El Hospital de Niños “Debilio Blanco Villegas”, proyectado al futuro, consolida su crecimiento
El Hospital de Niños “Doctor Debilio Blanco Villegas” cumple ya nueve años. De notable trascendencia para Tandil, el centro asistencial se convirtió en un emblema y recibe el apoyo de la comunidad cada vez que se la convoca. Al mismo tiempo, ha experimentado un notable crecimiento, con la paulatina incorporación de servicios y especialidades, como la reapertura de la terapia intensiva y la incorporación de profesionales residentes.
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En diálogo con este Diario y para celebrar el aniversario, el intendente Miguel Lunghi destacó que desde su puesta en marcha, el Hospital de Niños está funcionando “muy bien”, pero además “crece en forma permanente, tanto en atención médica, como en profesionales, como en aparatología, hay una muy buena evolución”.
Al ir a los datos estadísticos que prueban los resultados, el pediatra mencionó que el Indice de Mortalidad Infantil es el más bajo de la provincia de Buenos Aires, pero además señaló que “prácticamente, el sector privado ha cerrado las guardias y todo se centraliza en el Hospital de Niños”.
-¿Qué lugar ocupa el Debilio Blanco Villegas dentro del Sistema Integrado de Salud Pública?
-Ocupa un lugar con su especialidad. El Sistema Integrado es total. El Hospital de Niños se ocupa a partir del mes -porque antes van a neonatología- hasta los 15 años, con un buen sistema de salud. Después están los otros dos hospitales, el central Ramón Santamarina, que atiende a partir de los 16 años; el Centro de Salud Mental con internación, con 15 camas, y el Centro de Salud Mental de Día, donde hay talleres para que las personas que han pasado por la internación y han salido del cuadro agudo no se desconecten, no dejen la medicación en forma rápida, sino tenerlas controladas, haciendo talleres, tratando de integrarlas de nuevo a la sociedad, y termina con algo muy interesante, donde hay que seguir creciendo, que es con el café Quereme Así Piantao, donde muchos pueden retomar la actividad, trabajando.
-En salud siempre va por más, ¿qué le incorporaría al Hospital de Niños?
-El Hospital de Niños está bien, hay que solidificarlo y que siga trabajando de esta manera. Depende de si algún día se va a regionalizar o no. Es una charla que tenemos abierta con la ministra (de Salud Zulma Ortiz), que tenemos una conversación muy buena, pero después en el Hospital de Niños necesitaríamos abrir los quirófanos porque hoy los tenemos centralizados. Después, está muy bien como hospital. Ya tenemos residentes, y nos faltarían también algunas especialidades que no hay en Tandil y que no llegan.
Ya tengo en el Hospital de Niños un lugar, que es el centro oncológico infantil, que conseguí donaciones de empresarios por 600 mil pesos y se compró todo. Está todo armado, se le puso el nombre de la primera presidenta de la Fundación (del Hospital de Niños), que fue Eva Edjin, que por supuesto está listo, y donde consigamos oncólogos infantiles, que indudablemente no hay mucha cantidad de casos de oncología pediátrica -que es una suerte-, pero hoy estamos en 19 chicos con patologías oncológicas por año entre centros privados y público. Entonces, Tandil no es todavía una plaza interesante para el oncólogo para venir a radicarse. Los tratamientos oncológicos no se hacen todos los días. A veces se hacen dos veces por semana, a veces una; son cuadros serios, complicados, la medicación es muy fuerte.
-¿La apertura de los quirófanos depende de la regionalización?
-Sí, depende de la regionalización y también del tema de la anestesia, porque los anestesistas tienen un modo de trabajar y está todo centralizado. Además, indudablemente, es un hospital hecho con mucho futuro, en el sentido de que tiene 54 camas; se abrió la terapia intensiva; pero todavía no tiene un volumen de cirugías tan grande como para tener apuro de abrirse.
Siempre dije que el Hospital de Niños iba a estar en plenitud total a los 10 años. Yo había propuesto en 2003, cuando fui candidato por primera vez, que iba a hacer un hospital de niños y después tuve la suerte de que conseguí que Jorge Blanco Villegas me lo donara en 2005 y se abriera en 2008, todo lleva su tiempo. Se hizo mucho más amplio para que haya futuro. La cantidad de chicos y la cantidad de patologías y de problemas de enfermedades no es para las 54 camas que tenemos. Sacando dos veces al año, después estamos trabajando con un promedio de entre 15 y 20 camas ocupadas por día. Ahora en julio y agosto, con la bronquiolitis, vamos a estar en alrededor de 40 ó 45 camas. El Hospital se hizo para ahora, por supuesto, pero mirando al futuro de Tandil.
El agradecimiento a
Jorge Blanco Villegas
En esta fecha tan especial, el intendente Miguel Lunghi recordó y le agradeció a Jorge Blanco Villegas (f), quien donó el edificio para el Hospital de Niños, con un proyecto arquitectónico moderno y construcción de primera calidad.
El pediatra recordó que Blanco Villegas “se preocupó, se ocupó, puso los mejores materiales, dirigió la obra prácticamente él. El llegaba, se sacaba los zapatos y caminaba descalzo, con medias, para ver cómo estaban puestos los mosaicos porque no le gustaba que tuvieran ningún tipo de desnivel. Eso lo hacía muchos sábados”.
Y rescató que el benefactor “vivió queriéndole dejar a Tandil el mejor hospital de niños, que fue un pedido mío cuando él me preguntó qué podía hacer en nombre de su padre, que era Debilio. Yo le dije que tenía un proyecto, que estaba buscando dinero y no lo podía concretar. Cuando me preguntó cuál era, le dije que el hospital de niños. Y me dijo: ‘Yo se lo hago’”.
La Fundación,
un pilar
Por otro lado, el Intendente destacó el trabajo de la Fundación del Hospital de Niños. “Es muy importante, mantiene todo lo que es pintura, compra de aparatos. Siempre ayuda muchísimo, y a nosotros nos da la oportunidad, por cuenta nuestra, de hacerlo funcionar con los medicamentos, los profesionales, las enfermeras, las mucamas, todo”.
Para cerrar, Miguel Lunghi recordó que la entidad fue “una idea que nació en el Municipio con gente muy buena que fuimos llamando y después fue tomando autonomía, y trabaja muy bien”.
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