Instalan reductores de velocidad en la diagonal del Parque para atender el problema del tránsito
La problemática de la circulación vehicular en la diagonal Illia obligó a las autoridades comunales a implementar una medida alternativa tendiente a desalentar las prácticas de picadas con motos y autos que se registran a lo largo del año y que se intensifican en los meses de verano.
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En concreto, y tras otros intentos fallidos, se definió el montaje de reductores de velocidad a lo largo de la avenida, desde la fuente de las Nereidas hasta la Portada.
Las tareas comenzaron ayer con la instalación de bandas amarillas que atraviesan ambas manos, desde los canteros ubicados en el centro hasta el cordón cuneta.
El patrón utilizado para la distribución de las marcas tomará intercalados los canteros como referencia y después se avanzará con otras para atender la situación según el sector de mayor conflictividad. Así, las autoridades definieron reforzar los reductores en la zona donde se encuentran los juegos infantiles, que estarán “menos espaciados”.
La intervención
En diálogo con El Eco de Tandil, el director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, abordó detalles de las tareas realizadas y el objetivo que persigue, en cuanto a la necesidad de atender una problemática del tránsito y una demanda de la barriada.
En primer lugar sostuvo que esta intervención fue planificada hace tiempo y que, ante la llegada de los elementos, avanzaron con la instalación de las bandas amarillas que se aseguran a la cinta asfáltica con bajo impacto.
“Sirven para precaución; hay mucha gente que va caminando también, con lo cual va a servir para que la velocidad no sea la que hoy se desarrolla”, evaluó.
Se trata de reductores de velocidad confeccionados con un plástico resistente, que presentan forma triangular en la parte superior y que son utilizados para alertar a los conductores. “Algunos son más agresivos que otros, estos que elegimos son de un nivel intermedio”, reconoció y justificó que se buscó un punto de equilibrio tratando que “no sean molestos para los vecinos que día a día circulan por ahí pero también que sirvan como referencia para reducir la velocidad”.
Detalló que las cintas quedarán “como si fueran un serrucho” y describió que fueron colocadas “en diagonal”, lo que obliga aún más a reducir la velocidad “para que el impacto no sea tan fuerte”.
Villarruel estimó que completarán el montaje de las estructuras con las que cuentan y que las tareas las concluirán cuando reciban las unidades restantes. “Serán 13 reductores, separados por una distancia muy corta, y una vez que llegue la segunda entrega, en poco más de un mes quedaría todo instalado”, resumió.
“Una alternativa”
Por otro lado, el funcionario se mostró esperanzado de que esta medida desaliente la problemática y expresó que esta intervención obligará “a aquellos que corren picadas a no hacerlas porque quedan distancias muy cortas”, por lo que “tendrán que frenar y prestar más atención”.
“Es una alternativa que queremos usar; mientras estamos haciendo controles las motos no están pero cuando nos vamos aparecen nuevamente. Con esto intentamos paliar la problemática”, resaltó.
Si bien dijo que aguardarán a completar las tareas para evaluar sus resultados, este fin de semana las bandas colocadas “van a atenuar muchísimo el tránsito”, que en la actualidad es “un peligro por la cantidad de autos, motos y peatones” que circulan por la zona.
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