Falleció Juan Carlos Pugliese (h), un incansable luchador por la educación pública y la democracia
Su vasta trayectoria en la vida universitaria y política, ante su partida han dejado de manifiesto el reconocimiento y la admiración. Su bandera por la igualdad no será olvidada. Su sueño era construir para todos y entre todos, y no se quedó con las ganas de avanzar hacia ello en vida. A los 71 años se fue para no volver y desde lo local a lo nacional, su recuerdo ya no se borrará.
Ayer falleció Juan Carlos Pugliese (h), la incipiente primavera fue testigo, así como lo fue de su nacimiento el 31 de octubre de 1948.
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El hijo del histórico dirigente radical, de quien heredó mucho más que el nombre, tenía 71 años y venía luchando con una fibrosis pulmonar que terminó complicándose en el último tiempo provocando su deceso. Estaba casado con Mónica, con quien tuvo dos hijos y, así como su padre, que también fue economista, le siguió los pasos en la abogacía y la política unido a la Unión Cívica Radical (UCR).
Su vigoroso compromiso con la educación pública, la democracia y la construcción equitativa lo distinguieron, lo definieron y serán las cualidades por las que será recordado.
Con férrea e incansable convicción transitó sus años por la Universidad Nacional del Centro (Unicen), haciendo de la enseñanza un derecho de calidad. La misma huella profunda, de valores firmes y transparentes, dejó surcada en su paso por la política, que está marcada a fuego en toda su familia. Pugliese disfrutaba seguir la tradición de caminar por Tandil, y su lucha siempre tuvo como horizonte la justicia universal.
Nutridas huellas en la democracia
A los 36 años, ocupó el cargo de Rector en la Unicen, precisamente entre 1984-1992 convirtiéndose así en el primer rector de la Casa de Altos Estudios tras el retorno de la democracia.
Por ese entonces puso su atención en la importancia de la educación pública para la comunidad y signó así un perfil admirado por muchos, que hoy lo destacan de la propia institución. “De profundas convicciones democráticas, fue un inclaudicable luchador por el engrandecimiento de la universidad y su legado quedará inalterable en el recuerdo de toda la comunidad universitaria”, manifestaron desde la misma. Asimismo, refirieron a “su permanente defensa de la educación universitaria de gestión pública fue parte sustancial de su vida política”.
Cuentan, además, que su preocupación por la calidad de la enseñanza hizo que se comprometiera y la convirtiera en un objetivo. Según estimaron desde Unicen, fue eso lo que lo llevó a participar activamente de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) desde 1996, presidiéndola entre el 2000 y 2002, y a representar a la Argentina en los foros mundiales dedicados a promover la evaluación de la calidad en la educación. Con ese mismo ideal, entre 2002 y 2005 fue secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación
Anteriormente, también había asentado sus ideales al pasar como subsecretario de Gestión Educativa en el Ministerio de Educación de la Nación, en el período de 1987 a 89. Durante décadas fue una referencia ineludible de la Unión Cívica Radical de Tandil y el nexo del comité local con las instancias provinciales y nacionales.
La política era claramente su forma de buscar la unión, el consenso y el camino hacia la mejora educativa, intentando alcanzar la igualdad de condiciones para todos los sectores, haciendo de la educación pública su bandera.
En una entrevista que dio a El Eco de Tandil allá por 2017, daba señales de ese espíritu, donde rechazaba la grieta: “Nos hace falta buscar acuerdos y no privilegiar las posiciones de cada uno, y en ese sentido me parece que la discusión política no está a tono con ese objetivo”.
La educación, siempre en su objetivo
Virando su orientación de lo meramente político, entre 2013 y 2016 asumió como rector del Instituto Universitario River Plate, fue destacado su rol como “fundamental” en el sostenido crecimiento de la entidad, que funciona dentro del mismo Estadio Monumental. La institución en marzo de 2019 le puso su nombre a su biblioteca, como reconocimiento por su labor como “Mentor y primer Rector”.
Motivados por su ejemplo, destacaron que la misión de ese edificio es la gestión de un entorno de información en permanente actualización y progreso para contribuir al aprendizaje, la investigación, la extensión y la innovación” en el instituto, mediante estrategias y servicios de calidad, de forma sostenible y socialmente responsable, que promuevan la generación y transferencia del conocimiento.
En 2015, Pugliese fue candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires por el Partido GEN en la alianza Progresistas, cuestión que no prosperó y la fórmula con Jaime Linares quedó en quinto lugar.
