Indignación por un principio de incendio en el Jardín de Infantes 924 de Las Tunitas
Sandra González, directora del Jardín 924, ubicado en el barrio Las Tunitas, se comunicó con El Eco Multimedios y expresó su enojo por la situación vivida. Contó que en esta ocasión se encontraron con que intentaron prender fuego en cercanías de la puerta de ingreso al establecimiento, pero advirtió que no fue la primera vez que sucedió.

Un lamentable hecho de inseguridad se registró este lunes por la mañana en el Jardín de Infantes 924, ubicado en la intersección de las calles Bolivia y Thomas, en Las Tunitas, donde algunos vándalos intentaron prender fuego.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl caso fue similar al acontecido semanas atrás en la Portada del Parque Independencia, donde este domingo la Unión de Colectividades inauguró su nueva casa. Mientras se encontraban acondicionando un inmueble que el Municipio le había cedido en comodato en Jardín de la Paz, unos malvivientes incendiaron la vivienda, que aún estaba vacía, destrozando la puerta de entrada y las conexiones eléctricas.
En esta oportunidad, la víctima de este bandidaje sin sentido fue una institución educativa, por lo que despertó el enojo y la indignación, no sólo de las autoridades del establecimiento, sino también de los vecinos de la zona que enviaron mensajes a este medio informando que allí, por las noches, “se juntan a beber y consumir estupefacientes”.
Sandra González, directora del Jardín de Infantes 924, dialogó con Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1, y contó cómo fue que se encontraron con tal desalentadora noticia.
“El viernes a las 17, cuando nos retiramos todos los empleados de la institución, estaba todo en perfectas condiciones. Sin embargo, esta mañana a las 7, cuando la auxiliar ingresó al jardín, se encontró con que la entrada sobre la calle Thomas, bajo la ventana de la oficina de dirección, intentaron prender fuego. Gracias a Dios no pasó a mayores”, narró.
Indicó que cuando arribó la auxiliar, las llamas aún estaban prendidas, por lo que les tiró agua y logró apagarlas y aplacar la situación. Por tal razón, si bien desconocen el momento en el que lo realizaron ya que nadie vio nada, o por lo menos no lo informó, estiman que fue por la madrugada.
No fue la primera vez
Lamentablemente no fue la primera vez que este establecimiento educativo sufrió el accionar de malhechores, que sin motivo alguno destruyen algo “que se hace a pulmón”.
“Esto no es la primera vez que sucede. Y realmente te genera mucha impotencia”, clamó González.
Expuso que el año pasado, con un subsidio que recibió de Nación, instaló unas rejas en el porche de entrada ya que, como allí había un techo, “era un lugar donde noche tras noche se congregaban”. De hecho, refirió que varias veces encontraron cartones prendidos fuego que los pasaban por debajo de la puerta del SUM.
Con las rejas que aplicaron lograron brindar más seguridad y protección al inmueble. Sin embargo, lamentablemente “es como que van encontrando otros lugares para destruir”, puesto que, por ejemplo, también se juntan en el patio exterior y rompen los planchones o los juegos de los niños. “Es desgastante la verdad”, lamentó la directora.
Mayor presencia policial
El Jardín 924 se encuentra muy cerca del Destacamento Policial de Las Tunitas, lo cual alarma y preocupa aún más a los vecinos y a las autoridades que piden por mayor presencia y patrullaje.
“Yo acabo de radicar la denuncia y lo que expuse fue que siempre estas situaciones se dan en feriados largos o en vacaciones. Por eso nosotros, en estas fechas, tratamos de organizarnos para que siempre haya alguien en el establecimiento, ya que son situaciones que se reiteran”, manifestó González.
No obstante, remarcó que de cualquier manera se requiere mayor patrullaje, aunque evaluó que en realidad “hay que hacer un trabajo mucho más profundo, porque como sociedad nos están pasando otras cosas”.
Indicó que realmente llevan todo adelante con mucho esfuerzo y agradeció la presencia constante del Consejo Escolar. Asimismo, pidió a todos los vecinos que se solidaricen con la causa y que si ven algo extraño o alguna situación peculiar, les adviertan y den el aviso a la policía: “No hay necesidad de que den nombres y apellidos, simplemente que llamen y avisen. Sobre todo a la noche, que es cuando por lo general no hay nadie”, concluyó.