Gastronómicos afirman que si las restricciones se prolongan “más de uno vamos a quedar en el camino”
Manifestaron preocupación por el hecho de tener que cerrar sus locales a las 23. “Si vuelve a pasar lo del año pasado esta vez sí que muchos no van a sobrevivir, los puestos de trabajo no se van a poder sostener, eso es claro, y ya se tiene que saber”, dijo Enzo Rabe, del restaurante Ladran Sancho.

Ante el anuncio de las nuevas medidas en el marco de la segunda ola de la pandemia que tiene en vilo al mundo entero, desde el sector gastronómico expresaron su preocupación por las restricciones en el horario de cierre, lo cual consideran que les va a afectar considerablemente, a la vez que temen que más adelante se lleven a cabo restricciones mayores, que adelantaron no serán capaces de sobrellevar.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailBenjamín Ituarte de la cervecería Cheverry explicó que “nos afecta demasiado porque es como volver a repetir la misma historia de lo que vivimos el año pasado”.
Además, expuso que particularmente que el horario de cierre se haya establecido para las 23, los va a afectar y en ese sentido señaló que “estaríamos conformes si hubiese sido a las 24 porque implica el cierre de cocina más tarde, que el cliente no coma apresurado en los locales y además es imposible dejar limpio un local en 40 minutos”.
Frente a ese panorama, consideró que si los clientes se retiran del comercio a las 23 y deben retirarse todos del local en una hora “es complicado desde todo punto de vista, habíamos agarrado un ritmo lindo, y eso implica a muchos gastronómicos, como nos pasa a nosotros, tener que achicar el staff, otra vez empezar a sufrir con la facturación y que se te generan deudas”.
“Más de uno vamos a quedar en el camino”
En cuanto a las ayudas del Gobierno, indicó que en este momento algunos gastronómicos están recibiendo un Repro de 12 mil pesos pero lamentó que “no lo están pagando en tiempo y forma. El ATP nosotros lo recibimos en su momento pero no todos los gastronómicos, había que cumplir muchos requisitos y lo mismo con el Repro, es complicado”.
“Antes que nada es algo, sirve pero los costos para producir en la gastronomía son muy altos, porque antes de la pandemia la materia prima estaba un 50 por ciento más barata que lo que lo pagamos ahora, y ahora tenemos el 50 por ciento más caro y no se lo podemos trasladar a la carta al cliente, porque es una barrera de consumo, y se complica, es todo el tiempo ver que hacer para llamar nuevos clientes”, manifestó.
Además, señaló que “la mayoría estamos dependiendo de dos días en la semana, porque los locales gastronómicos no explotan todos los días, sólo viernes y sábados, y a la gran mayoría no nos alcanza con dos días”.
A su vez, planteó que “cuando se generan este tipo de medidas a la gente se le inculca miedo y es muy difícil convocar nuevamente a los clientes a los locales gastronómicos”.
“Es muy poco margen para que la gente pueda disfrutar de un buen ocio, teniendo en cuenta que la mayoría de los locales van a cerrar a las 20, la gran mayoría de los clientes se va a su casa, se ducha, y cae al local a las 21.30, y a las 22.30 le tengo que estar diciendo que cerré la cocina. Entonces no tienen opción a comer, porque un plato tarda de 9 a 20 minutos depende de lo que elabore cada gastronómico, eso tampoco lo tuvieron en cuenta a la hora de las medidas”, cuestionó.
En tanto, indicó que al momento no tienen prevista ninguna reunión con el Municipio para tratar el tema pero consideró que si se pudiera extender el desalojo de los clientes de los locales hasta la medianoche no sería tan mala la medida.
“Si nosotros cerramos a las 23, no queda nadie en el local, como hacés para dejar un local impecable teniendo en cuenta que después de la medianoche no puede circular nadie en la calle, es imposible. Una cocina te lleva una hora y media como mínimo limpiarla y dejarla en condiciones, que los chicos coman, porque tenemos que cenar, hay muchas cosas que no están bien claras”, sostuvo.
Por otra parte, sostuvo que “mal no está que nosotros colaboremos pero mi pregunta es si modifica el aumento de contagios una hora en la gastronomía, los locales de ropa o cualquier otro rubro cierra a las 20, pero para ir a un local gastronómico tenés tiempo para entrar hasta las 23, es contradictorio, nos parece que siempre somos los más perjudicados, y no hablo a nivel local, sino a nivel mundial”.
