En un emotivo acto, se implantó la escultura del Padre Troncoso en el Paseo de las Personalidades
La ceremonia fue encabezada por el intendente Miguel Lunghi y el obispo de la Diócesis de Azul, monseñor Hugo Salaberry.
En un acto breve pero profundamente emotivo, el Municipio de Tandil implantó este viernes una escultura en honor al Padre Raúl Troncoso en el Paseo de las Personalidades, ubicado en los jardines del Palacio Municipal.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa ceremonia, encabezada por el intendente Miguel Lunghi y el obispo de la Diócesis de Azul, monseñor Hugo Salaberry, contó con la presencia de autoridades, representantes de instituciones, vecinos y vecinas que se acercaron a rendir tributo a una de las figuras más queridas y trascendentes de la historia reciente de la ciudad.
El encuentro comenzó con un momento cargado de simbolismo: las palabras del propio Padre Raúl, extraídas de la última entrevista que brindó hace siete años al periodista y amigo Claudio Andiarena, en las que hablaba de Tandil, de su agradecimiento a la comunidad y de su vocación religiosa.
La conducción estuvo a cargo de Andiarena, quien explicó que el texto de su semblanza lo preparó junto al sacerdote Mauricio Scoltore. En sus palabras, recordó a Troncoso como “un hombre simple, profundamente religioso, cercano a las realidades humanas, con una capacidad sobrenatural para el perdón y una mirada amplia que abarcaba no solo su parroquia, sino toda la ciudad”.
Uno de los momentos más conmovedores fue la lectura de una carta enviada por Olga Troncoso, hermana del sacerdote, quien no pudo estar presente y expresó un fuerte agradecimiento al Municipio por el homenaje y a todo Tandil, “porque aquí Raúl encontró su lugar en el mundo”.
A continuación, monseñor Salaberry dirigió unas palabras en las que definió a Troncoso como “un verdadero hombre de Iglesia, un hombre de Dios”, que escuchaba a todos, incluso cuando no coincidía con sus posturas sociales o políticas. Luego, bendijo la escultura, obra del artista José Araolaza y construida en los talleres de Adrián Miguel.
Para completar la emoción, al descubrirla, las campanas de la Iglesia Matriz —el hogar espiritual de Troncoso— resonaron en todo el centro de la ciudad.
En su discurso, el intendente Lunghi definió a Troncoso como “el dirigente social más importante de la ciudad en las últimas décadas”, repasando su inmensa labor pastoral y social: las Casitas y el Hogar de la Esperanza, el programa Pajaritos de la Calle, la fundación de radios y museos, la creación del Banquito Popular de la Buena Fe, entre tantas obras que perduran.
“Esta escultura es nuestra forma de seguir viéndolo en tiempo presente en el alma de la ciudad y en el corazón de la gente a la que tanto ayudó, y también de refutar al tiempo: el Padre Raúl no murió, solo se mudó un poco más lejos. El Padre Raúl todavía sigue con nosotros”, expresó el Jefe comunal.
El homenaje cerró con la música de la Murga de los Santitos, una producción creada por el propio Troncoso, que acompañó con alegría y color el recuerdo de quien fuera, para todos, un “padre, amigo y maestro”.
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