La abogada del protagonista del incidente de tránsito aseguró que su defendido “iba a parar”

En la tarde de ayer se viralizaron las imágenes del incidente ocurrido en el semáforo de Machado y Colón. Un adulto mayor de 79 años perdió el equilibrio en su moto ante el accionar de un inspector que intentó frenarlo a la fuerza en un control de tránsito. El agente manoteó el manubrio del motovehículo y provocó una caída con graves consecuencias para Abel Omar Sami, el jubilado que conducía el rodado.

Verónica Ávalos, abogada y también sobrina de Sami, dialogó con El Eco de Tandil para brindar el punto de vista del jubilado que sufrió los daños físicos en la tarde del jueves.  La apoderada legal contó que, producto de la caída, su tío sufrió la fractura de cuatro costillas, una herida cortante en la cabeza, otra en la mano y varios golpes en distintas partes del cuerpo.

“Él dice que venía por Machado y cambiaba el semáforo, que se ponía en rojo, y entonces se apuró para pasarlo y por ahí es lo que se ve en el video que parece que venía fuerte. Ahí les salen los dos inspectores, él dice que les gritó ‘Ahí paro, ahí paro’ y uno de los inspectores lo manoteó y es lo que se ve en las imágenes”, describió.

Ávalos aseguró que su pariente “iba a parar”, subrayando que a su favor tenía toda la documentación disponible y lo único que le faltaba era el casco. Por esa razón demostró indignación por el accionar del inspector, del cual todavía no se brindaron datos ni siquiera a la familia de Sami.

Justamente esto último es algo que también inquieta a la abogada, quien contó a este medio que en las últimas horas del viernes fue hasta la comisaría Segunda buscando ese dato, pero no tuvo éxito. Al mismo tiempo comentó que Sami solía ir al Club Social y Deportivo Unidos Tandil, a donde también se iba a dirigir para ver si conseguía otro video o algún testigo.

El caso despertó un sinfín de comentarios en las redes sociales de los medios que lo hicieron público. Muchos de ellos fueron orientados con crítica a la maniobra realizada por el jubilado, acusándolo de querer esquivar el control. Incluso algunos fueron más allá e intentaron difundir noticias erróneas respecto a su estado de salud.

Con la convicción más firme que nunca de que su tío iba a frenar ante el control, la abogada contó: “No es como dicen en las redes, me genera indignación porque es como un papá para mí. Igualmente el inspector no tiene la facultad para generar una situación de riesgo, su rol es preventivo”.

La salud por sobre lo legal

A pesar de estar haciendo recorridos por distintos oficinas en búsqueda de respuestas, la doctora aseguró que la prioridad en estos momentos es que su tío se recupere. Sami es oriundo de Dolores y desde hace un tiempo vive solo en la ciudad, por lo que el proceso de recuperación conlleva una complejidad extra a todo lo que significa la cuestión médica.

“Está muy dolorido, tiene cuatro costillas quebradas, en la cabeza tiene un tajo que no tuvieron que coser, en la mano le tuvieron que poner puntos de sutura y el brazo todo lastimado. Tiene golpes múltiples. Imaginate que es un señor de 80 años casi que le pegan un manotazo en la moto y cae al suelo mal”, describió Ávalos. 

Además contó que el jubilado padece de problemas cardíacos por lo que la situación podría haber terminado peor. "Me decía que pensaba que se moría, que le agarraba un infarto y quedaba muerto ahí", agregó. 

Si bien es pronto para saber cómo va a continuar la situación clínica de Sami, los doctores ya contaron que va a estar mínimo un mes inmovilizado,  sin poder bañarse solo. “Estamos viendo si conseguimos alguien para que lo pueda cuidar”, contó y luego agregó: “Ahora lo que menos pienso es en la parte legal, lo primero que quiero es que mi tío se recupere. Sé que se abrió seguramente una Investigación Penal Preparatoria”.  

La situación suma otra complicación por cuestiones de la disponibilidad de camas en la ciudad. Una vez sufrida la caída, constatadas las lesiones y producida la atención primaria en el Hospital Municipal Ramón Santamarina, la afiliación a PAMI de Sami lo dejó sin cama en el nosocomio.

Hasta la tarde de ayer, el jubilado de 79 años se encontraba  internado en la Guardia del Hospital a la espera de un traslado a la Clínica Chacabuco donde, según contaron, tampoco hay lugar. 

“Dijeron que por ahí lo llevaba una ambulancia a la casa, pero también va a ser una complicación porque no se puede mover y tampoco tiene plata para contratar a una persona que lo cuide”, concluyó la sobrina de Sami, quien también se encargará de representarlo legalmente en el desarrollo de la investigación.

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Por El Eco de Tandil

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