El Legislativo coronó el capítulo de las motos por unanimidad y con una versión mejorada de la norma
Más allá del acuerdo, desde la oposición marcaron el “hostigamiento” y “presiones” en los cuatro meses que llevó la discusión. Además, emergieron reclamos de operativos dinámicos y estáticos en distintos sectores de la ciudad. Primó la satisfacción tras destrabar y mejorar el articulado. “Con la herramienta que les vamos a otorgar se van a terminar los ruidos molestos y los vecinos van a poder descansar tranquilos”, chicaneó Natalia Chacón.
Tras más de cuatro meses de debate, con la campaña electoral en el medio y frondosas discusiones altisonantes motivadas por el proyecto, el pleno del Concejo Deliberante aprobó la ordenanza de defensa a la salubridad pública frente a los ruidos molestos que provocan las motos. El acuerdo por unanimidad llegó luego de un arduo trabajo que comenzó a encauzarse hace dos semanas, cuando el oficialismo cedió en algunos puntos y la oposición encontró argumentos técnicos para acompañar la herramienta intensamente reclamada por la Secretaría de Protección Ciudadana en respuesta al malhumor comunitario por la contaminación sonora.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon varios pases de factura a Alejandra Marcieri y un contrapunto generado por la no inclusión de las maniobras temerarias en la normativa, la sanción fue celebrada por los distintos bloques que pusieron en valor el debate, el respeto, la paciencia y la generosidad para arribar a acuerdos y al órgano legislativo por su centralidad a la hora de generar respuestas ante problemáticas de la ciudad. Sin embargo, desde la oposición insistieron en la necesidad de que la Dirección de Control Vehicular realice operativos, tanto estáticos como dinámicos, en toda la ciudad.
Durante el tratamiento del tema más trascendente de la sesión, hubo varias menciones de distintos espacios políticos al “hostigamiento” por la ordenanza que no salía; a las ásperas discusiones en el Foro de Seguridad, donde señalaron que se encargaron de “ponernos a los vecinos en contra” y a la “denostación” padecida por el cuerpo en general.
