“Hay vecinos que están armados, cansados de la inseguridad”
Comenzó la conversación señalando una cifra alarmante para cualquier vecino: entre el lunes 7 y el martes 8 se contabilizaron nueve intentos o delitos concretos, con modalidades “para todos los gustos”, calificó. A pesar de Knell, generalmente, ser positivo ante lo que ocurre, en esta oportunidad se mostró desesperanzado ante la ausencia de palabras para describir la sensación de inseguridad y desprotección constante que se vive en el lugar. “Siempre sostuve que había voluntad, pero hoy tengo dudas”, reveló ante la carencia de una respuesta por parte del gobierno municipal a los continuos reclamos realizados.
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Señaló que el patrullaje policial durante el día es normal, se ve tanto a la Local como a la Bonaerense, aunque a la noche el temor aumenta, debido a que los móviles son escasos, la asistencia tiene demora en llegar por la amplia cuadrícula que deben cubrir los dos móviles con los que cuenta la comisaría Primera para sus tareas, y los hogares son más propicios a ser blanco de jóvenes mal intencionados. Asimismo, especificó que el patrullero asignado a Las Tunitas, el cual está equipado con rejas en sus vidrios para que no sean destruidos por piedrazos, se encuentra fuera de servicio. “Somos vecinos que estamos hartos de situaciones que se repiten”, denunció.
Ante lo que actualmente testimonia que ocurre, recordó que hace dos años se planteó al gobierno municipal la gravedad de la inseguridad y se propuso un mejoramiento integral que incluyera infraestructura, presencia policial e integración social. En ese momento se planteó la necesidad de incluir socialmente a los chicos antes de que ingresen al delito, quienes ante el frío y el hambre, se ven atraídos a los 13 o 15 años de edad por la delincuencia para satisfacer sus necesidades inmediatas. A ello la respuesta de la gestión local fue nula y hoy “nos encontramos con un Estado ausente. (…) A pocos les importa lo que nos está pasando”, lamentó.
Tomó como ejemplo la bicicletería comunitaria construida por Sergio Nuñez y deseó poder replicar el proyecto en su área: “Ojalá tuviera esa capacidad para congregar chicos y darles una mano, pero no la tengo”, al mismo tiempo que consideró que es el Estado quien tiene la estructura y los profesionales para llevarlo a cabo. Por el momento, en un intento de ayudar a los vecinos afectados, la barriada se encarga de comprar garrafas para asistir a quienes se ven afectados por los robos y no tienen para volver a comprarla.
Señaló que es imperante implementar acciones que se correspondan con un plan integral, que no sean aisladas, si no son esfuerzos innecesarios. Además, hizo referencia a las cámaras de seguridad, las cuales no son funcionales, ya que registrar un hecho que ya pasó no tiene ningún sentido, sino que deberían permitir prevenir los delitos antes de que ocurran. “Escuchamos las noticias y las asimilamos, y nos acostumbramos a este tipo de noticias como si fuera una cosa normal, y no puede ser normal”, advirtió y agregó: “Hay vecinos que están armados porque están cansados”.
Finalmente, avisó: “No estoy haciendo campaña, sino que estoy sumamente cansado de lo que está pasando” y compartió la solicitud elevada a las autoridades municipales para concretar una reunión, que posiblemente se realizará la semana próxima, y expresar su preocupación por la inseguridad.
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