En su primer año la Defensoría del Pueblo asumió los desafíos, mostró su impronta y recibió más de mil casos
La oficina empezó de cero y fue adaptándose a las necesidades de los vecinos tandilenses. Paula Laforucade fue la designada para ponerse al frente de dicha función y detalló el camino transitado. “Mi prioridad son el diálogo y el consenso”, destacó. Se refirió a los temas urgentes, las falencias y el trabajo con otras dependencias públicas.
La Defensoría cumplirá un año de su apertura a la comunidad de Tandil y fue una experiencia totalmente nueva, ya que no se contaba en la ciudad con una oficina anterior en la que la titular designada para el puesto pudiera respaldarse. Así fue que Paula Lafourcade, junto a su adjunta Mercedes Argeri, se fueron abriendo camino paso a paso en este rol de servir a la comunidad.
Recibí las noticias en tu email
En ese desafío de empezar de cero, se plantearon en primer lugar cómo hacer para que el vecino común conozca la Defensoría y su rol, por lo tanto todo el tema de comunicación resultó muy importante. Para el equipo resultaba imperante que el vecino crea en la institución y se consciente de que existían para apoyarlos. “Fue muy complejo lograr la forma de dar a entender que estamos para asuntos colectivos y no individuales”, reconoció la titular del puesto, mientras se puede ver sobre su escritorio de la oficina ubicada en Las Heras y Alem varios expedientes listos para ser estudiados.
Asimismo, explicó que no están solo para tomar los reclamos, sino que además apuntan a la promoción y protección de los derechos humanos. Tal actitud se refleja en los convenios concretados tanto con Fonbec, el fondo de becas estudiantiles, y el Rotary al respecto del Banco Ortopédico. “De a poquito nos podemos ir anclando en otras facetas y competencias”, dijo. Por otro lado, contó que muchas veces es necesario coordinar con otros organismos públicos y eso también lo han ido logrando al andar.
Entre esos también han acordado con la Unicen y la Fasta para que envíen a sus estudiantes a realizar las pasantías a dicha oficina, brindando la posibilidad de que se empapen en la diaria de la actividad.
“Nosotros tenemos la suerte de ser uno de los tres municipios que convive con el delegado de la Defensoría del Pueblo provincial, Guido Lorenzino, con quien trabajamos muy bien y derivamos muchos temas a La Plata”, contó.
Mientras que con relación al vínculo con el municipio, consideró que fue un año de aprendizaje mutuo, donde ambos comprendieron que están del mismo lado, que es la vereda del vecino. “Mi prioridad son el diálogo y el consenso”, destacó.
De los cuadros del Mumbat a las fumigaciones
Si bien para cuando Lafourcade asumió como Defensora, el 20 de diciembre de 2018, ya había entrevistado a distintos colegas y tenía una impronta bastante definida, la realidad se fue acomodando a las necesidades de los vecinos.
“Si me preguntas en retrospectiva, hace un año no sabía que iba a intervenir en determinados asuntos como los cuadros del Mumbat o las fumigaciones, que de hecho acompañamos el proyecto de Graciela Canziani”, reveló. En cada uno de los casos, el hecho de seguir un tema implica además brindar aportes y consideraciones.
Lo mismo ocurrió con lo referido a la utilización pública de la zona de Villa del Lago, por lo cual hará una recomendación en protección de las sierras como paisaje protegido. De esta manera, demostró que además de pedir informes o intervenir en acciones judiciales colectivas, también eleva sugerencias al Ejecutivo.
“Algo que teníamos claro desde un principio es que no queríamos el pase de los vecinos de un organismo público a otro, sin respuesta concreta en ningún lado”, determinó.
Entonces, cuando llega una persona con una problemática que no les compete por no estar establecida dentro de la ordenanza de creación 15.791, se ocupan con esmero de orientarla en los pasos a seguir y la documentación que necesita llevar, e incluso avisar a dicho organismo que se deriva determinado caso. La intención siempre es resolver. “No los dejamos solos, sea o no de nuestra competencia”, aseguró, develando el compromiso con cada persona que se acerca.
En este sentido, cabe destacar que la labor realizada por la dependencia no siempre está a la vista, sino que hay minuciosas y necesarias maniobras que afronta el equipo diariamente y conllevan tiempo, energía y mucha gestión. “Tenemos un trabajo intenso todos los días”, constató.
“Hay algo que quiero recalcar y lo hablábamos con Mercedes, y es que ya sea un problema individual, de un colectivo de personas o de todo un barrio, para nosotros es igual de importante y merecen nuestra atención”, dijo.
Llegar a los problemas
Entre las cuestiones más importantes que han debido abordar en este primer año de experiencia, se refirió a dos intervenciones. Por un lado, la participación que ejercen en el Foro de Seguridad y otra que será el año que viene en la Mesa de Violencia de Género.
“A través el Foro nosotros tuvimos contacto con las comisiones barriales, lo que nos ayuda muchísimo para canalizar los temas porque podemos acceder a múltiples problemas de un mismo barrio”, indicó.
Al respecto, manifestó el ponerse al tanto de asuntos que datan de mucho tiempo y que, a su vez, notar que la simple intención de resolverlos a veces tiene trabas, ya sean económicas o presupuestarias, mientras que en otras está en juego la voluntad del Ejecutivo.
En referencia a esto último, Laforucade reveló que hay áreas municipales que son mucho más permeables que otras, con las que se ha trabajado bien y construido un vínculo de diálogo, como ocurrió generalmente con las áreas técnicas. “También con Obras Públicas que es un tema que la ciudad requiere mucho, ya sea desde bacheo, mantenimiento de las calles, desagües pluviales o podas”, enumeró.
De acuerdo al modo de trabajo, expuso que muchas veces lo hacen por reclamo propio de un vecino o de oficio, que es cuando ellos mismos perciben una irregularidad, también algunas veces las cartas de lectores publicadas en los medios de comunicación han servido de disparador. “Tomamos esa inquietud, vamos constatamos y hacemos pedido de informes”, sostuvo.
El dato es impactante, ya que la Defensora indicó que en este año han asimilado más de mil presentaciones, entre causas y consultas con sus derivaciones. Número que al ser contemplado por las tres personas que componen la oficina, demanda “mucho trabajo”.
Lo urgente
Entre los temas que más preocupación demandan se da un denominador común y tiene que ver con la infraestructura de viviendas.
Señaló que están preparando un informe puntual en lo que refiere al barrio 30 años de Democracia, en el cual vienen interviniendo hace tiempo. “Nos preocupa mucho el estado edilicio de las casas”, dijo quien dedicó cuatro horas a recorrerlas, pudiendo constatar el estado de deterioro. “Necesitamos contar con un informe técnico, de situación y de diagnóstico y de posibles soluciones, adecuadas al actual, no al de 2013”, remarcó.
Esto será lo que enfatizarán en el documento que enviarán al Concejo Deliberante, esperando que haya voluntad para querer resolver el problema a los vecinos. “Realmente ese era el sueño de la casa propia y se fue diluyendo porque es lamentable y preocupante el estado, hay que tomar una decisión de arreglarlo”, enfatizó.
Por otro lado, mencionó con inquietud lo que está sucediendo en los barrios Movediza l y ll. Consideró que es alarmante la situación del primero, que a su parecer requiere una urgente relocalización antes de que se venga abajo. “Se va a desmoronar”, alarmó. El problema es que necesitan de algún técnico que asegure y confirme esa condición.
Por otro lado, con el Movediza ll se refirió a la cuestión del agua, que también es un asunto de larga data, pero que aseguró que se va a resolver “antes de lo pensado”.