Historias
Se encontró unas cartas de 1983 en la calle y la historia se volvió viral
Varias son las historias que le ocurren diariamente a los tandilenses. Como a una mujer que mientras transitaba por 9 de julio y Garibaldi y se encontró unas cartas de 1983.
Anabela Tvihaug es quién se sorprendió al encontrar historias escritas en un papel y en su cuenta de Facebook detalló algunas líneas de lo que se encontró y que tienen como protagonista a “Néstor”, un tandilense que estudiaba en Bahía Blanco y quién le enviaba cartas a sus padres a comienzos de la década del 80.
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"Queridos padres: ¡Hola! ¿Qué tal? ¿Cómo van? Espero que se encuentren bien, yo acá estoy al pelo", se logra leer en el comienzo de la misma.
La directora teatral, en diálogo con El Eco de Tandil, nos contó que “me pasó el martes a la mañana en la esquina de 9 de julio y Garibaldi. Me encontré un montón de cartas volando, en el piso y se convirtió en algo muy divertido. Los autos paraban y me dejaban pasar a juntarlas, algunos también me ayudaban a recogerlas", detalló.
“Cuando las empecé a leer, todas las cartas empezaban igual, eran muchas, estaban escritas con la misma lapicera. Me llamó la atención la fecha, 1983, lo que me hizo pensar muchas cosas, una de ellas es que yo tenía dos años, que salíamos de la dictadura y estábamos empezando a abrazar la democracia. En las cartas había mucho amor”.
Anabela nos dice que en las cartas había mucho amor e interés, “también devolvía tappers y estaba estudiando en Bahía Blanca. Había mucho interés a quién les escribía”. La directora, al llegar a su trabajo, decidió sacarle una foto y publicarlas en la red social, volviéndose viral.
A las pocas horas de la publicación el protagonista de las cartas apareció, se trataba del tandilense Néstor Turri quién se contactó con Anabela para agradecerle y decirle que su hermana las iba a pasar a buscar. “Me encontré con Roxana, le llevé las cartas y me regaló una planta. Una planta que pertenecía a la casa de los abuelos de ellos. En la foto que publiqué aparecen sus abuelos, y la abuela amaba las plantas y ahora una de ellas las tengo conmigo”, cerró emocionada al contarnos la historia.