El Ejecutivo ratificó los cambios de circulación, pero analizará modificaciones en el corto plazo
El secretario de Obras Públicas, Roberto Guadagna, confirmó ayer que las modificaciones en la zona de Larrea y Fugl estarán vigentes desde el 4 de agosto, aunque sujetas a revisión a la luz de la finalización de la obra del distribuidor de tránsito de avenida Fleming, que podría estar lista en 120 días. Tras las idas y venidas, el funcionario asumió la responsabilidad por la desprolijidad administrativa sobre el proyecto.
Tras las declaraciones del intendente Miguel Lunghi ante El Eco de Tandil, quien manifestó su desacuerdo con algunas decisiones tomadas en relación al reordenamiento de tránsito en la zona de las calles Larrea y Fugl, el secretario de Obras Públicas, Roberto Guadagna, ratificó ayer los cambios, asumió su responsabilidad por la desprolijidad del proyecto en “términos administrativos” y habló de posibles modificaciones en el corto plazo.
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El funcionario municipal confirmó que el nuevo esquema se implementará el próximo 4 de agosto, aunque deslizó que probablemente será revisado a la luz de la finalización de la obra del distribuidor de tránsito de la avenida Fleming, que podría estar lista en 120 días.
“La idea final es la mayor accesibilidad del tránsito a la ciudad”, sostuvo, y reconoció las idas y vueltas del tema. “Siempre hay que revisar y escuchar a los vecinos”, afirmó.
Los argumentos
En conferencia de prensa, Guadagna explicó que “el cambio de circulación y movilidad urbana en las calles Fugl, Larrea e interiores, viene de la mano de un plan más amplio, que es conseguir disminuir los flujos de determinadas arterias y, en esta área en particular, de la avenida Avellaneda y la zona detrás de la misma. De Avellaneda hacia las sierras, solo dos calles permiten vinculación entre Bolívar y Brasil”, que son Larrea y Fugl.
Luego, recordó que “esto dio lugar a la primera ordenanza que se trató en enero, que no se puso en vigencia en razón de que la obra de pavimentación de Larrea no estaba terminada. En ese plan, habíamos puesto a Larrea por la necesidad de ordenar el tránsito en ese sector, entre Bolívar y Brasil. Luego, Vialidad provincial observó la obra, le hizo hacer algunos arreglos a la empresa, lo que retrasó la recepción provisoria, del mismo modo que la colocación de señalización, etc. Todo eso retrasó la puesta en marcha de la primer ordenanza”.
Precisó que “en ese transcurrir, vecinos del lado de Fugl plantearon observaciones al primer proyecto sobre la circulación por esa arteria, sobre todo, cuando se pierde la doble mano entre Tacuarí y Barrufaldi. En esa lógica, llegaron las demandas a través de distintos bloques del Concejo y eso motivó una remirada del proyecto, que terminó siendo la última ordenanza”.
Ahora, con la normativa aprobada y promulgada, confirmó que surgieron también “inquietudes no solo de los vecinos del lado de Larrea, sino particularmente del flujo de tránsito que viene hacia el distribuidor que se está construyendo en la avenida Fleming, que es el Campus, el barrio Golf, el Country de las Sierras y todo lo que deviene del barrio Las Rosas”.
En ese sentido, el secretario de Obras Públicas ratificó que “el Intendente recorrió la obra y los vecinos se acercaron para plantearle inquietud, preocupación y también alguna molestia. Lunghi manifestó la necesidad de revisar esto, cómo había sido el proyecto elevado al Concejo Deliberante, que no es ningún descargo sino simplemente una manifestación de plantearnos que es un lugar complejo por la topografía, porque solo dos calles vinculan los dos lados de la ciudad entre Bolívar y Brasil. Y también las transversales, Tacuarí y Carriego, son lindantes con Brasil. Hacia Bolívar, no hay transversales posibles por El Cerrito”.
La confirmación
Terminadas las argumentaciones del área, confirmó que más allá de las últimas inquietudes vecinales recibidas, “la ordenanza va a entrar en vigencia el 4 de agosto, como se ha publicado a partir de la aprobación del Concejo Deliberante”.
Y deslizó que “mientras dure la obra del distribuidor, que está establecida en 120 días, sin dejar de prever contingencias de tiempo que demoren la obra más días que los previstos, vamos a abocarnos inmediatamente al re estudio del área y a hacer un plano comparado entre la primera ordenanza sancionada en enero, que no llegó a estar vigente, y esta ordenanza sancionada y promulgada, que va a entrar en vigencia tal como se ha hecho público este lunes”.
En función de ello, aseguró que se va a “estudiar y revisar, a la luz de la finalización del distribuidor de tránsito de Fleming, Brasil y Larrea. Es presumible que Larrea tenga el sentido entre Brasil y Bolívar que señalaba la primera ordenanza. Ahora estamos en virtud de la obra y queremos saber cuál va a ser el comportamiento del flujo del tránsito en el área mientras esté la obra en marcha”.
No obstante, Guadagna aclaró que “si antes de ello se verifica algún tipo de comportamiento que no es previsto, pondremos a consideración del Concejo Deliberante una mirada actualizada del proyecto actual, modificando la señalización y los semáforos”.
Finalmente, tras las idas y venidas, reconoció que el anuncio del proyecto fue “desprolijo en términos administrativos”.
Las modificaciones
El nuevo esquema establece modificaciones en las calles Larrea, Fugl, J. Martí, Martín Fierro y Hansen, el que quedará establecido de la siguiente manera: Larrea mantendrá el sentido ascendente, eliminando la doble mano entre Martín Fierro y Brasil, J. Martí entre Larrea y Fugl quedará en sentido descendente, eliminado la doble mano, Fugl entre Tacuarí y Brasil se mantiene en sentido ascendente, mientras que entre Tacuarí y Bolívar se invierte el sentido que quedará en forma descendente, Martín Fierro entre Lobería y Larrea: descendente y Martín Fierro entre Larrea y López Osornio se mantiene la doble mano y Hansen entre Barrufaldi y Fugl: ascendente, eliminando doble mano.
Además se colocarán semáforos con giro a la izquierda en la avenida Bolívar y Larrea, y en Brasil y Serrano.
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