El Indicador Municipal de la Construcción evidenció una fuerte contracción en el primer trimestre
De acuerdo al relevamiento local, el comportamiento de las ventas de materiales de la construcción se redujo en un 19 por ciento en correlación al último trimestre de 2018, y derivó en una contracción acumulada de 20,8 por ciento en el primer trimestre del año, con respecto a igual periodo del año anterior. Desde algunos corralones señalaron que las ventas interanuales se mantuvieron estables pese a que disminuyó el flujo de consumidores finales.
Con la intención de monitorear una actividad de gran relevancia en la estructura productiva local, como es la de la construcción, la Dirección de Estadística Local publica trimestralmente el Indicador Municipal de la Actividad de la Construcción (IMAC). En este caso, se exhibió un breve extracto con los resultados del primer trimestre de 2019, que no resultan muy alentadores para el sector.
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Este indicador toma como parámetro la evolución de las ventas de materiales para la construcción y resulta del cociente entre el monto de ventas mensuales, a valores corrientes, de materiales para la construcción de un grupo de 23 corralones que operan en el municipio, y un índice de precios representativo de la actividad.
La información de las ventas surge de la Encuesta de Venta de Materiales de la Construcción (EVMC) y de los registros provenientes de la Dirección de Ingresos Públicos del Municipio de Tandil, y la magnitud que se utiliza es el Capítulo Materiales del Índice del Costo de la Construcción (ICC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Comparativas
Es notable la caída que experimenta el indicador en el mes de enero: si se compara con el mismo mes del año anterior, el nivel general del índice resulta un 36,4 por ciento inferior. Esta reducción se observa también en la tendencia del IMAC, que en enero registra una variación de -3,2 puntos con respecto a diciembre de 2018.
En el mes de febrero se observa cierto repunte, con un indicador que se incrementa un 2,6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, aunque esta recuperación no logra mantenerse: en marzo el IMAC vuelve a caer, esta vez a valores 23,2 por ciento inferiores a los registrados en marzo de 2018.
En términos trimestrales, el comportamiento de las ventas de materiales de la construcción promedia -19 por ciento si se lo compara con los últimos tres meses de 2018, y deriva en una contracción acumulada de 20,8 por ciento en el primer trimestre del año, respecto al mismo periodo del año anterior.
Si se compara el IMAC con el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) de Indec, se observa que el indicador local registra una mayor amplitud tanto en los incrementos como en las contracciones interanuales.
En el primer trimestre del año, el ISAC mantuvo reducciones de entre 5 y el 15 por ciento los tres meses, mientras que el IMAC alcanzó contracciones superiores al 35 por ciento y hasta recuperaciones de +2,6 puntos porcentuales.
Las altas tasas crediticias y la depreciación del salario son factores fundamentales a tener en cuenta para explicar la contracción del mercado, porque desalientan la toma de créditos por parte de particulares para la construcción y refacción de viviendas. Sin embargo, siguen adelante ciertos proyectos inmobiliarios y de obra pública, que inyectan algo de liquidez al sistema, aunque en menor medida que en otros periodos de mayor bonanza.
Los empresarios del rubro que proyectaron una baja para el segundo semestre la adjudicaron a la caída de la actividad económica, la inestabilidad de los precios y los atrasos en la cadena de pagos.
La encuesta que elabora el Indec señaló que los empresarios estimaron que las políticas para reactivar el sector, que lleva siete meses de contracción, deben dirigirse a la estabilidad de precios, créditos, bajar las cargas fiscales y reflotar el crédito hipotecario.
Ventas estables
El Eco de Tandil consultó con dos firmas comerciales dedicadas a la venta de materiales para la construcción y ambas coincidieron en que no han percibido un impacto notable de disminución en las ventas con respecto a 2018, pero remarcaron que sí hay una baja progresiva de consumidores finales. Según se desprende de los análisis, el margen negativo más amplio que marcó el desplome de la actividad se produce en relación a 2015 y 2016, cuando se vendía casi el doble, pero se mantiene estable durante el último año.
Luciano González, titular de la empresa José Luis González S.A, con sedes en Tandil y Rauch, ofreció su mirada sobre el tema. “Si me decís cuatro años atrás sí está mucho más baja la venta, pero comparando semestralmente 2019 y 2018 estamos iguales”, graficó. Desde su perspectiva, la inauguración de la sucursal local posibilitó la apertura del negocio a otro tipo de mercado, lo que favoreció el flujo de operaciones.
“En Tandil abrimos en agosto del año pasado y ahora mejoramos un poquito, tiene que ver también con una cuestión de maduración del negocio, estamos más instalados”, observó.
González aseguró que el público que se atiende de manera mayoritaria es el de las constructoras, quienes mueven más los hilos de la actividad con proyectos “al pozo”.
De acuerdo a lo expuesto por los comerciantes consultados el incremento de precios ronda un 50 por ciento de un año a otro. En el caso de los insumos ligados a la moneda extranjera, como por ejemplo las chapas e hierros, por mencionar algunos, el aumento es del orden del 100 por ciento, acorde a la devaluación del peso con respecto al dólar.
“Hay cuatro o cinco empresas fuertes en el rubro que compran todo el tiempo, pero los particulares se nota que usan más la tarjeta de crédito, que compran menos, les cuesta más, obviamente porque los materiales están muchísimo más caros”, señalaron.