios más chicos, con suerte, para tareas de documentación o de gestión. Hay estudios a los que no les afecta la obra que los dueños tienen financiamiento para realizar, la obra propia, que era el mercado del Procrear.
-¿Hay expectativas? Porque se rumorea que están por anunciar otro programa similar.
Claudio Colletta: -A nivel nacional y provincial, les pasó lo mismo que a nosotros, salvando las distancias, cuando estaban empezando a anunciar medidas de reactivación en varios sectores, incluido el de la construcción, fue cuando vino el tema de la pandemia. De hecho, hace 15 días, la ministra de Hábitat presentó un programa que la primera etapa está más destinada a temas de infraestructura, regularización dominial, hay algo para reformas, pero en cantidad de viviendas eran 4 mil que a nivel nacional era muy poco, pero la idea es profundizarlo al año siguiente si se puede.
La pandemia
-¿Cómo subsisten los arquitectos? ¿Qué realidades escuchan?
Claudio Colletta: -Como pueden. Igual hubo algunas cuestiones que nos permitieron de alguna manera, salvo el primer mes, seguir trabajando, siempre y cuando los comitentes que teníamos estuvieran de acuerdo. Primero, la Municipalidad implementó un sistema de visado a distancia, a los 15 días, para empezar a estudiar los permisos de obra. Si bien todavía no se podían empezar las obras, para avanzar en el trámite. Con lo cual, todos los que estaban haciendo alguna tarea de proyecto pudieron avanzar.
Nosotros, internamente, ya veníamos trabajando en un proceso de visado digital, que lo lanzamos a la semana de la pandemia. Con lo cual se pudo trabajar sin necesidad presencial, entonces se visaron muchos trabajos y se presentaron expedientes en la Municipalidad. Eso en algunos lugares se pudo hacer como en Tandil, pero porque la municipalidad estaba cerrada como ocurrió en Azul.
Manuel Aguerre: -Ese visado digital por parte del colegio tenía un fin primario para el consejo superior de resolver una problemática de darle una herramienta al matriculado, que el trámite sea más sencillo. Con esto de la pandemia, ya estaba preparado el sistema y se pudo implementar. Entonces, si bien la relación con el matriculado se interrumpió en el primer período de la pandemia con toda la normativa emanada a nivel nacional, que obviamente adherimos y cumplimos, con este sistema digital se pudo mantener la relación con el matriculado, sobre todo en algo tan sensible como su ejercicio profesional.
Y como colegio, también teníamos talleres ya iniciados de forma presencial que tuvimos que también implementarlos en forma digital, así que continuamos con los cursos después de un mes y medio de discontinuidad, los pudimos terminar e incluso, empezamos otros que pudimos canalizar por esa vía también.
-¿Y cuando tuvieron que volver al terreno? Había que presentar todo el protocolo y autorizar el permiso.
Micaela Rocco: -Los matriculados acompañamos las medidas nacionales y nos fuimos transformando como sociedad en este contexto. Hubo que adaptarse al nuevo protocolo, las nuevas disposiciones, pero creo que vamos acompañando bien; en general, trabajando bien con el Municipio, también, que es importante.
-Cuando se reactivaron las obras recibían consultas, ¿tuvieron que asesorar?
Micaela Rocco: -Sí, el trabajo en equipo con el Municipio creo que en esta instancia fue importante. Consultas recibimos a diario, sobre todo al principio, cuando retomamos la actividad de manera presencial en el colegio.
-Además, los hicieron un poco responsables de que se cumpla el protocolo en las obras.
Claudio Colletta: -No llegó a ser una discusión, pero sí una sugerencia de que no seamos responsables de esa medida de seguridad. La seguridad en las obras existe desde hace mucho, la responsabilidad de seguridad e higiene. El director técnico, que es la tarea que más hacemos en la obra, no es responsable de la seguridad, entonces mucho menos tendría que ser responsable de la seguridad en estos casos.
Las obras más grandes tienen el profesional de seguridad e higiene que proyectó un plan y que lo hace llevar a la práctica. El problema era en las obras más chicas, pero no tan chicas, cualquier vivienda no tiene un programa de seguridad e higiene. Ahí es donde más recaía la responsabilidad en el director técnico de la obra y solicitamos que en el compromiso que se asumiera, al menos figurara el propietario de la obra.
El futuro
En cuanto a las medidas necesarias para reactivar la construcción, apuntaron al desarrollo de la obra pública y a la mejora del poder adquisitivo del salario en combinación con el acceso al crédito hipotecario. En principio, ratificaron que obras como escuelas, hospitales, dependencias públicas, edificios de servicios, centros comunitarios, entre otros, podrían movilizar al sector.
