Exigen el cumplimiento de la legislación vigente en relación a la fauna urbana
Tras el reciente ataque que sufrió un joven de dos perros de raza pitbull, desde el Movimiento Activista Animal expresaron su preocupación por lo sucedido y plantearon “una situación de emergencia” ante la falta de políticas públicas que aborden la problemática. Esta semana presentaron una nota en el Municipio con el objetivo de comenzar a trabajar en conjunto sobre el tema.
El Movimiento Activista Animal difundió en las últimas horas un comunicado para expresar su preocupación ante los recientes acontecimientos relacionados con agresiones de perros potencialmente peligrosos.
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Cabe recordar que el último episodio sucedió el sábado pasado, en el barrio Palermo, cuando un joven de 14 años fue atacado por dos perros de raza pitbull, en calle Independencia al 700.
Frente a éste y otros casos que lamentablemente siguen ocurriendo, desde la agrupación proteccionista plantean en el escrito que la comunidad de Tandil se encuentra “ante un escenario de incertidumbre, debido al sistemático incumplimiento de la legislación vigente en relación a la fauna urbana y a su correspondiente tratamiento. Precisamente, en lo relativo a las ordenanzas 7028 (y su modificatoria 8620) y la 9740 (tenencia responsable de animales potencialmente peligrosos)”.
Seguidamente, advierten que “la inadecuada asignación de recursos públicos, deviene en falta de control, ausencia de políticas preventivas y de instancias punitorias efectivas”.
Frente a ello, recalcan la importancia de la participación de “todos los actores interesados, no sin antes direccionar voluntades e intenciones políticas”.
“Las ONGs nos sentimos en la obligación de poner en discusión la ausencia de políticas claras en relación a la materia, tema que venimos advirtiendo desde hace tiempo, dado que no queremos reducir los hechos a un mero accidente producto de la negligencia de un tutor irresponsable”, exponen.
Finalmente, los proteccionistas expresan su intención de trabajar de manera propositiva para evitar que una nueva tragedia culmine con una víctima fatal y, para ello, llaman a “actuar ahora”.
Instan entonces al Departamento Ejecutivo, como así también al Concejo Deliberante, puntualmente a las comisiones de Derechos Humanos, Género, Garantías y Seguridad, y Desarrollo Social y Salud, a trabajar en conjunto y en un marco de diálogo ampliado.
“Abrir un diálogo sincero”
El Eco de Tandil dialogó con Ezequiel Escudero y Paola Pena, dos de los integrantes del Movimiento Activista Animal, para conocer en mayor profundidad el trabajo que vienen realizando y la postura que tienen sobre la compleja situación que se está viviendo en Tandil en relación a la problemática de los perros sueltos en la vía pública.
En primer lugar, Escudero explicó que el objetivo del comunicado que difundieron fue visibilizar la cuestión del cumplimiento de la legislación vigente. Manifestó que, desde el Movimiento Activista Animal, están constantemente llamando a un diálogo constructivo, pero al mismo tiempo ampliado, entendiendo que “hay mucho para hacer” en relación a la fauna urbana, pero también “mucho déficit” en materia de políticas públicas aplicadas a una instancia que posee un marco legal.
Por lo tanto, dijo que lo que proponen es que “antes de reformar cualquier normativa, primero cumplamos lo que existe, abramos el diálogo sincero con un diagnóstico efectivo y eficaz de la situación, que hoy no tenemos, y empecemos a trabajar en conjunto”.
La necesidad de un diagnóstico
En esa línea, contó que esta semana presentaron el escrito ante el Concejo Deliberante y el Departamento Ejecutivo, ya que entienden que “este enfoque multidisciplinario no es una dependencia externa del Estado, sino que también afecta a las comisiones de de Derechos Humanos, Género, Garantías y Seguridad, y Desarrollo Social y Salud, y al Ejecutivo”.
Recalcó que “este es un tema de salud pública, de seguridad y que tiene que ver con cuánto, como sociedad, somos capaces de cumplir las reglamentaciones que nosotros mismos generamos. Estamos hablando de dos ordenanzas locales”.
Puntualmente, Escudero señaló que “la 7028 determinó que en el primer cuatrimestre posterior a su constitución se debía generar como mínimo y cada cuatro años un censo animal y esto no se cumple”.
Lamentó que sea así porque “hoy no sabemos cuántos perros hay en la calle y lo peor es que tampoco lo sabe el Estado. Esto serviría para actuar sobre el control poblacional, las campañas efectivas de esterilización y ver cuánto podés llevar adelante tres instancias clave y que son exclusivamente responsabilidad del Estado: la prevención, el control y el castigo”.
Tras el último episodio del sábado pasado, señaló que “es de ahí que se entiende todo este proceso de déficit que venimos señalando”.
Por lo tanto, afirmó que lo que buscan desde la ONG es no solo iniciar un trabajo conjunto con los interesados en la temática, sino también establecer un “parámetro real” de cuál es la situación, es decir, un diagnóstico.
Crear valores
El proteccionista se refirió luego a los animales potencialmente peligrosos y señaló que “la Ordenanza 9740 habla del registro de esos animales y del estado del tutor del mismo, que lo tienen que tener las autoridades competentes y los inspectores habilitados para ello. Hoy no sabemos cuántos inspectores tiene el Municipio para hacer este tipo de intervenciones, que no es simplemente labrar un acta ni tampoco un tema recaudatorio. No se trata solo de multar, sino de revertir una situación donde hoy la fauna urbana está desprendida del vínculo con la persona”.
En ese sentido, contó que el lema de la organización es “Respetar la vida, pero también crear valores en relación a esto” y hoy lamentablemente “el perro es un material descartable para esta sociedad y cuando pasan estos temas puntuales nos rasgamos las vestiduras”.
Escudero dijo que “lo que sucede es que si el Estado no actúa en conjunto con las organizaciones que se sientan a discutir la materia, mañana cualquiera puede salir a decir: `hay que matar a todos los perros´ y la culpa no es del animal, ni siquiera de las ONGs que estamos en esta cuestión. Nosotros no hablamos de culpa, sino de responsabilidad entendida en base a la capacidad de dar respuesta”.
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