“La gastronomía en sí está pasando por un momento que siempre cuando hay que retroceder somos el blanco perfecto o los primeros en tener que achicar nuestra franja horaria, y ahí no estamos de acuerdo”, criticó.
Asimismo, sostuvo que “creo que quienes cumplimos con los protocolos tenemos todo el derecho de seguir trabajando, y escuchaba que no todos cumplen los protocolos, entonces que el Municipio tome cartas en el asunto con los que no lo cumplen pero yo no tengo por qué pagar los platos rotos por aquel que no cumple”.
“En principio son 21 días, si fuera así no pasaría nada, pero si se extiende más de uno vamos a quedar en el camino”, advirtió.
“Lo único que esperamos es que no haya un
cierre total”, expresó el dueño de un restaurante
Por su lado, Enzo Rabe, del restaurante Ladran Sancho consideró que “no hay una manera demasiado positiva de tomar esto pero entendemos las decisiones, aunque no las compartimos”.
“Apoyamos lo que se decida, de momento vamos a hacer lo que se pide, pero es claro que nuevamente se nos señala de una forma indirecta como culpables de algo de lo que estoy absolutamente convencido que no lo somos, o como que tenemos una cuota de responsabilidad mucho mayor a lo que en realidad tenemos en todo esto que está pasando”, sostuvo.
Y planteó que el hecho de cerrar a las 23 o a las 24 “no creo que cambie absolutamente nada la curva de contagios, cuando se sabe que hay toda clase de eventos clandestinos”.
No obstante, aseguró que a ellos cerrar una hora antes los perjudica considerablemente porque “ya la demanda está retraída por el invierno que es natural y por la cuestión pandémica porque todos nos cuidamos un poco más, las personas también tienen otro cuidado a la hora de elegir su salida, y quizás la decisión de salir afuera está más reducida”.
“Igualmente estamos muy contentos por cómo fue el desarrollo de la temporada en general en la gastronomía, se trabajó bien teniendo en cuenta el contexto, obviamente no se solucionó todo lo que pasó el año pasado pero por lo menos pudimos tener un poco de oxígeno, lo cual no significa que podamos volver a pasarlo. Si vuelve a ocurrir lo del año pasado esta vez sí que muchos no van a sobrevivir, los puestos no se van a poder sostener, eso es claro, y ya se tiene que saber, si se extiende en el tiempo”, advirtió.
En tanto, afirmó que “la idea nuestra, al igual que muchos colegas, es tratar de sostener la situación a un costo absolutamente personal, no hay otra y tratar de mantener el equipo de trabajo lo más posible, bancando nosotros, acompañando las medidas”.
“Lo único que esperamos es que no haya un cierre total, o que no haya más restricciones porque no se puede seguir adelante así, es imposible”, expresó.
Aseguró que “todos estamos preocupados, la idea no es ser los rebeldes ni ponernos en víctimas porque hay muchos sectores que tuvieron muchos problemas, me solidarizo con todos, pero puedo hablar de lo que nos toca a nosotros. Creemos que se podrían tomar medidas que nos eran tan agresivas, y que tengan resultados que estén a la vista, no tendríamos problema de hacer esfuerzo si viéramos que tiene sentido, si bajara la curva de contagio”.
“No hubo reportes o no vi de gente que se haya contagiado en restaurantes, y no sé cuánto más se puede contagiar en un restaurante que yendo al mercado o a un kiosco. No creo que sea acertadas las medidas, sí están bien los protocolos, y es claro que es un momento que nadie debe relajarse”, afirmó.
Evaluó que la situación es “desesperante, desde el punto de vista sanitario y económico, y psicológico, te destroza esta incertidumbre, la gente está mal”.
Por otro lado, pidió que “si la gente va a elegir salir a comer que apoyen sus lugares de preferencia, consumir lo local en todos los rubros, ayudarnos entre todos, salir temprano para no comprometer al lugar tampoco”.
Le agradeció a sus clientes que los “mantuvieron en pie. Si van a salir les pedimos que lo hagan temprano y si se van a quedar en la casa que pidan delivery en las páginas propias, no en Pedidos ya porque es malo para el negocio, para los establecimientos, es una usura, una estafa, hay maltrato”.