Impulsan el rugby femenino con el objetivo de quitar los prejuicios y el deseo de competir oficialmente
Un puñado de mujeres lleva adelante entrenamientos de rugby en una plaza con el anhelo de convertirse en el primer equipo femenino de Tandil en participar en la Unión de Rugby de Mar del Plata. La jugadora Laia Pereyra y el entrenador Marcos Fernández contaron la historia de este grupo de chicas con los desafíos de conformarse como equipo, enfrentar los prejuicios y el acompañamiento del Club Oficina.

Tandil es una ciudad con tradición deportiva. Muchos atletas en distintas disciplinas han logrado destacarse en el ámbito nacional e incluso internacional. Dentro de esa identificación con las actividades físicas, el rugby masculino ocupa un espacio importante con tres clubes con mucha historia y una continua participación a nivel regional.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos tiempos han cambiado y la mujer ha ganado un merecido espacio en lugares donde antes no tenía cabida. Desde 1985, considerada como la fecha fundacional, el rugby femenino ha tenido un marcado crecimiento que se profundizó durante el último lustro, alcanzando más de 6 mil mujeres federadas y una selección nacional compitiendo a primer nivel mundial.
A contramano de la tradición serrana con el deporte de la ovalada, Tandil todavía no tiene un equipo que represente de manera oficial en los certámenes de la Unión marplatense, la asociación que aglutina a los equipos masculinos y femeninos de la región, pero hay un grupo de chicas que anhela con romper esa barrera y marcar un hito en el deporte local.

Laia Pereyra, Lucrecia Alonso y Paola Nogués son las impulsoras de este equipo de rugby femenino que tiene una historia que comenzó hace dos años en Benito Juárez y hoy logra continuidad en una plaza ubicada en Liniers y Canadá. En el medio apareció el Club Atlético Oficina para respaldar institucionalmente y Marcos Fernández, un ex jugador que se convirtió en entrenador.
De Onas a Oficina
Laia Pereyra dialogó con El Eco de Tandil sobre la historia de este grupo de entrenamiento y contó que la misma comenzó hace algunos años cuando arrancaron a jugar en Onas Rugby Club de Benito Juárez. El desgaste de hacer casi 80 kilómetros ida y vuelta para tener entrenamientos con poca convocatoria fueron atentando con la continuidad de la disciplina en la vecina ciudad.
El año pasado decidieron dejar Onas y trasladar las prácticas a la ciudad. “Sabemos que Tandil tiene bastantes fundamentos como para tener rugby femenino”, aseguró Pereyra en el diálogo que se desarrolló en la esquina de Liniers y Canadá, donde se desarrollan las prácticas de dos horas todos los martes y jueves.
“La idea es sumar y arrancar a competir”, expresó la jugadora que luego detalló que además de las tres impulsoras anteriormente mencionadas, en las últimas semanas se sumaron otras tres chicas alcanzando el número de seis jugadoras en cada práctica.
Entre las nuevas jugadoras se destaca una integrante que ya había tenido experiencia en Córdoba. “La mayoría ya sabe lo que es el rugby femenino y a la que llega sin conocimiento la integramos de a poco a lo que es el deporte”, comentó.

La inclusión del entrenador Marcos Fernández representó un paso positivo y de crecimiento para la actividad. Su llegada se dio de la mano también del apoyo recibido por parte del Club Atlético Oficina. “Hablé con Leo (Re, presidente del club) cuando me enteré que habían abierto la disciplina del rugby femenino y le dije que cualquier cosa que necesite contaba conmigo”, indicó Fernández a este medio.
Fernández fue jugador de rugby en su etapa formativa, siendo parte del Club Los 50 y se acercó a este grupo de chicas porque le “gusto la idea de que antes no había escuchado de un equipo de rugby femenino en Tandil. Hace unos meses que vine a entrenarlas, charlé con las chicas, coordinamos y arrancamos”.
A la hora de contar cómo se dio el acercamiento entre el grupo de entrenamiento y uno de los clubes más jóvenes de la ciudad, ambos relatos coincidieron en el nombre de Paola Nogués como un factor conector. Fue la jugadora quien dialogó con Leonardo Re, le contó la complicación que representaba viajar a Benito Juárez y el presidente de Oficina propuso el acompañamiento institucional para hacer crecer la disciplina.
Contactado por este medio, Re coincidió en la historia contada por los protagonistas y añadió: “Son un grupo armado y nosotros estamos con las puertas abiertas, dispuestos a crecer siempre. Entrenar con frío, al aire libre y una disciplina nueva, tal vez no es el mejor escenario pero ahora con el sol y el aumento de temperatura, creemos que va a crecer. Vamos para adelante, siempre”.
Una cuestión de prejuicios
“Las chicas tienen una predisposición excelente, los entrenamientos son intensos pero también divertidos. Nos divertimos mucho y eso es fundamental, es clave”, describió Fernández sobre sus dirigidas. Luego indicó que se sorprendió por el nivel de juego con el que se encontró, asegurando que muchas ya traen conceptos difíciles de aprender por lo que se ahorra tiempo de trabajo.
Por su parte, Pereyra realizó un breve repaso histórico del rugby femenino en la ciudad y contó que hace unos años se había armado un equipo femenino que se fue desarmando porque no las incluían en los clubes. “Ahora es empezar de cero, arrancar de vuelta con la rutina, juntar chicas y que se sumen”, deseó.

La búsqueda de nuevas integrantes no es fácil, la jugadora comentó a este Diario que “el tema de los prejuicios es un garrón porque capaz que las sumás pero por miedo a golpearse o por lo que vayan a decir no vienen a entrenar o no se animan”. Al mismo tiempo invitó a que se acerquen porque, además de la práctica, está la formación del grupo y las ganas de divertirse y aprender una nueva disciplina.
El primer objetivo es agrandar el equipo, jugar torneos amistosos y luego lograr que las integran a la Unión de Rugby de Mar del Plata. El certamen de la región actualmente cuenta con los equipos de San Ignacio Rugby, Comercial Rugby Club, Biguá Rugby Club, Villa Gesell Rugby & Hockey Club y Necochea Rugby A. C. y desde la organización apuntan a que se conforme este equipo en Tandil para sumar a otro integrante.
“Vamos de a poco. La Unión marplatense tiene equipos femeninos en otras ciudades, por eso es como que Tandil está atrasado con ese asunto. La idea va en poder formar el equipo para que desde la Unión de Mar del Plata nos vean y entiendan que nuestra idea es competir como un equipo más, como pasa con los equipos masculinos”, concluyeron.
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