Hay preocupación por la cantidad de accidentes de motociclistas que llegan a poner en jaque la guardia
A raíz de la muerte de tres motociclistas en los primeros 15 días del año, desde la guardia del Hospital expresaron preocupación por la cantidad de accidentes de motos, que se ha incrementado en los últimos años y actualmente es de entre 4 y 5 casos por día. Esa situación, sumada a otros casos que habitualmente atiende el servicio de emergencias, hace que muchas veces la guardia se vea colapsada, con la totalidad de camas ocupadas.
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El subjefe del servicio de emergencias del Hospital Ramón Santamarina, Guillermo González, manifestó su preocupación por la cantidad de accidentes de tránsito y aseguró que actualmente ven entre cuatro y cinco por día en promedio. En la mayor parte de ellos hay al menos un motociclista involucrado.
La guardia
quedó “chica”
El profesional médico confió que la guardia quedó “chica ediliciamente” y explicó que “tratamos de compensar con el Same, se han acercado otros colegas, así que la guardia está un poco más reforzada en ese sentido, pero ediliciamente nos ha quedado chica desde hace bastante tiempo”.
“Esto por supuesto que lo hemos charlado con las autoridades, ellos lo saben, pero todo eso es costoso, lleva tiempo, hay prioridades. Es como cuando se agranda la familia hay que hacer un lugar más, con esto pasa lo mismo”, evaluó.
Y explicó que cuando sucede ese tipo de accidentes se “para” la guardia porque se tienen que abocar de lleno a eso ya que interviene el traumatólogo, el cirujano, el clínico.
“Por eso pido disculpas y quiero que entienda la población que muchas veces nos pasa eso y si nos retrasamos es porque tenemos todo parado adentro”, expuso.
Además, aseguró que el Hospital también ha quedado chico y que muchas veces las camas en los pisos “están ocupadas y la guardia es la que recepciona casi todo, al menos el 80 por ciento de los casos de internación y se demora todo porque no hay camas en los pisos”.
En la guardia hay cuatro camas, más dos camillas donde también hidratan personas, hacen tratamientos de emergencia, compensan y demás.
Además, tienen cuatro boxes, con cuatro camillas y explicó que muchas veces la gente se enoja porque no se los atiende debido a que está todo ocupado.
Y contó que, por ejemplo, ayer tuvo que atender en el shock room porque no había otro lugar, peor en realidad se lo deja para atender precisamente a casos de traumatismos de cráneo, o de ese tipo de gravedad.
Cuestionó también la queja vertida en este medio en la edición de ayer por una persona que estuvo seis horas en la guardia esperando que la atendieran.
Al respecto, afirmó que “una persona se quejó, tenía una herida en la pierna desde hacía un mes. Eso no es para la guardia, es para consultorio externo y no tiene por qué enojarse porque no es una emergencia”.
“Yo no puedo entrar en una sala de emergencias ‘porque vi luz y subí’, o porque ayer me dolía la panza y por las dudas voy a consultas, hay miles de casos así. Lamentablemente salió en los medios el nombre de una colega que es excelente que no debería haber salido”, manifestó.
Y explicó que los motociclistas son “los que nos llevan más tiempo, y ni hablar si hay que operarlos”.
En ese sentido, recordó que también la terapia está colapsada. “Hay seis camas y muchas veces están todas ocupadas y con gente con respirador, que no se las puede bajar a una sala común porque necesitan el tratamiento de terapia intensiva. Muchas veces el Municipio hace un gasto enorme llevándolos a privado porque no hay lugar acá”, afirmó.
“Es una cuestión de tiempo, de muchísimo dinero, la dirección está abocada a hacer control de gestión para que no se malgaste el dinero, que el que puede pagar que pague, el que no, por supuesto que se lo va a atender igual que al que paga”, finalizó.
