En 25 años de funcionamiento, por terapia intensiva del Hospital pasaron casi ocho mil pacientes
El servicio de terapia intensiva del Hospital Municipal “Ramón Santamarina” cumplió ayer 25 años desde su puesta en funcionamiento. En la oportunidad, los integrantes del equipo del área, junto a quienes formaron parte en algún momento, celebraron el aniversario con un sencillo encuentro en el que repasaron los logros y plantearon los desafíos con vistas a potenciar uno de los pilares del sistema sanitario público.
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Con una importante trayectoria, por el servicio pasaron cerca de ocho mil pacientes en estado crítico, que fueron atendidos por los médicos terapistas y por las enfermeras que cumplieron funciones desde su puesta en marcha.
Para el director médico del Hospital, Fernando Fernández, la terapia intensiva es un servicio “esencial” que complementa al centro asistencial y cuya creación fue una “epopeya”.
A 25 años de aquella hazaña destacó que el servicio mantuvo una “excelente trayectoria” y que logró implementar un “muy buen sistema” de atención.
En la actualidad mantiene una cantidad de camas que le permite un funcionamiento acorde a las capacidades, aunque determinadas épocas del año disparan la demanda y obligan a efectuar derivaciones.
En este aspecto tienen especial incidencia los accidentes ocurridos en la vía pública, fundamentalmente los de tránsito, que además demandan una importante inversión.
Primeros años
En diálogo con El Eco Multimedios, el médico Vito Mezzina, extitular del área, indicó que desde la década del 80, en materia estructural y de equipamiento, el servicio se encontraba en funcionamiento pero no había especialistas que pudieran hacerse cargo.
En 1993, Mezzina junto a otros profesionales que promovían la creación de un espacio exclusivo, fue convocado por la dirección médica de aquel momento para formalizar el servicio de terapia intensiva. “Y así lo hicimos junto a otros cuatro médicos”, resaltó, en una tarea que continuó con la formación de personal para aportar profesionales a la institución.
En la actualidad la terapia intensiva “no tiene muchas diferencias” en cuanto a la infraestructura de aquellos años, debido a las restricciones que presenta el propio espacio físico con que se cuenta.
En este momento tiene una capacitada operativa de entre siete y ocho camas en función del equipamiento con que se cuenta. Además “tenemos un médico de guardia especialista en cada día, jefes, subjefes y el personal de enfermería”, repasó.
Para dimensionar la importancia de la terapia, Mezzina compartió estadísticas que indican que desde su inauguración pasaron cerca de 7.900 pacientes, lo que representa un promedio “muy importante” en comparación con espacios de similares características.
En ese sentido marcó que en los primeros años el promedio mensual era superior dado que no existía en la ciudad el servicio de hemodinamia porque se atendían los pacientes cardiológicos.
Terapia y
accidentología
Por su parte, el médico Pablo Díaz Cisneros sumó su aporte al abordar la incidencia de la accidentología en las estadísticas, que representa una “buena parte” de la internación en el sector público especialmente.
El funcionario indicó que las medidas de prevención adoptadas “han mejorado” el nivel de atención “pero lamentablemente todavía no alcanzan para que la terapia no se siga nutriendo de este tipo de problemas que afectan tanto a la sociedad” y que además tiene un “altísimo costo”.
Al respecto el exjefe de terapia intensiva marcó que el paciente con politraumatismos graves requiere equipamiento y cuando recibe el alta debe continuar con una internación “relativamente prolongada” y que “muchas veces deja secuelas que terminan provocando una inversión importante por parte de la salud pública”.
Al ser consultado sobre la cifra óptima de camas por habitante que debería tener un servicio de estas características, Díaz Cisneros apuntó que ese aspecto depende de la idiosincrasia de la ciudad. “Tenemos cuatro terapias intensivas entre el sector público y privado que alcanzan bien como para la cantidad de habitantes que tenemos pero lógicamente hay momentos del año en que aumenta la demanda”, repasó el actual director del programa de Enfermedades Crónicas No Transmisibles.
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