Hace menos de un año, por julio de 1019, había asumido un rol central en la conducción de las cuatro universidades de Servicio Cívico Voluntario en Valores, como subsecretario de Formación y Carrera del Ministerio de Seguridad de la Nación. Desde ese lugar había logrado una nueva formación para las fuerzas de seguridad, que son Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Dicho programa recibió algunas críticas, y como en sus principios en la Unicen, se manifestó a favor de la libertad e igualdad, considerando que esos ataques más que nada tenían que ver con “ciertos prejuicios o unas culturas que rechazan el rol de la fuerzas de seguridad, a pesar de que llevamos 35 años de democracia”.
Juan Carlos Pugliese tenía una utopía, la justicia universal
Hace un par de años atrás, compartió algunas breves reflexiones en el clásico “Mano a mano” de este Diario, que permitió conocer un poco más acerca de sus gustos y preferencias.
En aquel cuestionario, al que accedió responder en 2016, ya hacía mención a que “la grieta” era un pérdida de tiempo. Por el contrario, consideró como su sueño máximo poder construir “entre todos, sin exclusiones”, además de revelar que su idea era la igualdad y su causa luchar por ella. Entre las posibilidades, Pugliese antepuso sin dudar la necesidad de que “la política nos una, no nos divida”.
Siempre situando en relevancia la compañía y afecto de Mónica, su mujer, la señaló como sinónimo del amor, más allá de preparar el mejor café. La fecha que lo marcó para siempre fue la del nacimiento de sus dos hijos, mientras que sus amigos de la infancia significaron otro gran valor y con quienes cualquier reunión era la ideal. No tenía enemigos ni cábala, pero sí el gran legado de sus padres, que como referencia perseguía la luz de quien le diera el nombre y apellido.
El referente de la educación y la política, amaba esta ciudad. Añoraba recorrer sus calles, memorar viejas historias y “recordar el Tandil de los años felices”. Entre otras cosas, mejorar la universidad fue su proyecto de vida, aunque reveló que como cuenta pendiente aún tenía el mejoramiento de la educación.
Desde OIavarría, el recuerdo de enseñanza, compromiso y bondad
Un grupo de olavarrienses, que compartió recorrido de vida con Juan Carlos Pugliese (h) en tiempos de Unicen, hizo público un puñado de sentidas palabras para acompañar la partida y despedir a “un incansable luchador por una mejor educación pública para todos los argentinos”.
“Nos conocimos siendo estudiantes de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, al final de la feroz dictadura de la cual no fuiste cómplice”, describieron en el comunicado más de 25 personas, entre los que figuran Matias Civale, Maridee Condino, Gastón Morando, Daniel Dicosimo, Pedro Espondaburuy muchos más.
Por esos años, recordaron que desde las ideas y la acción se llevó a cabo la tarea de democratizar la Universidad y comenzar con este camino de una Educación Pública de calidad. Aseguraron que fueron años de sueños construidos para una superación continua con todos los integrantes de la Universidad, que tenían ideas comunistas, radicales, peronistas o socialistas; católicos, judíos, agnósticos o ateos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes.
“Siempre fuiste una persona que ayudaste a todos sin indagar sus ideas y sin esperar ningún favor a cambio. Esta Universidad se democratizó, creó sus bases de participación, jerarquización de los profesores por concursos, y propicio de las actividades de investigación en aquellos años. La modernidad parecía venir de la mano de otro gobierno, y te vimos como Consejero Superior resistiendo el achicamiento de la Universidad, los aranceles y varios conceptos de la ley de educación superior de los 90 sin claudicar en la búsqueda de una mayor pertinencia, equidad y calidad de la educación superior”, resaltaron con orgullo.
Detallaron también que fueron sus ideales los que lo llevaron a formar parte y presidir la Comisión Nacional de Educación y Acreditación Universitaria (Coneau) para seguir el camino de transformación. “Luego la política te convocó para ser Secretario de Políticas Universitarias de un gobierno que volvía a crear esperanza de que era posible construir un país mejor a partir de la educación”, agregaron.
“Has intentado cambiar a muchas personas con la gran herramienta transformadora que es la educación, desde la Universidad la creación de carreras y nuevas facultades, desde la Coneau con la mejora continua de la educación, desde la política siempre pensando en el bien común de la sociedad más educada y equitativa”, distinguieron.
Finalmente, manifestaron que los estudiantes “de ayer, los de hoy y los de siempre” buscan acompañarlo en el día de su despedida, con un sentido agradecimiento al compromiso “por una Educación Pública con Pertinencia, Calidad y Equidad”. ”Gracias Juan Carlos por tus enseñanzas, compromiso y bondad”, concluyeron.