La acusaron de abandonar a un perro que en realidad había rescatado y estaba curando
Mayra Rigotti se acercó hasta El Eco Multimedios para aclarar una situación en la que se había visto involucrada por error. Días atrás, un lector de este medio, sin dar su nombre, la había acusado de abandonar a un perro, justo a ella, que es conocida en la ciudad por rescatar canes de la calle y darlos en adopción. Por tal motivo, decidió alzar la voz y contar qué era lo que había sucedido.
Mariano, un lector de El Eco de Tandil, escribió días atrás un mail a miqueja@eleco.com.ar para denunciar el abandono de un perro en una vivienda céntrica y acompañó su reclamo con una imagen del perro posando en el frente de la casa. Sin embargo, al ver la nota y la foto publicada en la sección “No se queje si no se queje”, la dueña del inmueble se comunicó con este medio para explicar la situación.
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Mayra Rigotti es conocida en la ciudad por rescatar animales de la calle -principalmente perros-, curarlos y luego darlos en adopción para que otras familias puedan cuidar de ellos. El último can que levantó y llevó a su casa fue “Manchita”, al que debió internar durante diez días por las severas lastimaduras que presentaba en su cuerpo.
Sin embargo, para sorpresa de Mayra, el miércoles pasado en las páginas de este medio se publicó el reclamo del vecino, quien indicó que “en la calle 25 de Mayo hace más de una semana que está este perro aullando” y que no encontró a nadie en el domicilio, por lo que pidió por la intervención de las autoridades municipales.
Anonadada por lo que leía e indignada por la foto del frente de su casa, Rigotti decidió acercarse hasta El Eco Multimedios para aclarar la situación: “El sábado nos fuimos de viaje y le pedimos a un matrimonio que cuidara a ‘Manchita’ y a mis perros, que están atrás. Llegamos el domingo y el lunes se cruzó esta mujer y me dijo: ‘Por fin llegaste, hace diez días que el perro está solo’. Le conté que me había ido sólo dos días y que había alguien para cuidarlo y me contestó: ‘Pero el perro aúlla’. Y la realidad es que lo hace cuando nos vamos. Entonces le expliqué toda la situación, que el perro no era mío, pero aparentemente ya había hecho la denuncia”.
Señaló que no era la primera vez que tenía algún inconveniente con estos vecinos, pero que puntualmente este le había molestado porque había adjuntado una foto de su casa y había manifestado que el perro estaba abandonado, lo cual “es totalmente mentira”. Asimismo, reveló que incluso se quejan con ella porque a la noche, como también alimenta a tres gatitos de la calle, el sabueso ladra. Entonces, para evitar conflictos, comenzó a darles de comer en la casa de al lado, que está abandonada.
“Pero quiero hacer el descargo porque si otra vez me llega a decir algo, le voy a decir que se ocupe y colabore de alguna manera, que ayude con los gastos de internación por lo menos. Y encima me dijo que estaba sin comer, y eso no es cierto. De hecho, ni siquiera está al aire libre, porque en el garaje tiene todo, yo le armé una colchoneta para que se acueste”, exclamó.
La historia de “Manchita”
“Manchita” o “Patita”, como decidieron llamarlo, es un perro de no más de dos años que apareció lastimado el sábado 7 de diciembre, en la puerta del Jardín San José, institución a la que asisten los hijos de Mayra.
Como las madres de los compañeros de sus hijos conocen su accionar, se comunicaron con ella para manifestarle la situación del can. Como en ese momento estaba trabajando, llamó a Mariana Jara, titular de Mascotandil, para que lo fuera a buscar y lo llevaran a internar.
“El perro tenía una lastimadura muy grave en el brazo, porque lo habían atacado. Lo tuve un día en casa pero seguía mal, entonces lo llevamos a la clínica, donde estuvo internado durante diez días y luego retornó con nosotros. Yo lo puse en adopción, pero en este momento es muy complicado que alguien adopte”, narró Rigotti.
Añadió que tiene su libreta sanitaria y todas las vacunas, y que el pasado jueves lo llevaron a castrar. “Y yo lo voy a tener hasta que consiga un adoptante. Pero no lo puede tener atrás porque están los míos y tengo miedo de que se peleen”, aclaró.
Finalmente, expresó que “si muestro las fotos de cómo llegó a casa y cómo está ahora, se sorprenderían por la evolución que tuvo. Pero la realidad es que fue un proceso muy largo, porque hasta le quisieron cortar la pata, pero yo pedí por favor que no lo hicieran”.