El Colegio Sagrada Familia fue blanco de la quinta amenaza de bomba en los últimos días
En la mañana de ayer, la seguidilla de amenazas de bomba tuvo como blanco al Colegio Sagrada Familia, que al igual que el resto de las escuelas afectadas por esta modalidad delictiva en los últimos días, obligó a las autoridades educativas a evacuar el edificio ubicado en calle Paz 684 y suspender las clases.
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Esta vez, el llamado que alertó sobre la presunta presencia del artefacto explosivo en el inmueble de calle Paz 684 fue recibido a media mañana en el mismo establecimiento. Rápidamente, se dio aviso a la policía y se procedió a la evacuación de directivos, docentes y alumnos.
A raíz del alerta, se interrumpió el tránsito vehicular sobre calle Paz, entre San Martín y Sarmiento, y los estudiantes fueron llevados hasta la Plaza Martín Rodríguez, donde fueron retirados por sus padres.
El edificio educativo, en tanto, permaneció cerrado a la espera de los efectivos de la Brigada de Explosivos, con sede operativa en Azul, quienes arribaron a la ciudad pasado el mediodía y ratificaron que una vez más se trató de una falsa alarma.
Cabe consignar que se trató del quinto hecho ocurrido esta semana y desde la Jefatura Distrital de Educación se dijeron preocupados por la situación.
El martes, los establecimientos fueron la exescuela de Comercio, situada en 4 de Abril y Marconi; y la Técnica 2, ubicada en Alem y Maipú. En tanto, el lunes había sido el turno de la Escuela Normal y tres días antes del Colegio de la Sierra.
En todos los casos, las autoridades educativas coincidieron en el llamado a la conciencia de toda la ciudadanía sobre los perjuicios que este tipo de modalidad delictiva ocasiona no solo en lo que refiere a lo pedagógico y administrativo, sino en toda la ciudad debido a los riesgos a los que se someten a los chicos, los inconvenientes que le ocasiona a sus familias y también los gastos que implica el operativo de seguridad que debe desplegarse.
El procedimiento
administrativo
Al respecto, el inspector jefe distrital Tandil, Rodolfo Badín, brindó detalles del procedimiento administrativo que debe cumplimentarse en estos casos.
En diálogo con “Dulce o Amargo” (programa de Tandil FM 104.1 de El Eco Multimedios), detalló que en este tipo de situaciones reciben en la Jefatura Distrital de Educación la notificación desde la comisaría. “Automáticamente tenemos que poner en función el protocolo de riesgo y evacuar a los alumnos. Vienen los efectivos de Azul y tenemos que elaborar en la institución el informe de conflicto y dar aviso a la Jefatura de Región”, indicó.
Llegada esa instancia, explicó que “la inspectora de región queda a cargo de las investigaciones, que depende de la Dirección de Legal y Técnica, y una vez que tenemos el acta del informe que hace la gente que viene de Azul ya indican la UFI interviniente”.
Por su parte, Badín reconoció que si bien se trabaja para prevenir estas cuestiones, a veces es “inevitable porque no dependen de nosotros. Son hechos ante los cuales no podemos dejar de evacuar a los alumnos porque la amenaza de bomba puede ser veraz y puede ocurrir algún accidente”.
Las sanciones
Seguidamente, confirmó que “el año pasado en la Escuela Secundaria 10 se identificó el número telefónico del cual se había hablado, era un mayor de edad. Desde la Justicia llegó un oficio con las actuaciones, donde le dieron una sanción de tareas comunitarias de 8 horas semanales que debía cumplir el alumno y, por otro lado, se tuvo que hacer cargo de los costos del operativo que hay que poner en funcionamiento”.
Respecto a los últimos hechos registrados, en tanto, detalló que “también hay un número identificado que desconozco, pero la Dirección de Legal y Técnica lo sabe. Procederán entonces a hacer el mismo informe de rigor y darle intervención a la Justicia como para dar cumplimiento a esto, que es una causa penal”.
La preocupación
Finalmente, Badín compartió la preocupación de los directivos de las instituciones educativas afectadas ante la ola de amenazas de bomba de los últimos días. “Es preocupante y nosotros apelamos a la responsabilidad de cada uno de los padres, que concienticen a sus hijos y si alguno necesita contar con alguna cuestión, lo puede acordar con la escuela sin necesidad de suspender toda una actividad escolar con una amenaza de bomba”, manifestó.
“Además –señaló- nosotros tenemos que poner en marcha todo un plan de riesgo, llevar a los alumnos a un espacio físico que esté seguro, donde los padres tienen que ir a retirarlos, es decir, tenemos que poner en movimiento todo un operativo y es lamentable porque perdemos días de clase y también credibilidad como educación pública porque siempre estamos en el tapete con cosas innecesarias”.
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