El Conservatorio de Música comenzó a funcionar en el predio de la Fundación Vida para todos
Es una de las ocho instalaciones que servirán para que los chicos del Isaías Orbe pueda continuar con su aprendizaje. En principio el acurdo es por un mes, pero se extenderá en tiempo que sea necesario para garantizar las clases. La mudanza comenzó el jueves con los mobiliarios básicos para arrancar las prácticas. El Pastor de la fundación distinguió la solidaridad del tandilense al unirse al reclamo tras la caída del techo del conservatorio.
Luego de que se cayera parte del cielorraso de la institución, hace más de 15 días, los alumnos y profesores del Conservatorio provincial de Música Isaías Orbe estuvieron a la espera de que se resuelva un espacio donde continuar las clases. Finalmente ayer empezaron sus actividades en las inmediaciones de la Fundación religiosa Vida Para Todos, de Alem al 1600, donde asistirán por un mes o hasta que sea necesario.
Recibí las noticias en tu email
Mientras aguardan la confirmación del alquiler de un espacio localizado en Belgrano al 700, los estudiantes serán distribuidos en otras siete entidades repartidas por la ciudad, entre las que figuran el Anexo IPAT, el Centro de Investigación e Innovación Educativa (CIIE), la Escuela de Música Popular, la Escuela Provincial de Cerámica, la Escuela 1, la Iglesia Reformada Tandil y el Centro Cultural Buen Pastor.
El Pastor de Vida para todos, Silvano Cáseres, es además profesor en esa escuela en la cátedra de guitarra y contó en una entrevista con El EcoTV que desde la misma fundación ofrecieron su espacio para cualquier actividad cultural o educativa que haga bien a la gente y que les sirva.
Reveló que hicieron los arreglos oportunos para que ayer las actividades pudieran arrancar con lo necesario. “Yo tengo un equipo de trabajo muy importante y ellos fueron los que hicieron la gestión de los convenios y las formalidades pertinentes”, informó, señalando que la intención fue afianzar el camino para que se concreten las clases.
Según indicó este acuerdo sería en principio por un mes, sin embargo aclaró que todo va atado a lo que se vaya resolviendo con el correr de los días. “Extraoficialmente, creo que las cosas van muy avanzadas, pero mientras se necesite este espacio está para ser usado”, declaró.
La oportunidad en el caos
Si bien el pastor desconoce la cantidad exacta de chicos que concurrirán a clases allí, aseguró que se darán materias interesantes de lunes a viernes en un espacio amplio de tiempo.
La mudanza comenzó el jueves y transcurrió con emoción, trasladando mobiliarios mínimos, aunque fundamentales para las clases. “Se nos piantaba un lagrimón, pero son etapas de la vida”, sostuvo.
Con el mismo sentimiento, hizo referencia a la situación que afronta la educación en general y el edifico del Isaías Orbe particularmente, analizando que los seres humanos en general son propensos a aquietarse y aclimatarse en un lugar. “Yo pienso que siempre que uno se mueve es para mejor y hemos tenido una clara señal de que era tiempo de activar un poquito”, explicó y agradeció que no hayan tenido que lamentar más que daños materiales.
Además, celebró que el inconveniente los haya unido como comunidad, destacando que la ciudad entera abrazó la causa. “Todos podemos sumar lo nuestro, no desde lo material sino del corazón, en pos de un estado mejor de las cosas, así que es una gran oportunidad que tenemos y vamos a ir para adelante”, enfatizó.
Al ser “tandilense de cuna”, como se calificó, dijo que la cantidad de instituciones que se han unido al reclamo en general demuestra que la ciudad tiene la riqueza de salir solidariamente a dar una mano por querer lo mejor. “Hay gente de bien y de fe, que mira adelante con la esperanza de que las cosas van a suceder”, rescató.
En cuanto a la capacidad de la institución comentó que están en una primera etapa, advirtiendo que son una congregación cristiana que está en la ciudad desde 1963 y que tienen su sede oficial en Machado al 400, donde ahora funciona la universidad Siglo 21. El predio, que ahora también utilizan para las clases del Conservatorio, fue adquirido como una extensión de la iglesia para la Fundación Vida para todos. “Es un espacio amplio, con paredes hermosas de piedra, que originalmente era una bodega y ahora es un auditorio abierto para realizar distintas actividades”, describió. A su vez, consta de una cocina, baños y tres aulas preparadas para las clases, entre otras dependencias que van arreglando de a poco.
Este contenido no está abierto a comentarios