Hartos de los ruidos molestos, vecinos de España al 700 exigen que los políticos dejen de mirar para otro lado
“Realmente no podemos descansar”, dijo una de las frentistas y planteó que el desorden nocturno se da de miércoles a domingo y que no hay ningún tipo de control de parte del Municipio. “Es insoportable”, manifestó uno de los vecinos.
Vecinos de la zona de España al 700, donde hay gran cantidad de bares y boliches, alzaron su voz para reclamar controles nocturnos por la cantidad de trastornos que les ocasionan estos comercios.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailPatricia Gagey, una de las vecinas, explicó a El Eco de Tandil que vienen reclamando desde el año 2002 aproximadamente pero “el tiempo pasa y el Municipio sigue habilitando boliches y no viene a controlarlos. Es muy triste vivir con esa presión tremenda que tenemos. Nos sentimos desconsolados porque la Municipalidad no está. No entiendo porque habilitan cosas y luego no se hacen cargo de venir a controlar”.
Contó que los trastornos son múltiples, entra las motos con escape libre, los autos que estacionan en sus garajes, las peleas, la mugre y la música de los boliches que están en España al 600 y 700, desde las 22 hasta cualquier hora, de miércoles a domingo.
“Ellos tienen derecho a trabajar y nosotros a descansar, y vemos que nadie controla nada, tiran piedras, orina por todos lados, suciedad”, señaló.
Y agregó que “no hay un tarro de basura, yo en la esquina de mi casa junto vasos, vidrios, porque hay una escuela de estimulación temprana sobre Garibaldi y está lleno de vidrios, pasan las mamás con los cochecitos, con los nenes caminando, y es un peligro”.
Por su lado, Claudia Pérez Pastor remarcó que cada vez hay más boliches en la avenida España y que ya han presentado varias cartas al Municipio para que solucione la problemática.
Gagey señaló que “además tenés el carrito de comida que termina todo y se quedan ahí, se arma un posbaile entonces se quedan conversando con música que levantan el baúl de los autos que están preparados con equipos de música y arman baile en la calle. Saltan alarmas de autos de las casa de los negocios, realmente no podemos descansar”.
Intereses creados
En tanto, Miguel Sancho cuestionó que “lo más llamativo de esto es que venimos haciendo el reclamo desde el año 2002, y no tenemos respuestas, es evidente que al Municipio o no le interesa tomar cartas en el asunto o no puede o no quiere, yo me inclino por la tercera, para mí quiere porque debe haber intereses creados”.
Claudia Pérez Pastor afirmó que cuando llama al 103 para quejarse por la música, bajan el volumen, por lo cual estimó que hay comunicación entre el Municipio y las empresas.
“No hay control de nada, yo no quiero que le cobren multa, yo quiero que sean respetuosos de un horario, tiene que haber un horario, no puede ser que yo a las 7 de la mañana me levante el miércoles a llevar a mi hija al colegio y haya música por todos lados, y tengo suerte si puedo sacar el auto porque nos dejan los autos en nuestros garajes. Me sucedió no poder sacar el auto a la mañana de mi casa para llevar a mi nena al colegio”, contó.
Por su parte, Mateo Schettino explicó que “el boliche está apto en cuanto a sonido, salvo uno nuevo que pusieron al lado de la Fiat, pero el problema es que ponen los autos con los parlantes en la puerta los particulares, y eso afecta no solamente a los vecinos sino a todos”.
“Ellos no pertenecen a la cervecería ni al local bailable, son particulares que están en la puerta, nosotros no estamos en contra del comerciante que lucra con eso, tampoco tenemos problemas de que los pibes se vengan a divertir, pero que nos dejen descansar. El problema es que es de miércoles a domingo y es insoportable”, manifestó.
La política mira para otro lado
Y admitió que lo que sienten no es bronca sino que están “hartos, cansados, repugnados de toda esta situación que pedimos por favor nos escuchen y la política mira para otro lado”.
Los vecinos que se ven afectados por la situación no son solamente lo de las cuadras más aledañas sino también por Alem, Rodríguez, Garibaldi, Las Heras y Colón.
Mateo Schettino afirmó que “no es un problema puntual de esta cuadra, o de este sector de 4 manzanas, hay gente hasta que vive en La Rural que tiene ese problema. Los chicos con esos parlantes van a otros lados también”.
Cristina Quintela, otra frentista, consideró que “el problema está en toda la ciudad porque hay gente que no respeta al prójimo”.
Por otro lado, Patricia Gagey planteó que “yo creo que primero no tendrían que convocar al Concejo Deliberante para enterarnos quiénes son los responsables de las habilitaciones, y por qué después no controlan, generan mucho caos y eso desemboca en cualquier cosa, hay peleas, el otro día en Garibaldi una familia tuvo que llamar a la policía para proteger a un chico que le estaban pegando con palos”.
Miguel Sancho afirmó que “la cantidad de desperdicios, vasos, latas, que tiran es tremenda y es ineficiente el sistema de limpieza, yo vivo en frente de uno de ellos y en mi ventana aparecen todos los vasos, latas y botellas de cerveza y vino”.
Claudia Pérez Pastor aseguró que “no hay control de nada, de alcohol, de ruidos, si es un lugar para ir a tomar algo por qué la música tiene que estar tan alta que yo la escucho con todas las ventanas cerradas de 23 a 7. Entonces alguien tiene que empezar a controlar algo”.
Miguel Sancho afirmó que “los autos cuando ponen esos equipos, tiemblan los vidrios y hacen saltar las alarmas, osea que eso no lo tolera ningún oído, y menos un oído que necesita descansar porque al día siguiente hay que levantarse 6.20”.
Patricia Gagey recordó que “todos vivimos lo que fue la pandemia y la organización que hubo en el control en ese momento, porque cuando empezaron a abrir los boliches los dejaban hasta la 1, y a las 24 cerraba todo”.
“Era un placer, esa organización era perfecta. Ahora esto desemboca en todo este libertinaje, que no se entiende, en la pandemia gozamos de la bendición del descanso y ahora tenemos todo al revés”, manifestó.
Angustia
Mateo Schettino expresó que “lo que tenemos es angustia porque no hay forma de obtener soluciones, desde que presentamos la nota nadie nos vino a ver. Sin embargo en septiembre del año pasado vinieron todos los políticos a tocarnos el timbre, a pedirnos el voto, no estamos pidiendo que se vayan todos, si los votamos es porque queremos que resuelvan y si no saben cómo resolverlo pidan ayuda”.
“Estoy convencido de que es un tema de fácil resolución, pero no pueden o no quieren. Son los responsables de adecuar la legislación a la convivencia entre vecinos, porque lo que va a pasar es que alguien se va a salir de sus casillas y va a provocar un tema mayor. Es un descontrol, después de las 20 no hay nadie de tránsito ni policía, nadie”, sostuvo.