El director de Servicios dijo que la recolección “es un tema muy complicado”
Claudio Fuentes expresó que si bien tienen muchas falencias en lo que respecta a la recolección, se han realizado grandes inversiones para optimizarla. Además, se mostró en favor de la compactación de basura.
La recolección de residuos es un aspecto que genera mucha controversia en la ciudad. Un sinnúmero de vecinos se queja porque no pasan por sus casas, otros afirman que lo hacen de manera correcta y eficiente, y otros reclaman porque los perros del barrio rompen las bolsas.
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En definitiva, “es un tema muy complicado”. Así lo catalogó Claudio Fuentes, director de Servicios. Si bien reconoció que tienen varias falencias, aseguró que se están realizando muchas mejoras.
“Nosotros tenemos falencias en el servicio, no hay que ser un necio y negarlo, porque nos debemos a la gente y le tenemos que rendir cuentas. Pero, por ejemplo, todo lo que nos retrasamos en un día, al siguiente tiene prioridad, no es que estamos tres o cuatro jornadas sin hacerlo”, declaró.
Por otra parte, contó que hoy en día no sólo deben hacerle frente a los perros que rompen las bolsas sino también a los chimangos que las destrozan desde arriba.
En lo que atañe a la recolección en sí, certificó que hay una serie de cuestiones –como los vehículos, los mecánicos, los empleados- que hacen que funcione de manera eficiente.
“Cuando yo llegué a la dirección, los camiones eran un desastre. Nosotros compramos 12 nuevos en los últimos ocho años. El Municipio ha hecho una inversión muy grande”, informó. Conjuntamente, reveló que la mayor cantidad de inconvenientes surgía porque el plantel estaba integrado por gente mayor, “y la recolección es una tarea muy exigente”. Por tal razón, el año pasado se incorporó personal de entre 20 y 25 años.
“La gente mayor va teniendo algunos inconvenientes, como problemas en las rodillas o en la cintura. Entonces, entre la falta de camiones y algún problema con la salud de los recolectores, siempre nos quedan algunos recorridos porque no tenemos capacidad para hacerlos”, manifestó.
Respecto a las exigencias físicas de los recolectores, informó que “corren para agilizar el movimiento del camión”, ya que si no, el vehículo debería ir parando a cada rato. De esta forma, transita despacio y no detiene la marcha.
Contenedores, el futuro
Las grandes urbes del mundo funcionan bajo esta metodología. No hace falta irse muy lejos, basta con viajar a Buenos Aires para observar el sistema de recolección de contenedores.
Pero la realidad es que para poder llevarlo a cabo, se necesita de una inversión millonaria. En Tandil, se comenzará por los barrios de La Movediza y Maggiori. Ambos lugares se sacarán del circuito normal de recolección, lo que no implicará que el servicio se restrinja.
En la zona de La Movediza se realizan actualmente dos recorridos, en tanto que en el otro barrio se efectúa uno. A razón de tres personas por camión, se requieren nueve empleados en total. Con esta nueva implementación, sólo se precisarán dos: uno que maneje y otro que lave. De todas maneras, Fuentes aseveró que los trabajadores que queden libres serán reubicados.
Tras las pruebas en estas zonas, seguirán por Villa Aguirre. “Vamos a hacer toda la parte de afuera de la ciudad y después vamos a venir para el centro”, anunció.
Lo que aún está faltando es un lavador de contenedores, una de las cuestiones fundamentales puesto que deben higienizarse todos los días para que la basura que queda pegada a ellos no se incremente.
“Nosotros no hicimos la compra de los contenedores hasta que no estuviéramos seguros de que íbamos a poder comprar el camión que los lava, porque es una situación primordial. No es que se pueden levantar y no lavarlos. Porque hay que limpiar todos los días”, argumentó.
Si bien la recolección es lo que genera mayor preocupación porque “toca a la gente de manera muy sustancial”, Fuentes se encarga de otras áreas que no se deben descuidar porque “todas hacen al conjunto y al embellecimiento de la ciudad”.
El debate por la separación en origen
La discusión respecto a los residuos gira en torno a qué sería más conveniente, si separarlos en origen para que algunos materiales puedan ser reutilizados y reciclados o compactarlos para generar energía eléctrica y obtener agua que puede ser empleada para riego o volcada en un curso natural.
Al respecto, el director de Servicio aseguró que él está más de acuerdo con la alternativa de compactar la basura.
“La separación en origen para nosotros es muy difícil. Estamos más para la compactación que para eso”, apuntó y agregó que separar requiere de una gran inversión debido a que “no se puede juntar lo seco con lo mojado”.
Por tal motivo, se necesita un camión que junte lo seco y otro que haga lo propio con lo húmedo. “Además, después también necesitas una planta para enfardar”, añadió.
Por último, contó que visitó una planta compactadora en La Pampa que funciona “muy bien”. “Ellos enfardan y guardan y luego lo venden”, expresó Fuentes.
Onda verde en la ciudad
Al circular por las avenidas de Tandil, la mayoría de los conductores aspira a hacerlo de manera rápida y eficaz. Para eso, es necesario que, ante la mayor instalación de semáforos, estos se calibren y la onda verde permita un tránsito fluido.
Al respecto, Fuentes sostuvo que si bien en la ciudad la circulación es muy complicada, se está tratando de que sea más ordenada.
“Estamos trabajando junto al jefe del taller de semaforización para que el tránsito sea lo más ágil posible”, expresó y añadió que la onda verde está “bastante bien”, pero “seguramente haya alguna falla”.
“Desde Buzón hasta Rivadavia y desde Espora hasta Avellaneda, están absolutamente calibrados todos. Y ahora coordinamos los de la avenida Colón, que se puede ir todo derecho hasta Quintana”, informó.
Por otra parte, contó que los semáforos que permiten el giro hacia otras arterias cortan la onda verde. “Lo hacen porque son de tres movimientos en un lugar donde van de dos. Es decir, para instalar uno que va a la izquierda, tenés que parar las otras dos calles”, señaló. Empero, recalcó que en las avenidas hay que tratar de que la gente no gire a la izquierda cruzando de carril porque está prohibido.
Asimismo, reconoció que lo que deben hacer es terminar de ajustar la velocidad, que en este momento ronda los 45 y 50 kilómetros por hora. Pero en Avellaneda, por ejemplo, el boulevard que se realizó redujo la calzada, con lo cual “50 kilómetros por hora es una velocidad alta”.
Respecto a las lámparas, explicó que ya no son incandescentes, sino que son todas LED, lo que le permitió a la Municipalidad ahorrar hasta un 85 por ciento en electricidad.