Por otra parte, remarcaron que otra posibilidad está vinculada a la generación de suelo urbano que implica diseñar determinadas áreas de la ciudad. “Es una incumbencia exclusiva que tenemos los arquitectos y muchos colegas no lo saben”, destacó el presidente del distrito.
Por último, Colletta deseó un feliz día a los colegas y recomendó a la comunidad que “contrate arquitectos cuando tenga problemas de arquitectura, porque es mentira que somos más caros que el resto de las profesiones. Tenemos la misma tabla de valores referenciales y aportamos a la misma caja. Hay un mito de que es caro contratar a un arquitecto”.
Los debates que se vienen
“Nos estamos preparando para la postpandemia. Se tiene que pensar en el mundo que va a venir y dónde vamos a transitar nuestra profesión”, sostuvo Marcos Barrionuevo.
En ese debate, mencionó que “se está hablando, por ejemplo, de nuevas ciudades, del modo de densificación. Hoy lo típico es la densidad de las grandes ciudades, el hacinamiento, todas cuestiones que la pandemia puso sobre la mesa, y se trata de ver qué pasa con las ciudades de densidad media, cómo crecer, y en todas esas cuestiones tiene que estar el colegio”.
En esa línea, sostuvo que “hay un proceso que tenemos que transitar que es la función social que tiene el arquitecto. Más que nada, la vinculación con la comunidad que siempre se habló y nunca se realizó”.
Desde el Colegio, manifestó que “hay una serie de herramientas que está al alcance, dentro de la política, y tenemos una comunidad que necesita generar suelo urbano, lotes nuevos, y están las herramientas y la demanda. Nosotros vendríamos a ser el nexo entre la comunidad y el Estado”.
Y resaltó que en Tandil “hay un montón de instrumentos que tenemos que aplicar, falta la decisión política”, en relación al Plan de Desarrollo Urbano, el Banco de Tierras, la Ley de Hábitat, la historia de asociaciones que impulsaron loteos como Graduados, entre otras.
En ese sentido, Claudio Colletta discrepó en que no falta suelo urbano, sino que la población que lo requiere no puede acceder por los valores del mercado inmobiliario. “En la mancha urbana hay mucho suelo vacante y con servicios”, dijo.
Nexo con la comunidad
“El colegio tiene prevista la creación de una secretaría de hábitat y vivienda, que tiene la idea de vincularse con la comunidad para resolver estos aspectos. Está en un formato de estudio, pero justamente pensando en la postpandemia. Necesitamos mirar hacia adelante con cierto tiempo para poder desarrollar esa idea e implementarla”, anticipó Barrionuevo.
El arquitecto mencionó que hay organizaciones que ya están vinculadas al territorio que demandan asesoramiento. “Sobre eso hay que actuar y ahí es donde vemos el aspecto social que tiene nuestra profesión”, advirtió y agregó que el colegio oficiaría de nexo entre la comunidad y el Estado.
Proponen hacer un concurso para el Conservatorio y el IPAT
Por otra parte, desde el Colegio de Arquitectos pretende llevar adelante una política más agresiva para impulsar los concursos, que desafían a los profesionales a dar la mejor respuesta al plantear un edificio pero además representan un modo democrático para acceder al ejercicio.
Por caso, hicieron una presentación ante el Consejo Escolar de Tandil para que se genere un concurso de proyectos para diseñar el edificio para el Conservatorio de Música y el IPAT, que estará ubicado en Avellaneda y Richieri. En ese sentido, descartaron que provoque demoras o mayores costos, teniendo en cuenta que representa el 1,2 por ciento del valor de la obra.
El año pasado, el área de Infraestructura de la Dirección General de Escuelas de la Provincia había acercado una propuesta que fue rechazada por las comunidades educativas, lo que animó al Colegio a acercar la idea de generar el mejor proyecto a partir de un concurso entre los matriculados.
Sin respuestas aún, aguardan que se pueda avanzar ya que la pandemia demorará cualquier obra y habrá tiempo para poder plantear un concurso que genere el mejor proyecto para ambas instituciones educativas.
Una convocatoria
Por otra parte, está en marcha el concurso distrital para ampliar la delegación de Olavarría. Se lanzó el 8 de junio y los arquitectos deberán presentar los trabajos el mes próximo.
Si bien el Covid-19 complejizó el proceso, los interesados pudieron visitar el espacio antes del brote que se dio en Olavarría. Ahora se abre el interrogante por la modalidad de la jura, ya que debería participar algún profesional de La Plata pero no se sabe si podrá viajar a esta zona.