El Mumbat reabrió la sala que reúne la colección de arte que donó Mercedes Santamarina
Ayer el Mumbat inauguró la remodelación del espacio que reúne las piezas que pertenecían a la nieta de Ramón Santamarina. Estuvo presente Cora de Alvear Santamarina, sobrina nieta de quien donó su colección al museo. El intendente Miguel Lunghi destacó las mejoras que se lograron en la institución. “Estamos muy orgullosos de todo lo que se hizo, hace y se va a hacer”, sostuvo.
Ayer, el Museo Municipal de Bellas Artes inauguró la renovada Sala Mercedes Santamarina, espacio que reúne las piezas de una “colección invaluable” y que constituye uno de los patrimonios culturales más importantes de la ciudad.
Recibí las noticias en tu email
El acto estuvo encabezado por el intendente Miguel Lunghi, que destacó las mejoras realizadas desde el inicio de su gestión, en 2003, y por la coordinadora del espacio, Indiana Gnochini, y contó además con la presencia de Cora de Alvear Santamarina, sobrina nieta de Mercedes.
La sala se abrió en 1998 y ayer se reinauguró con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes y la Asociación de Amigos del Museo, que permitió el desarrollo de un espacio destinado a la exposición de la totalidad de las obras y objetos históricos que fueron donados hace casi 50 años por la nieta de Ramón Santamarina.
“Ver las cosas de la tía Mecha es como sentirla al lado mío”, dijo con especial emoción Cora de Alvear Santamarina al recibir un reconocimiento por parte de las autoridades locales durante el encuentro.
El cuidado del patrimonio
La directora del Mumbat, Indiana Gnochini, fue la encargada de brindar las palabras de bienvenida y de repasar las tareas para reacondicionar la sala que reúne las piezas de una coleccionista “tan exquisita” como Mercedes Santamarina.
Reconoció que representa una “gran responsabilidad” para la institución cuidar la colección “porque ese patrimonio debe resguardarse”, y defendió que a lo largo de su historia el Mumbat trabajó para cumplir con esa premisa.
En esa línea destacó que durante la gestión de Miguel Lunghi “empezamos en sanear” la institución y entonces “comenzamos a elaborar un diagnóstico para la sala Mercedes Santamarina”.
En un trabajo en equipo, se removió la alfombra, se pensó en un sistema lumínico acorde que no dañara las obras “y con la temperatura adecuada para cada una de las piezas, se revalorizaron los objetos, se crearon nuevas vitrinas”, enumeró la responsable del museo sobre todos los detalles que se consideraron.
Para finalizar Gnochini destacó que esta colección “invaluable” que forma parte del Museo “seguramente va a servir para seguir educando a las instituciones escolares, a los artistas y a todo el público que se quiera acercar”.
Orgullo por lo hecho
“Es bueno recordar el pasado para proyectarnos en el futuro”, expresó el intendente Miguel Lunghi. De allí, la importancia del Museo Municipal de Bellas Artes que desde 2003 atravesó una puesta en valor. “Lo primero que hicimos fue hacer un museo como tenía que ser”, recordó y repasó las acciones impulsadas para mejorar el espacio.
Al referirse a las tareas de reacondicionamiento de la sala Mercedes Santamarina, respondió a las críticas sobre el funcionamiento del museo, que recobraron especial fuerza durante el acuerdo que determinó el envío de obras a la sala Lucy Matos de San Isidro.
“Hay algunos que piensan que en este museo no se cuida el patrimonio. Lo que sucede es que no vienen y no ven las cosas que se hacen. Estamos muy orgullosos de todo lo que se hizo, hace y se va a hacer”, aseguró el jefe comunal.
“Gran cariño y cuidado”
Mientras recorría la sala, Cora de Alvear Santamarina se mostró profundamente emocionada, resaltó el nivel de preservación de la colección en exposición y los detalles de la sala. “Han hecho un trabajo muy importante, valorizando los elementos y con un gran cariño y cuidado por el patrimonio”, destacó.
“Tenía un gran cariño por la tía Mecha, con quien pasábamos todos veranos en la estancia La Pola, hoy Ave María. Hemos compartido mucho con ella y he visto todas estas cosas en su casa”, describió.