“El volumen de clientes no es el mismo al que estábamos acostumbrados”, indicó Juan Carlos Bertolín
El dueño de los supermercados Monarca aseguró que no la están pasando bien, aunque su rubro está mejor que otros. Las ventas siguen sin repuntar, la cantidad de clientes es baja y cree que mientras dure la cuarentena así será. Consideró que los negocios de barrio mejoraron sus ventas. Dijo que en la salud, a Tandil le está yendo mejor de lo que se esperaba.
A casi 70 días de dictado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, Juan Carlos Bertolín, titular de los supermercados Monarca aseguró que el panorama sigue “más o menos igual” al comienzo. Ahora, con la extensión horaria espera que los clientes tengan más tiempo para comprar y también evitar las amplias colas en el exterior de las sucursales.
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Los mercados, al ser exceptuados de la cuarentena obligatoria desde el primer momento, podrían considerarse como una de las actividades menos complicadas en esta coyuntura de pandemia con respecto a los otros rubros. Sin embargo, en este sentido, Bertolín aseguró que ellos también han visto reducida la cantidad de clientes.
Con respecto a la comercialización reveló que lo que más ha caído fue lo relacionado a los productos frescos y manifestó que tiene clara relación con la afluencia de gente. Consideró que, en este caso, los negocios de barrio deben haber mejorado sus ventas, ya que la medida de evitar que la gente salga de su casa los habría beneficiado por cercanía.
“Mientras sigamos con la modalidad de entrar de a uno, para la estructura que tenemos nosotros, esa venta es irrecuperable momentáneamente”, reflexionó.
Por otra parte, admitió que no han cambiado mucho las cosas, describiendo que el tipo de clientes que tienen no modificó mayormente sus hábitos de consumo, sino que hay una relación más ligada a lo estacional.
A poco de haberse dictado el aislamiento social, el empresario había informado que las ventas en sus sucursales habían disminuido en un 25 por ciento con respecto a los tiempos normales, considerándose así a los previos a la pandemia por coronavirus. Hoy por hoy, garantizó que ese índice no ha variado.
“Nosotros seguimos igual, porque el volumen de clientes no es el mismo al que estamos acostumbrados y era habitual para nuestros supermercados”, señaló.
Complicados, pero con salud
En tanto al referirse al abastecimiento, indicó que no registraron inconvenientes en ese aspecto, a lo sumo sufrieron algunas demoras en las entregas que estuvieron más bien relacionadas a la logística. “Buenos Aires está muy complicada, entonces la entrada y salida es terrible”, sostuvo, advirtiendo que en la mayoría de los casos los productos provienen de allí.
Al hablar de proveedores también se manifestó sobre los precios, garantizando que se están respetando los valores máximos en general, aunque puede aparecer alguno entre tantos que no lo haga. “Los valores que se acordaron el pasado seis de marzo siguen vigentes”, remarcó.
Asimismo, gracias al correspondiente y a tiempo acatamiento a las medidas de prevención, los cuidados en el personal y para con el público, mencionó que no debieron afrontar ningún tipo de situación de exposición. “Desde un principio aquellos que correspondían a población de riesgo quedaron exentos de ir a trabajar, eso se cortó de plano”, dijo.
En un análisis personal sobre la situación que se está atravesando, consideró que todos están complicados, ya que en mayor o menor medida esta coyuntura afecta a todos. “A todo el mundo le llega, no la estamos pasando bien”, determinó, aunque a modo de aliciente, sostuvo que su rubro que podría estar mejor.
Finalmente, en el aspecto de la salud, se mostró contento y conforme. “Creo que nos está yendo mejor de lo que pensábamos, porque el no tener infectados es muy bueno”, concluyó.