Fieles pidieron por la vuelta de las misas: “Si podemos ir a tomar una cerveza, podemos recibir nuestro alimento espiritual”

Este miércoles al mediodía, alrededor de 60 feligreses se congregaron en la explanada de la Parroquia del Santísimo Sacramento para hacer público su reclamo en pos de que vuelvan a celebrarse misas en los templos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDías atrás, representantes eclesiásticos elevaron un protocolo a las autoridades municipales para que habiliten el retorno a la vida religiosa en comunidad, pero fue rechazado por el Ejecutivo considerando que “por el momento no es el tiempo, hay que esperar un poco más”.
Ante esta negativa, un grupo de fieles decidió elaborar un petitorio dirigido al intendente Miguel Lunghi y al Concejo Deliberante, para solicitar que se revean estas cuestiones. Además, cantaron y rezaron el rosario en la puerta del templo parroquial para visibilizar su fe y su necesidad de regresar a las actividades presenciales y sacramentales del culto católico.
En el texto, que reunió firmas de los que se acercaron hasta la Iglesia matriz y de otros que adhieren a la causa, se expresa que “muchas personas sostienen sus fuerzas en esta época de pandemia en la Santa Misa y necesitamos reponer fuerzas para seguir”.
“Se fue habilitando lo esencial, respetando el decreto nacional y nuestro entorno de fase 5, gracias al esfuerzo mancomunado de autoridades y ciudadanía. Rubros comerciales como bares restaurantes cervecería y tantos otros que seguirán autorizando. Respetamos su decisión de considerar primordial lo económico, esperamos que tenga la bondad de respetar la libertad de culto que para nosotros es esencial“, justificó el escrito.
La vida espiritual en comunidad
En conversación con El Eco Multimedios, Silvina Lanzinetti, una de las impulsoras del pedido, contó que decidieron juntarse para apoyar el protocolo de los sacerdotes porque se enteraron por los medios no había sido aprobado. “Seguramente se podrán hacer modificaciones y habrá buen diálogo entre las partes avanzar en eso”, dijo.
“Estamos en fase 5, se abrieron gimnasios, bares, en las cervecerías el distanciamiento obligatorio sabemos que no se cumple, no se usa barbijo. En la iglesia estamos todos quietos mirando al altar, es pasivo y no hay exigencias físicas como en los gimnasios”, cuestionó.
Si bien el templo está abierto, los feligreses alegan que “la fe de los cristianos se sustenta en la eucaristía que se ofrece en las misas, es nuestro alimento espiritual”.
“Tenemos necesidad de volver; la fe nos ha sostenido en este momento y la fe se sostiene en comunidad. Rezamos en casa, seguimos la misa por internet, solidificamos las iglesias domésticas, pero basta de virtualidad. Si podemos ir a tomar una cerveza podemos venir a recibir nuestro alimento espiritual”, señaló la mujer.
Al respecto, consideró que “es cuestión de sentarse y llegar a los acuerdos que se precisen, podemos tener mucha salud corporal yendo al gimnasio, pero queremos nuestro gimnasio espiritual”.
El protocolo
Estimando que en esta Fase 5 se podría permitir la celebración de culto, especialmente la misa dominical, bautismos o responsos, elaboraron el documento considerando las sugerencias de las áreas de salud, así que además de los elementos de protección e higiene se tendrá en cuenta la capacidad de cada templo para determinar la cantidad de personas que podría admitir. Las medidas presentadas por los párrocos abarca distintas cuestiones a considerar como aspectos generales y hasta recomendaciones para cada una de las celebraciones.
Así, indicaron que el número máximo de fieles que asistan no podrá superar el 50 por ciento de la capacidad del templo, debiendo respetar la distancia de seguridad para lo cual, por ejemplo, se pueden marcar zonas y establecer el número máximo por banco. Aquí se exceptuará a quienes comparten la vida cotidiana en un mismo hogar, mientras que a las personas mayores de 60 años o que tengan alguna enfermedad se les recomienda no participar en las celebraciones comunitarias.
Con la idea de extremar los cuidados en torno a la limpieza del lugar, se comprometen a ofrecer alcohol en gel u otro sanitizante colocado en lugar bien visible para que sean utilizados al ingresar, y los fieles deberán concurrir con el tapaboca correctamente colocado.