El gremio de la carne logró una prórroga para la inspección de Senasa y se dilata el cierre de Mirasur
Luego de dos días de reuniones los representantes de la Federación de la Carne, entidad que representa a los trabajadores del sector, lograron obtener una prórroga para la próxima pesquisa que llevará adelante Senasa en las instalaciones del Frigorífico Mirasur.
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Desde el jueves por la mañana que el gremio mantiene reuniones con distintas áreas. Ese día por la mañana participaron de la audiencia de mediación en el Ministerio de Trabajo de Nación ante el posible cierre de la empresa, pasado el mediodía también se encontraron con concejales de todos los bloques locales, a quienes les solicitaron que intervengan ante la Subsecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca para ver si podían lograr una habilitación provisoria. Finalmente en la mañana de ayer fueron recibidos por el director de Asuntos Agropecuarios, Francisco Gándara, el director de Bromatología Federico Sánchez Chopa, y los concejales Rogelio Iparraguirre, José Luis Labaroní y Mario Civalleri. Fue en esta ocasión que lograron el apoyo y acompañamiento para posponer la nueva inspección que estaba prevista para este lunes 14. Esta demora permitiría avanzar en algunas de las obras requeridas para conseguir la habilitación de la planta.
“Lo que se consiguió es una prórroga hasta el miércoles o jueves inclusive porque faltan detalles para terminar de acomodar el frigorífico”, informó el delegado reorganizador de la Federación Gremial de Personal de la Industria de la Carne y sus derivados, Julio Romero, en conversaciones con este Diario, quien agregó que ya se hizo gran parte de la obra que pedía Senasa, aunque aún falta.
El gremialista contó que están haciendo un esfuerzo muy grande quienes están trabajando ahí. “Tenemos la esperanza de que si todo sale bien se va a pasar la inspección y en la misma semana empezarían a trabajar”.
Por su parte el concejal de Unidad Ciudadana, Rogelio Iparraguirre, detalló que algunas de las cosas que están exigiendo desde Ganadería de la Provincia podrían ser retrasables en el tiempo, sin postergar lo referido a cuestiones de salubridad, que es lo que come la gente. Uno de los pedidos por ejemplo refiere a bajar la altura del techo, que está basado en una nueva normativa, pero es una obra que costaría más de un millón de pesos, “lograrlo es como hacer un frigorífico nuevo”. Entonces, esta modificación quedaría dentro de las que se podrían demorar, mientras que se avanzaría con otras cuestiones que implican una inversión pero no tan grande como para poder seguir trabajando. “Es necesario que la actividad retome su marcha para que con ese dinero poder empezar a hacer las inversiones que no hicieron hasta ahora”, analizó el concejal. Según pudo saberse, Javier Legarreta dueño del lugar, habría demostrado voluntad en invertir para las mejoras.
Las fuentes de trabajo
El establecimiento está cerrado desde hace 35 días y peligran las fuentes de trabajo de unas 40 familias de nuestra ciudad. Desde el sindicato reclamaron la intervención del Municipio para evitar el proceso de quiebra al que, entienden, la patronal podría llegar en caso que no se superen los procedimientos de regulación fitosanitarios previstos para los próximos días.
Según indicó el delegado gremial, el conflicto en realidad se remonta a más de un año atrás, ya que desde ese tiempo vienen pidiendo que regulen la situación de los empleados que trabajan sin obra social, ni seguro colectivo, ni se le pagan las quincenas como deberían hacerlo. Situación que claramente se vio agravada por la suspensión de parte del Senasa, que restringió el desempeño de la empresa por no estar en condiciones sanitarias.
En este sentido, advirtieron que el Municipio “no puede mirar siempre de afuera esperando que todo se resuelva en función de la dinámica del mercado, el Estado tiene que intervenir porque es su responsabilidad”.
Desde el gremio apuntan a que Legarreta es el responsable directo de no haber cumplido con las regulaciones y exigencias que planteaban desde Ganadería de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, enfatizaron que el Municipio tiene la responsabilidad de controlar el funcionamiento de los establecimientos donde desarrollan la faena. “Tenemos compañeros que hoy están realizando trabajos de pintura y mantenimiento para que el frigorífico siga abierto”, indicó Romero y agregó que no puede ser que en el marco del Tandil del Bicentenario se esté naturalizando el cierre de un frigorífico.
En busca de la
habilitación
En principio lo que los propietarios del frigorífico buscaban con el acompañamiento de los trabajadores, y finalmente consiguieron, es que le den más tiempo para regularizar su situación y, también, que le garanticen una cuota semanal de trabajo para mantener la fuente de empleo.
La empresa actualmente se encuentra en convocatoria de acreedores y han solicitado ante el Ministerio de Trabajo que se les habilite el procedimiento preventivo de crisis, una medida similar a la que se le concedió días atrás a la multinacional Carrefour.
Por otra parte, Iparraguirre comentó que en la reunión del jueves desde la Federación de la Carne le contaron la experiencia de Olavarría, donde ocurrió una situación muy similar y conformaron una cooperativa con la ayuda del Municipio para garantizar las fuentes de empleo y se quedaron con el frigorífico. “Nosotros lo planteamos como una alternativa en el peor de los casos, si la situación se agravase después de la inspección”.
La revisación del próximo 14 de mayo en la planta de la Ruta 30 pasó para otro día, y en caso de no ser aprobada se especula con el cierre definitivo del frigorífico dejando a todos los trabajadores en la calle. Ante esta posibilidad Julio Romero remarcó que “va a ser muy triste que una ciudad tan pujante como Tandil no tenga su propio frigorífico y deba comprar carne afuera”.
Además, aceptó que tienen sus recursos legales para exigir, pero realmente les llevaría demasiado tiempo y “mientras tanto la gente está pasando hambre”. Cabe destacar que se trata de alrededor de 45 trabajadores que directamente se encuentran ligados a Mirasur, más unos 60 que ya sea por camiones y otras actividades también se verían afectados en caso de que el frigorífico cierre. “Es una fuente de trabajo importante para la ciudad”, insistió el delegado.
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