Jaime Rosenmberg presentará su libro sobre Julio Strassera en Tandil
El periodista y escritor compartirá con la comunidad local una reflexión sobre el fiscal de las juntas militares.

El periodista y escritor Jaime Rosemberg visitará la Feria del Libro de Tandil con su nueva obra “Julio César Strassera: El hombre gris que gritó justicia”, un retrato personal del fiscal del juicio a las juntas militares de la última dictadura argentina.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailSu presentación será el próximo sábado 16 de agosto a las 19 horas en la sala Tunilla del Centro Cultural Universitario. La misma estará acompañada por Julio Elichiribehety, amigo de Julio Strassera y anfitrión de las innumerables visitas que realizó a Tandil durante sus últimos años. “En Tandil pasó largas semanas de descanso, era un refugio amable para él: lo trataban bien y se sentía querido. Llegó a trabar una ligazón muy grande con esta ciudad y fue uno de sus lugares preferidos en el último tramo de su vida, por eso me entusiasma la idea de llegar con mi libro a la Feria de la ciudad”, subrayó el autor.
La edición 2025 de la Feria del Libro de Tandil tendrá lugar desde el jueves 14 al domingo 17 de agosto, en el Centro Cultural Universitario (Yrigoyen 662). Es organizada en forma conjunta por el Municipio de Tandil, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Cámara Empresaria y múltiples librerías locales. La entrada será libre y gratuita a todas las actividades.
Preguntas y respuestas sobre la obra
- ¿Cómo se construye desde la narración esta idea de "hombre gris" que se desmarcó de su destino y se convirtió en un símbolo de la democracia?
La idea de hombre gris está asociada a su existencia vinculada al Derecho, burocrática y rutinaria en la que Julio Strassera fue atravesando y marcando etapas, un destino que parecía bastante previsible a los 53 años cuando fue nombrado fiscal en el juicio a las juntas militares. Hasta ese momento, su trayectoria había sido prolija, con algunas idas y vueltas, pero sin salirse de los cánones de un hombre tipo de la familia judicial, muy poco involucrado con la coyuntura nacional. Por eso me gustó esa idea de hombre gris que se transforma por el rol que le toca asumir, por un espíritu de época y sobre todo por una admiración hacia el rol del presidente Raúl Alfonsín en la transición democrática, garantizando la posibilidad de darles a los argentinos una respuesta y justicia a tantas injusticias y a tanto horror.
- Como periodista, ¿tuviste que volver a visitar algunas fuentes desde esa clave más personal de la vida de Strassera? ¿Cuáles fueron los nuevos recursos y testimonios a los que apelaste?
Para hablar de Strassera no tuve temor en repetir algunas cosas que ya se han dicho. Siempre hay un nuevo público y, sobre todo, hay cosas que se tienen que seguir diciendo a riesgo de repetirnos. Pero también abordé algunas facetas desconocidas como su infancia, adolescencia, su vinculación con la educación católica, su paso por la Universidad y la familia que conformó junto con Marisa Tobar, con quien pude conversar en dos oportunidades hasta su fallecimiento, en 2022. También recurrí al testimonio de su hijo Julián, su hermano Jorge y amigos.
Me pareció interesante sumar a esa faceta personal qué fue de la vida de Strassera luego de aquel 1985 tan fulgurante: su paso por Ginebra, su trabajo como abogado, su defensa por algunas causas que parecían perdidas, la vida de un quijote de la justicia, un idealista, un principista -tal vez un poco ingenuo- que quedó en la memoria de todos quienes lo conocieron.
Finalmente, volví sobre todo lo mucho que ya se escribió sobre su trayectoria y sobre algunas entrevistas, entre ellas la que le hizo Pepe Eliaschev para el libro “Los hombres del juicio”, donde aparecen fundamentos claves de su pensamiento. El libro está recorrido por esa concepción de mandato ético, en estos tiempos de negacionismo que atravesamos. En aquellos años inmediatamente posteriores a la recuperación de la democracia también circulaban discursos negacionistas en relación a la dictadura.
- ¿Cómo era aquel país en relación a éste y en qué considerás que el libro viene a invitar, al menos, a reflexionar sobre un pasado que sigue doliendo y al que vuelve a estigmatizarse desde gran parte del discurso público?
El país es muy distinto al de 1985 pero hay cuestiones que no se han saldado todavía. En aquellos años, había un mandato de la parte de la sociedad que se manifestaba públicamente: pedía a gritos memoria, verdad y justicia. 40 años después, cuando parecía que había un gran consenso al respecto, aparece Milei con un discurso que no solo relativiza lo que pasó sino que pondera la actuación de los dictadores, estigmatiza a quienes se opusieron y pone en pie de igualdad la actuación del Estado con la de los grupos armados y guerrilleros. Para muchos el pasado sigue doliendo y creo que volver sobre estos temas sigue siendo necesario e imprescindible.