El sindicato estimó que unos veinte trabajadores de Loimar se sumarían a la reapertura de la fábrica
El delegado Alberto Algañaraz indicó que no tienen información oficial sobre el reinicio de la producción a través de un fideicomiso. Aclaró que sigue vigente la mesa de negociación con los ministerios de Trabajo de Nación y Provincia. Reconoció la división del grupo y estimó que unos veinte ceramistas podrían aceptar la propuesta de los inversores. “La decisión siempre va a ser de la asamblea”, manifestó.
El anuncio de la inminente reapertura de la fábrica de ladrillos y cerámicos Loimar, ubicada en el acceso a la Base Aérea, tomó por sorpresa a los delegados del Sindicato de Obreros Ceramistas. Sin información oficial, reconocieron que luego de trece meses de conflicto una parte del grupo se dividió y estimaron que unos veinte trabajadores podrían optar por la reincorporación. En términos generales, ratificaron que “la decisión siempre va a ser de la asamblea”, teniendo en cuenta que mantienen la defensa de los puestos de empleo.
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Alberto Algañaraz, uno de los delegados de la planta, le dijo a “Eco Noticias” (Eco TV y 104.1 Tandil FM de El Eco Multimedios) que “por el momento no tenemos nada oficial” en relación a la apertura que le confirmó a este Diario el abogado Jorge Saurí, organizador del fideicomiso que pondrá en marcha la planta desde diciembre.
“Sabemos que están negociando, o que los que están en la mesa de negociación son la Federación (Obrera Ceramista de la República Argentina) con el sindicato, los dos ministerios, tanto Provincia como Nación, y seguramente está la empresa también”, dijo y reiteró que “oficialmente todavía no tenemos nada, más allá de que hoy (por ayer) nos enteramos a la mañana esta noticia que sale por El Eco”.
“Facción minoritaria”
Trece meses después de que la fábrica se parara, Algañaraz admitió que hay una división entre los empleados y agregó que se trata de una “facción minoritaria” que estaría dispuesta a retornar a la producción. En ese sentido, aclaró que “respetamos la decisión de cada uno”, al tiempo que reconoció que influyen las necesidades económicas tras un año muy difícil.
Sin embargo, anticipó que “hemos estado en algún momento haciendo alguna asamblea y tenemos mucha gente que no quiere entrar a cualquier precio”.
En ese sentido, estimó que aquellos dispuestos a reiniciar la producción “no deben llegar a 20 personas” y sostuvo que “sigue estando la mayoría firme con esto. Firme en el sentido de buscarle una solución. Como digo, siempre hemos tratado y estuvimos abiertos a la suspensiones y a un montón de cosas que, de alguna manera, siempre eran un tema los despidos de que no había supuestamente ventas, que había una deuda muy grande de luz y de gas. Esas son cosas que sabe la empresa por qué lo hace”.
Algañaraz también expuso que con veinte trabajadores no se podría poner en marcha la producción, ya que no es posible aprender a manejar una máquina en un mes. “Por eso hay gente de tantos años”, destacó e informó que la mayoría de los trabajadores tenía una trayectoria de diez años en adelante. “Somos trabajadores competentes”, dijo.
“Ojalá arranque”
Al analizar la postura del sindicato, el delegado reiteró que “la decisión siempre va a ser de la asamblea. Nosotros nos debemos a la asamblea con el grupo de delegados. Lo decimos desde el día uno hasta hoy. Si nosotros estamos hoy en esta situación es porque todo el mundo sabía lo que podía llegar a pasar y todo el mundo levantó la mano; fue una decisión personal de cada uno”.
En relación a la fecha de apertura prevista para diciembre y el anuncio de un plantel integrado por 58 empleados, Algañaraz insistió en que “no hay nada concreto. Si bien dice la empresa que va a arrancar, también ha habido rumores que iba a arrancar antes. Ojalá se dé, ojalá arranque con los que la empresa quiera o lo que sea, pero hay negociaciones en los dos ministerios. Hay cosas que hay que respetar y nosotros no podemos decidir cosas que no sabemos”.
En ese sentido, expresó que “hasta ahora hemos respetado todo lo que dice la ley. No nos hemos apartado ni un milímetro de lo legal. Ha transcurrido un año y un mes prácticamente. Ayer (por hoy) se cumplió un año y un mes. La gente ha sufrido mucho; como también tendrá su pérdida la empresa, lamentablemente. Siempre va a haber la mejor predisposición para tratar de buscarle una solución a todo”.
El apoyo
El delegado no entró en detalles en cuanto a la deuda que la firma mantendría con los trabajadores, aunque confirmó que “lo único que recibimos fueron 10 mil pesos que gracias al Ministerio de Nación vinieron como una ayuda”.
En simultáneo, agradeció “a todas las organizaciones sociales” y destacó que “la 1 de Octubre nos ha ayudado un montón con el tema de la mercadería en todo este tiempo”.
El delegado expresó que “estamos muy agradecidos a la ciudad de Tandil por el apoyo, porque sé que hay muchísima gente que ha apoyado y sabe que de alguna manera estamos defendiendo las fuentes de trabajo” y reconoció “a nuestros compañeros que a veces tanto se defenestra a los delegados, al sindicalismo, o lo que sea. Nosotros respetamos lo que dice la gente, nada más, la decisión de la gente. Esa es la realidad”.
“Todos adentro”
Desde las puertas de la planta, Algañaraz consideró que “realmente es una lástima que todo esto esté parado, hoy con la necesidad que hay de ladrillos por todos lados. Si en un momento se despidió a la gente porque se debía, si están como dicen formando un fideicomiso y arranca todo, hay que valorar a los trabajadores de Loimar porque dentro de la fábrica siempre cumplieron una función muy importante y ojalá que hoy, que hay tanta necesidad de ladrillos, podamos sentarnos a charlar y que estemos todos adentro. Eso sería importantísimo, es lo que hemos defendido desde el día uno y se ha hecho la voluntad de la gente”.