En marzo se redujo más del 20 por ciento la venta minorista y de materiales en Tandil
El informe presentado por el Municipio reveló el impacto negativo de los primeros coletazos de la cuarentena en la actividad comercial y en el ámbito de la construcción. El Indicador Municipal de Comercio Minorista alcanzó su mínimo registro histórico en marzo, con una reducción interanual de ventas del 23,1 por ciento. En tanto que las ventas de materiales cayeron un 27 por ciento en el mismo periodo.
La Dirección de Estadística Local del Municipio hizo público el informe correspondiente al mes de mayo de 2020, con información sobre los efectos del coronavirus en la actividad productiva local.
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En el informe se puso el foco en las consecuencias de la llegada del coronavirus al país y las medidas decretadas para enfrentar la emergencia sanitaria, cuyo impacto fue significativo en el ámbito económico. Si bien durante los meses de enero y febrero el desempeño de la actividad no fue positivo (-7,2 por ciento y -3,4 por ciento interanual, respectivamente), las contracciones fueron menores que las observadas en 2019 en promedio. Sin embargo, el nivel general del Indicador Municipal de Comercio Minorista (IMCM) alcanzó su mínimo registro histórico en el mes de marzo: las ventas se redujeron interanualmente 23,1 por ciento.
Caída de ventas
En términos acumulados, el nivel general del índice se haya contraído 11,5 por ciento en los primeros tres meses del año –resultado de comparar el primer trimestre de 2020 contra el mismo periodo de 2019. Los sectores de venta de vestimenta y bienes y servicios vinculados al turismo y esparcimiento han sido los más afectados en el periodo (variaciones interanuales negativas cercanas al 45 por ciento).
En el tercer lugar se ubica el rubro salud. Llamativamente, la cuarentena obligatoria parece haberse visto acompañada por un menor consumo de bienes y servicios vinculados a la salud, que vio reducido su volumen de ventas un 39,3 por ciento interanual durante el mes de marzo.
Las ventas de bienes durables y de combustibles han tenido desempeños similares: la restricción a la circulación de las personas y la incertidumbre respecto a los flujos de ingresos explican que las ventas de estos rubros se hayan reducido alrededor de 30 por ciento en marzo. Los rubros menos afectados fueron los de venta de alimentos: la comercialización de alimentos en establecimientos grandes y chicos se redujo interanualmente cerca de 10 por ciento en promedio.
La responsable del área de Estadísticas, Julieta Vicente, dio detalles sobre los informes presentados y explicó que el indicador comercial se elabora mensualmente, y se publica de manera trimestral, para ofrecer una “foto” del periodo en cuestión.
En este sentido, expuso que el IMCM se confecciona de acuerdo a las declaraciones juradas que presentan los comercios en el área de Ingresos Públicos de la municipalidad, lo que contempla a los casi 6 mil comercios minoristas de la ciudad en distintos momentos. Para este período se tomaron en cuenta las declaraciones de 1729 negocios. “Esta es la primera parte de 2020, que no agarra de lleno el impacto de la pandemia”, aclaró.
No obstante, se puede observar la influencia del contexto en el volumen de ventas, que se resintió hacia fines de marzo producto de la cuarentena. Los datos se basan en la información tributaria recogida en la Tasa Unificada de Actividad Económica (TUAE), entre otras, conforme al nivel de facturación declarado por los contribuyentes.
La construcción
En cuanto a la construcción, las ventas de materiales se redujeron un 27 por ciento en el mes de marzo. Las restricciones a la movilidad de las personas decretadas a fines de marzo, si bien limitaron la actividad económica regular durante menos de 10 días hábiles, ocasionaron que el volumen de ventas resulte el menor de toda la serie, y se ubique 35 por ciento por debajo de un posible valor tendencial.
En detalle, el Indicador Municipal de la Actividad de la Construcción (IMAC), que mide el volumen de ventas de materiales para la construcción a nivel local, se contrajo 10,3 por ciento en el primer trimestre del año, en relación a los registros del mismo periodo del año anterior. Esta contracción acumulada se explica, fundamentalmente, por la reducción de las ventas durante el mes de marzo, evidenciando las primeras consecuencias del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado en el marco de la llegada del Covid-19 al país.
Tras un incremento interanual cercano al 10 por ciento en el mes de enero (+10,8 por ciento) y una reducción de similar magnitud en febrero (-11,8 por ciento), las ventas de materiales se redujeron 27 por ciento en marzo. Las restricciones a la movilidad de las personas decretadas en ese momento, si bien limitaron la actividad económica regular durante menos de 10 días hábiles, ocasionaron que el volumen de ventas resulte el menor de toda la serie, y se ubique 35 por ciento por debajo de un posible valor tendencial.
Si bien la actividad a nivel local no pudo sortear las restricciones derivadas de la implementación de la cuarentena obligatoria, el panorama a nivel nacional es incluso peor. La contracción acumulada al primer trimestre del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción del Indec ascendió a 28,1 por ciento, traccionada esencialmente por lo acontecido en el mes de marzo (baja de 46,8 por ciento interanual). Si bien a lo largo de toda la serie se observa una mayor volatilidad en el indicador local, durante el primer trimestre del año presenta un mejor desempeño –dado por la variación positiva del mes de enero y las menores contracciones relativas del segundo y tercer mes del año.