“Hay una falta de apego por
la vida”, afirmó González
El doctor González resaltó que hay que concientizar a la población de la importancia de utilizar el casco porque “la cabeza es el paragolpes de la moto, y por eso está previsto el casco, cada vez los hacen mejores, no hay más que usarlos”.
Indicó que normalmente los accidentes de moto suceden por imprudencias en el tránsito y aseguró que “mucha de la gente que anda en vehículos de cuatro ruedas nunca ha usado una moto, entonces menosprecian al motociclista en su accionar, porque los motociclistas y las bicicletas se meten por cualquier lado”.
“Quien no anduvo nunca en moto difícilmente va a pensar que el que está al lado que lo quiere pasar es un individuo que está desprotegido desde el punto de vista de la seguridad. Entonces está expuesto a sufrir un accidente. La única seguridad en una moto o bicicleta es el casco. Y por supuesto, la mayor seguridad es la prudencia. Mucha gente también abre las puertas de forma imprudente, sin mirar”, indicó.
Consideró que el incremento de los accidentes de tránsito de motociclistas se debe principalmente a que “hoy en día con cualquier sueldo uno compra un vehículo de dos ruedas, son muy accesibles”.
Manifestó su preocupación por las tres muertes que hubo en los primeros 15 días del año pero aseguró que hay muchísimos casos que afortunadamente no llegan a ser fatales y que deben ser tenidos en cuenta.
“Tenemos que contar todos los casos leves que se resuelven en el momento, casos que no llaman a la emergencia, pequeños raspones que se van a su casa y se curan con jabón y agua. Vienen al Hospital los que sufren fracturas, traumatismo de cráneo, los casos más graves, entonces si uno empieza a pensar la cantidad de accidentes que hay por día es abismal, y preocupa porque el parque automotor de la ciudad es muy grande”, señaló.
Y agregó que “en la mayor parte de los accidentes de tránsito hay motociclistas involucrados, con fracturas de miembros inferiores, de brazos, traumatismos de cráneo que son los más graves, traumatismos de abdomen. La motocicleta es un vehículo muy ágil, por más que choque con un vehículo que viene a 40, es como si tiraras una persona desde 12 pisos, el resultado es muy grave”.
“Uno se agarra la cabeza pensando que si hubiese usado el casco no hubiese pasado esto. Eso es lo que más bronca da, el casco salva vidas, hemos visto cascos partidos o raspados y el paciente se ha salvado”, enfatizó.
Asimismo, indicó que generalmente se trata de personas jóvenes, muchos hacen “maniobras muy arriesgadas”, y consideró que hay una “falta de apego a la vida”.
“Lógicamente, buscan adrenalina y nos gusta a todos pero para eso están las pistas de motociclismo, hay lugares que están adaptados para eso, con cánones de seguridad, pero no lo hagamos en la calle porque ponemos en riesgo la vida de cualquier transeúnte, y por supuesto la vida propia del que va en la moto y el que va atrás”, sostuvo.
“Hay que tomar medidas un
poco más rígidas”, dijo el médico
Por otro lado, el jefe de la guardia afirmó que “en países del primer mundo uno ve las carreteras inundadas de vehículos, pero respetan, tienen otro sentido de la prudencia, transitan protegiendo al otro, andan a velocidades prudenciales, tienen carreteras de cuatro carriles por mano. Tienen otra forma de manejarse. Nosotros debemos aprender de ellos”.
“Concientizar es lo más importante”, dijo, y evaluó que es fundamental tomar medidas “un poco más rígidas, realmente hacer cumplir la ley, obligar el uso de casco y penalizarlo con multas reales, que a la gente le duela el bolsillo. Hay que penalizar con multas, o con tareas comunitarias”.
“Con hacer cumplir las leyes en forma rígida a veces se logran grandes resultados. Hay que poner permanentemente énfasis sobre la educación vial y exigir a la población que cumpla con las normas de tránsito, para eso están”, sostuvo.
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